Jubilados

Un grupo de adultos mayores decidió recrear cómo era su infancia en General Villegas y el video fue furor en las redes sociales

El video superó las 800 mil reproducciones en Instagram y generó más de 53 mil 'me gusta' y 1.500 comentarios.
Crédito: FOTO WEB

En la localidad bonaerense de General Villegas, un grupo de adultos mayores se convirtió inesperadamente en protagonista de una historia que conmovió a miles de personas en todo el país. Todo comenzó con un video sencillo, cargado de emoción y ternura, que fue compartido en la cuenta de Instagram de los Bomberos Voluntarios de Villegas (@bomberosvillegas). En cuestión de horas, las imágenes se viralizaron y despertaron una ola de comentarios, recuerdos y sonrisas entre quienes lo vieron.

El video, titulado “Esas tardes en las que los amigos venían a buscarnos”, retrata a un grupo de vecinos recreando escenas de su niñez. En él, los protagonistas evocan los juegos en la calle, las risas compartidas y la vida comunitaria que caracterizaban a las décadas pasadas. No hay efectos especiales ni grandes producciones: solo la calidez de la memoria, el encanto de lo cotidiano y la emoción sincera de quienes deciden volver, aunque sea por unos minutos, a esos días donde todo parecía más simple.

La iniciativa nació de la propia inquietud de estos adultos mayores, quienes, al reunirse a conversar sobre los recuerdos de su infancia, sintieron la necesidad de rendir homenaje a esos momentos de juego y libertad que marcaron su crecimiento. Así fue como decidieron llevar adelante una propuesta que, sin proponérselo, terminó trascendiendo los límites del pueblo y tocando el corazón de miles de personas.

En su realización, el grupo buscó no solo revivir recuerdos personales, sino también poner en contraste el pasado y el presente. En su reflexión, los protagonistas reconocen que hoy las calles ya no son el escenario habitual de los juegos infantiles, y que la tecnología, si bien ofrece muchas ventajas, también ha transformado profundamente la manera en que las personas se relacionan. Con este video, quisieron invitar a pensar en la importancia del encuentro cara a cara, en el valor de jugar al aire libre y en la necesidad de conservar espacios de convivencia genuina.

Las imágenes muestran a los adultos mayores jugando a las bolitas, pateando una pelota o intercambiando figuritas, actividades que fueron parte inseparable de la infancia de generaciones enteras. En cada escena se percibe una mezcla de nostalgia y alegría, una reivindicación del espíritu lúdico que, según ellos mismos expresan, “nunca se pierde, porque el corazón siempre recuerda cómo volver a jugar”.

El relato en off que acompaña el video refuerza ese sentimiento colectivo. Las frases que lo narran —“cuando mamá daba permiso hasta la hora de la leche”, “cuando las risas eran fáciles, el tiempo no corría y la vida se medía en juegos”— funcionan como una suerte de puente emocional entre el ayer y el hoy. Es un recordatorio de que, más allá del paso del tiempo, la niñez sigue viva en la memoria de todos, esperando un gesto, un objeto o una melodía para volver a despertarse.

El impacto en las redes fue inmediato. En pocos días, el video superó las 800 mil reproducciones, obtuvo más de 53 mil “me gusta” y acumuló alrededor de 1.500 comentarios, la mayoría de ellos cargados de emoción y gratitud. Cientos de usuarios expresaron haber derramado lágrimas al verlo, y muchos compartieron sus propios recuerdos de infancia.

Entre los mensajes más repetidos se destacaron frases como: “El tiempo puede cambiar muchas cosas, pero no puede cambiar la pasión”, “Qué lindos recuerdos” o “Aunque pasen los años, uno nunca deja de ser un niño”.

El proyecto logró algo que pocas iniciativas consiguen: unir a distintas generaciones bajo una misma emoción. Abuelos, padres y nietos se vieron reflejados en esas imágenes simples pero poderosas, que hablan de la identidad, la pertenencia y el valor de los vínculos humanos. En tiempos donde las interacciones virtuales parecen dominarlo todo, este grupo de vecinos de General Villegas recordó, con ternura y sabiduría, que siempre es posible volver a jugar, reír y compartir, sin importar la edad.

(Con información de Infobae)

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