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Sensaciones y sentimientos: Hola Doctor Vito

Una de las recientes publicaciones en LA OPINION.
Crédito: Orlando Pérez Manassero

Por Hugo Borgna

Tendré que presentarme un poco más formalmente, doctor Vito; soy el que está en sus antípodas, sea en la versión papel como en la nube (POSIBLE RESPUESTA)

Sí, en la edición del martes, allí donde es un poco dificultoso para los dos hacer un giro de cabeza e iniciar un encuentro que, seguramente, será casual.(POSIBLE RESPUESTA) Para todos los usos que hicieran falta, me llamo “Sensaciones y sentimientos”. No me pregunte cuál es nombre y cuál apellido: mi autor lo puso así, con una “y” en el medio que, realmente, no sé qué función cumple (POSIBLE RESPUESTA)

Para empezar, le digo que me causó un gran impacto la viñeta del viernes, esa sobre las veredas y sus mosaicos salientes que apuntan hacia arriba en el preciso momento en que el cuerpo de alguien hace el recorrido inverso. (POSIBLE RESPUESTA) Ese era yo, tómelo al pie de la letra y con todos los elementos que lo componen. Puedo decir con seguridad “yo anduve siempre en caídas, qué me van a hablar de caerse” (POSIBLE RESPUESTA)

Estoy eludiendo involuntariamente el tema principal de mi comunicación, doctor Vito. Usted representa mi manera de vivir esta Rafaela que se hace querer, y porque sí. Alguien sintético diría, cómodamente, que es lo que está para ser vivido y que, además, no hay otras alternativas. Yo le puedo agregar que también influyen las sufridas veredas, inevitablemente sitios identificatorios de nuestra madre (o si prefiere una tía) horizontal y paralela al mismo tiempo (POSIBLE RESPUESTA)

Lo trato ceremoniosamente, doctor Vito, para respetar su presencia y modo espontáneos de decir las verdades y con autoridad. Usted fue homenajeado en 1987 en una representación teatral en tono de comedia musical por el elenco del Centro Ciudad de Rafaela, con la dirección de Antonio Germano: “La increíble historia del doctor Leoni”. Para ese hecho hubo ágiles ocupaciones del espacio escénico, una cuidadosa dosificación de los mensajes dichos suyos; leídos, declamados o suministrados a través de baladas, estribillos y textos entonados por la troupe o la voz solista de Ana Aubagna (pianista y compositora, creadora de la partitura musical.) Podemos asegurarle, doctor, que la puesta sobre lo visual y las costumbres de la década del 30, tuvieron interpretación cabal con una precisión propia de usted. (POSIBLE RESPUESTA)

Nos gustaría que habláramos un poco de Ramona, la vecina suya que desarrolla su vida y desencuentros con su sufrida patrona. ¿Cómo se lleva, doctor, con ella? Con la mejor intención y sin que usted crea que hay interés de esta parte y no para compartir chismes: ¿se llevan bien?

Deberían, ella es una señora mayor, de buen trato y respetuosa de los demás…(POSIBLE RESPUESTA)… es verdad también que ella, en cuanto a proyectos para la ciudad… vamos a decirlo los dos juntos: no-se-le-oyó-ninguna. No le conviene esa amistad, doctor ¡Ramona no está a su nivel! (POSIBLE RESPUESTA)

Y le vamos a decir algo más, que graficará nuestra idea de la justicia, a la hora de repartir méritos: le hemos creado el cargo de viñetero oficial, de personaje nuestro, de voz que diría cualquiera de nosotros en las mismas situaciones. Para que quede claro: usted representará nuestra voz oficial en lo que hace a las viñetas. O historietas, cuando las hubiere. (POSIBLE RESPUESTA)

Adivinamos su silencio como respuesta. Vamos a interpretarlo como “voy a pensarlo”.

Pero falta un elemento, es cierto.

Para el acto de asunción conseguiremos un digno banco, que marque debidamente la distancia de altura entre sus pies y el suelo común de todos los demás.

Por supuesto, cerca de la gloria. O de La Gloria, para más precisión.

Autor: 472382|

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