Rural

Veterinario rural dio vuelta un resultado

Un médico veterinario de alta formación académica en el país y en el exterior explica a través del caso de San José de Pocoy SA, desarrollado durante los últimos 12 años, cómo resolvió las problemáticas sanitarias claves, representativas de las limitantes que afectan el despegue de la ganadería del noroeste argentino (NOA).

Da cuenta Agrositio que se decidió contar los detalles de su tarea que le valió el premio de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria, otorgado por Biogénesis Bagó, dada la importancia de mejorar la productividad en una región deficitaria en carne para consumo local y con alto potencial para la exportación.


LO QUE CONTO

"Mi actividad principal siempre ha sido la de cualquier veterinario rural, por eso en 2006 me incorporé a este campo, que hacía un ciclo completo con un rodeo heterogéneo, mezcla de criollo con cebú, e intentaba incorporar el Brangus colorado. Ya contaban con asesoramiento profesional, pero tenían una mortandad del 16%, algo inviable”, dijo el M.V. Raúl Marín, docente en Producción Animal de la Universidad Nacional de Jujuy, aludiendo a que la empresa mixta, agrícola, ganadera y forestal, había considerado dejar de lado el negocio cárnico porque no se podía sustentar.


OTROS DETALLES

La firma dedica cerca de 5.700 hectáreas a la producción bovina en plena yunga salteña, una región selvática y con mucha sierra, donde el desafío de desarrollar eficientemente la actividad es mayor que en las zonas tradicionales.

"El 55% de la superficie ganadera es monte, no daba para engordar. Por eso, rápidamente, cambiamos a la cría neta. Al principio hubo una fuerte reducción de vientres, de los 700-800 iniciales seleccionamos la mitad y con ellos se empezó a trabajar de forma más ordenada", recordó.


BASE DE LA MEJORA

Para Marín, la base de la mejora fue estabilizar sanitariamente el rodeo, partiendo de un diagnóstico acorde a las particularidades del NOA. "Fuimos detectando una decena de patologías de gran impacto productivo, en ciertos casos inexistentes en la bibliografía nacional. Algunas veces aplicamos terapéuticas conocidas y otras hemos tenido que improvisar para controlarlas", aseveró.

Al cabo de tres o cuatro años de sucesivos diagnósticos y medidas acordes, esa mortandad del 16%, la mayoría al parto y durante la recría, se redujo al 0,9%. "Esa fue la clave del éxito productivo", aseguró Marín.


DIAGNOSTICO & MANEJO

¿Cómo bajaron la mortandad tan drásticamente? El campo presentaba un brote de rabia, que no había sido diagnosticado anteriormente, a pesar de ser una enfermedad endémica en la zona. "Habían intervenido una cantidad de veterinarios, lo que indica un déficit en la formación profesional regional. Tampoco hay laboratorios cercanos, tenemos que acceder con las muestras de forma urgente al Instituto Pasteur de Buenos Aires. Lo cierto es que ésta fue la llave para terminar con el 90% de la mortandad de recrías y adultos", contó.

Otra patología importante era una pulga que afectaba a la mayoría de los adultos, entre ellos el 50-70% de los toros, produciendo lesiones dolorosas en las patas. "Es un planteo sumamente extensivo. Los animales dejaban de caminar, de comer, de ganar peso. El efecto en los toros era peor, porque deben estar atléticos para dar un servicio eficiente", comentó.

Esta enfermedad, que se disemina en las zonas secas del NOA y algo en el NEA, fue descripta por primera vez en el país por Marín. "Pica mucho, por eso la llaman pique. Lo digo por experiencia propia, me la agarré trabajando a campo, aunque en las personas es más leve, tratable", afirmó.


"QUE HICIMOS?"

"No hay drogas veterinarias para su control, por eso decidimos estudiar los hábitos de los animales. Notamos que salían del monte por la tarde para ir a las aguadas, que están rodeadas de arenales y se quedaban ahí tirados. Entonces, probamos fumigando esas áreas con un piretroide de uso agrícola”, reveló.

¿El resultado? "El primer año hicimos dos o tres tratamientos, incluyendo los corrales, y del 8% de vacas que debíamos refugar. Bajamos al 0,5%.


EN NUESTRA PROVINCIA

Otra particularidad de la zona son ciertas plantas tóxicas, diferentes a las pampeanas, como el cafetillo que afecta adultos y posiblemente a fetos. "Invade lotes que han sido agrícolas y es más peligrosa en la época que fructifica, justamente cuando los rodeos están recién preñados. Por eso, planificamos el pastoreo para evitar esos potreros, además de tratarlos con herbicidas. Después que divulgamos el caso, he recibido consultas sobre la misma patología desde Catamarca, Santa Fe, Chaco y Salta", reveló.

Autor: REDACCION

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