Nuestro mundo está lleno de diferentes competencias, fútbol, rugby, carreras de autos, motos bicicletas, Juegos Olímpicos, entre otras. Algunas son por dinero, otras solo por la gloria de ser el que arroja la piedra más lejos en el campito donde pasábamos las horas de niños. Es que la competencia es una característica inherente al ser humano, ha estado presente a lo largo de la historia. Desde las primeras sociedades humanas, las personas han competido por recursos limitados, territorio, estatus social, poder y otros objetivos. La competencia puede verse en diferentes ámbitos de la vida, como el deporte, los negocios, la educación e incluso un juego de naipes y muchas otras áreas. La búsqueda de superación, logros y reconocimiento es impulsada en gran medida por la competencia, aunque también la colaboración y el trabajo en equipo también son importantes.
En Argentina, la competencia que se viene, es de monedas. En realidad, hace rato que compiten el dólar y el peso en la economía informal, pero desde hace un tiempo y debido al mal manejo de las finanzas públicas por parte del Estado Nacional, que nos arrastró a una inflación de tres dígitos, se instauró en el debate la posibilidad de dolarizar toda la economía, discusión que deriva ahora en una competencia de monedas, ya que ésta parecería más fácil de implementar. La misma consiste en que las empresas e individuos tengan la libertad de contratar en la moneda que deseen.
En este escenario, el Banco Central deja de tener el monopolio de emisión y circularían distintas monedas alternativas, dependiendo de que los agentes económicos las admitan, acá ingresan todas las que sean aceptadas, monedas emitidas por países, monedas digitales, incluso podría existir alguna privada, en el supuesto caso que sea aceptada por los usuarios. Dentro de privadas podemos incluir monedas locales que tengan su respaldo en comunidades, grupos específicos, provincias o empresas. De todas formas, el camino sería dificultoso, hay que establecer regulaciones claras que permita la competencia y definir cómo se regulan las instituciones financieras y las empresas que las emitirían. También es importante establecer normas que protejan a los consumidores y mucha educación financiera. Los desafíos en desarrollar una infraestructura financiera que permita el uso y la transferencia de diferentes monedas de manera eficiente y segura, serán mayúsculos.
Al tener múltiples monedas en circulación, surgiría una competencia entre ellas. Las personas podrían preferir utilizar ciertas monedas, en principio el dólar, debido a su estabilidad y aceptación generalizada, pero también competirían con otras que otorguen beneficios adicionales. En un contexto inflacionario, la implementación de la competencia de monedas podría ser una estrategia para abordar los efectos negativos de la inflación y brindar opciones a los individuos y las empresas, ya que podrían optar por utilizar monedas alternativas que no están sujetas a la misma inflación que el peso. Las monedas podrían estar respaldadas por activos físicos, como oro, soja o litio, o podrían estar vinculadas a una canasta de monedas estables y de esa manera los ahorristas pueden protegerse de la inflación. También, los emisores de monedas, en especial el BCRA, tendrían un incentivo para mantener la estabilidad de precios y evitar la devaluación excesiva de sus monedas. Esto podría llevar a una mayor disciplina monetaria y reducir los riesgos asociados con la inflación descontrolada.
Por otra parte, esta competencia impulsaría la innovación y la eficiencia en el sistema financiero. Los emisores de monedas estarían motivados para ofrecer servicios financieros superiores y beneficios adicionales a los usuarios para atraer su adopción. Por último, las personas estarían tentadas a mantener una combinación de diferentes monedas y otros activos, como criptomonedas, acciones, bonos u otros instrumentos financieros. Esto podría ayudar a mitigar los riesgos asociados con la inflación y proporcionar opciones de inversión más amplias, así como a desarrollar nuestro alicaído mercado de capitales. En el caso de optar por este inusual sistema deberá hacerse una consistente educación financiera a toda la población.
Varios candidatos del turno electoral 2023 están hablando de migrar del actual peso a una competencia de monedas, pero no estamos tan seguros de que sepan a qué cosa se están refiriendo. Somos campeones del mundo en fútbol y en inflación, ¿por qué no organizar entonces el mundial de monedas en nuestra Patria?
#BuenaSaludFinanciera
@ElcontadorB
@GuilleBriggiler