Más de 150 productores y profesionales, llegados desde diversos puntos del país y de Uruguay tomaron parte del segundo recorrido propuesto en el Tour Lechero que tiene como epicentro a la ciudad de Villa María, cabecera de la mayor cuenca láctea de Argentina que explica más del 25% del procesamiento nacional de leche y más del 12% de la producción nacional.
En la apertura estuvo presente la directora de Producción Agropecuaria del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Córdoba, la médica veterinaria Liliana Allasia quien anunció que los productores o asesores inscriptos oriundos de la provincia de Córdoba, validan 8 horas de capacitación en el marco del programa de Buenas Prácticas Agropecuarias que instrumentó el gobierno provincial.
El programa comenzó en el Campus de la Universidad Nacional de Villa María ubicado en Avda. Jauretche 1555, donde tras los saludos de rigor hubo una charla de Leandro Monge, experto en estabulación de vacas y nutrición animal referida a la Intensificación y Bienestar en la producción lechera. En la oportunidad se anunció la puesta en marcha de un proyecto de investigación de la UNVM y el Inta sobre “Sistemas confinados para la producción de leche segura y de calidad”.
PARADA EN EL MONCHO
El primer tambo visitado es El Moncho, en Villa Nueva, Córdoba. Se trata de un histórico enclave productivo de la familia Barrenechea que hoy cuenta con un Compost Barns que dispone de 9 metros por vaca con sustrato de cáscara de maní. En la oportunidad, Germán Coschica, responsable de la producción en ese tambo expresó que las dificultades devenidas del clima, particularmente por las lluvias durante varios días muestran las ventajas de la instalación de un galpón para el tambo, si bien aclaró se trata de una inversión importante. “Creo que es una ventaja al momento de planear la alimentación, pues la vaca come, ingiere todo lo que se le asigna. Se mejora el control, mejora la precisión y la eficiencia, permitiendo en definitiva diseñar protocolos de trabajo y garantizar su cumplimiento. Por supuesto, esta estrategia es mucho mejor para el desenvolvimiento de las tareas del personal”, concluye.
Al lado del galpón y utilizando la pista de alimentación hay un Dry-lot con 150 vacas acorraladas, y es de destacar que esta empresa (La Cenobia) posee otro tambo base pastoril que le permite comparaciones permanentes y además se instaló un pivot que riega unas 110 hectáreas, que aporta a una secuencia de cultivos que generan entre 15.000 y 20.000 kilogramos de materia seca por hectárea, “que es el doble de lo que se producía tradicionalmente”.
En el inicio del recorrido el contingente fue saludado por el ingeniero Angel Barrenechea quien enfatizó que se pasó de un sistema tradicional de producción a “una fábrica de leche”. El concepto está en línea con la decisión de esta tradicional familia productora de poner en marcha una fábrica de quesos ubicada a poco menos de un kilómetro del tambo.
TAMBO HIPERPRODUCTIVO
Tras recorrer un verdadero corredor lechero que es la ruta 2 en su tramo entre las rutas 158 y 9, a la vera del cual existen 5 fábricas lácteas de diversos tamaños, el Tour Lechero se enfocó hacia la segunda parada que es el Establecimiento Angela Teresa, ubicado en cercanías de Ana Zumarán. Allí el contingente fue recibido por Luis Vittori, encargado del sistema de producción que incluye un Compost Barns que ofrece 14 metros por vaca con sustrato de cáscara de maní y no cuenta con la porción de cemento donde la vaca se para para comer. Se trata de un sistema de alta producción con 3 ordeños, que hoy logra producciones promedio superiores a los 37 litros por vaca, sobre un total de 600 animales.
El establecimiento Angela Teresa cuenta con 1.650 hectáreas y está ubicado en el departamento Unión, a dos kilómetros al sur de Ana Zumarán. La composición del suelo es diversa de clase II a V y de su extensión unas 340 hectáreas están destinadas al tambo y poco más de mil se dedican a la agricultura. Una buena parte, dividida en tres lotes, cuentan con sistema de riego: dos lotes de 240 hectáreas y otro de 300. Es un campo que perteneció a Ramón J. Cárcano y luego pasó a manos de las familias Salas-Bertotto. “El camino que tomaron quienes administran esa explotación es similar al sendero que tomaron otros establecimientos tamberos: hacer sinergia con la agricultura. En 2009 se implementó el tercer ordeñe, de los que hoy es parte todo el rodeo lechero de Angela Teresa, y la última gran obra y de algún modo el perfil distintivo de este tambo lo constituye un galpón de grandes dimensiones que protege todo el sistema”, apunta Luis Víttori. Añade que “a principios de 2017 comenzó a tomar cuerpo esta idea del galpón y en noviembre de ese año lo inauguramos. Tiene un largo de 110 metros por 40, y puede albergar unas 280 vacas. Cada una cuenta con unos 14 metros cuadrados, el piso es de compost y no tenemos áreas cementadas en la parte de alimentación, salvo en el área externa al comedero”.