La crisis de Ucrania va tomando su curso y lo que no pudo pasar en Irán, está sucediendo en este territorio que durante la guerra fría pertenecía a la URSS.

En este nuevo juego de poder económico y geopolítico, EE.UU., atrapando a los países europeos, marca sus intenciones y está nuevamente entrando en un camino sin retorno en contra de la paz mundial.

Doblegar a Irak, Afganistán, Libia, Egipto, Siria, Líbano, es una cosa, pero querer expandir su control sobre dominios de Rusia, todo cambia.

Hoy Ucrania padece una gran crisis económica, cívica e institucional y se gesta en parte del pueblo una acción en contra del gobierno democrático, una pueblada orientada por EE.UU. y sus aliados.

Parte de la población quiere pertenecer a Europa y parte desea seguir siendo aliada de Rusia.

El presidente de EE.UU., tuvo la osadía e hipocresía de plantearle al Presidente Wadimir Putín, que “Moscú violó la ley internacional con su incursión en Ucrania”, al tiempo que le advirtió de las represalias de Washington y sus aliados.

Una nueva guerra fría se inicia para sostener el poder y tener el control del petróleo, el gas y la continuidad de la fabricación de armas.

China y Rusia, están soportando las aventuras de la política exterior del premio Novel de la Paz, Barack Obama, que también sentenció “Que si sigue violando la ley internacional se expondrá a un mayor aislamiento político y económico a nivel internacional.

¿Se puede concebir tanta arrogancia de un país como EE.UU. y en muchos casos junto a Inglaterra y Francia, que invadieron cuanto país afectara a sus intereses, sin respetar tratados internacionales y con falaces argumentos?

Ucrania ha quedado en medio de la nueva disputa entre occidente, con la Unión Europea y EE.UU. a la cabeza y Rusia, que tiene enormes influencias y espacios estratégicos en distintas regiones.

El país está dividido en dos, el oeste pro europeo y el este en pro Ruso, el presidente de Ucrania elegido en el 2010, Víctor Yanukovich, fue destituido el 22 de febrero del 2014.

En el sur y en el este, la población en su mayoría es ruso parlante y las fuerzas del ex presidente no quieren aplicar las reformas occidentales de la región rival.

En este sector está la península de Crimea el cual esta bajo dominio Ruso, donde tiene la mayor base de su flota de guerra, en uno de los puertos claves del Mar Muerto.

En 1991 se disuelve la URSS y ante la declaración de independencia de Ucrania, Crimea se transformó en un botín de guerra entre el nuevo estado y Rusia, que en 1992 la vuelve a declarar República Autónoma.

El conflicto actual, comienza a fines del 2013 en la capital de Ucrania, Kiev, cuando el presidente Yanukovich, rechaza un acuerdo de asociación con la Unión Europea, fue la mecha de la bomba que estaba latente.

El 30 de marzo del 2014, se buscará por vía democrática, cuál será el nuevo status que tendrá Crimea, ante esta situación su primer ministro Serguei Axiomov, pidió protección a Moscú y el parlamento ruso aprobó un envío masivo de tropas a la región, desoyendo las advertencias de EE.UU. y Kiev.

El presidente ruso Vladimir Putín dijo: “Culpo a Washington de tener que tomar estas decisiones, por sus acciones imprudentes e irresponsables”, “Rusia, tiene la legitimidad de proteger a sus habitantes y sus actitudes no salen de las normas de la ONU”.

El pragmático presidente socialista de Francia, pasó a ser el primer aliado de EE.UU., al igual que cuando actuó en Malí y en Libia.

Una nueva entente afectará la paz mundial, debemos recordar, Irak, Afganistán, Libia, Líbano, Egipto, Irán, Corea del Norte, Venezuela y hoy Ucrania.

EE.UU., Francia e Inglaterra con sus acciones bélicas están despertando a dos osos en letargo, Rusia y China.

La lucha territorial, por el petróleo y el gas, no cesa, el 80% del gas que recibe Europa, proviene de Rusia, una llave maestra de la discordia.