Notas de Opinión

Votar por internet

Si nos disponemos a cambiar la forma de sufragar sería bueno adoptar pronto un sistema más eficiente y menos costoso que el actual como el que podría hacerse a través de Internet.

En nuestro país las elecciones, muy frecuentes los años impares, son por demás complejas y costosas, por lo que se celebran en días no laborables; en las que los electores deben concurrir al centro de votación, en muchos casos, en transporte, privado o público, subir escaleras y hacer cola. Ello obliga a emplear mucho personal que actúa como autoridad de mesa, de fiscalización, de seguridad, de correo, de transporte y de la justicia. Además, se necesitan padrones, documentos de identidad, boletas, urnas, actas, sellos y medios electrónicos para el conteo final de los sufragios.

El voto de los discapacitados, ancianos, presos, hospitalizados, ausentes y extranjeros obliga a emplear mayores recursos y gastos. El escrutinio de mesa y el definitivo llevan mucho tiempo, lo que obliga a que los medios ocupen muchas horas y páginas para informar respecto de los resultados.

El empleo de la boleta única, en Santa Fe y Córdoba, ha demostrado que no resuelve estos problemas, aunque el resistido empleo de la urna electrónica -usado parcialmente en Ushuaia (2003), en Salta, Chaco y Córdoba (2011)- ha sido mucho más eficiente. El voto por correo, empleado en otros países, inexplicablemente nunca fue permitido.

En Suiza, donde los ciudadanos votan de 4 a 6 veces por año, para elegir autoridades federales, cantonales (provinciales) o municipales, o para aprobar o impugnar leyes, el sufragio se emite por correo o por Internet o en las mesas electorales. Desde que se estableció el voto por correo en Ginebra (1995) el 95 % de los sufragios se hace desde el hogar -el promedio suizo es del 80 %-, y el número de sufragantes aumentó un 20%. La votación anticipada puede hacerse en 2 o 3 semanas según la naturaleza de la misma (federal, cantonal o municipal).

En el año 2000 Ginebra comenzó a desarrollar el sufragio por Internet y el 8 de febrero de 2009 con el voto del 70,2% de los ciudadanos se aprobó una enmienda a la Constitución del Cantón por el que se introdujo la votación por Internet.

La Comisión Electoral Central, integrada por representantes de los partidos políticos, así como abogados y científicos de la computación, supervisa las elecciones. Puede bloquear la urna electrónica mediante la generación de una clave para que nadie pueda acceder a los votos electrónicos hasta el día del recuento. La comisión tiene acceso a todos documentos relacionados con el sistema de voto por Internet. Y puede ordenar una auditoría, prueba o estudio de cualquier experto a su elección. El sistema fue objeto de un proceso de certificación ISO 27001.

Con el sistema de Ginebra, el conteo de votos electrónicos no los destruye y el recuento es posible ya sea desde la misma fuente o de una de las tres urnas espejo que se encuentran incorporadas en la aplicación, utilizando el mismo software de conteo u otro.

En Ginebra siempre se creyó que el Estado debe tener la propiedad Intelectual de su sistema de votación en Internet. Las cajas negras no se aceptan. Ello se traduce de dos maneras: o bien el Estado utiliza software cuyas fuentes son públicas (con código abierto) o bien adquiere la propiedad intelectual de las fuentes que utiliza. El 80% de software utilizado en Ginebra (firewall, sistema operativo, servidores, etc.) son de código abierto, el resto es propiedad del Estado, con la excepción de las bases de datos. Las normas de Ginebra abren el código para su revisión por la Comisión Electoral o cualquier perito que se designe.

En las elecciones del Cantón de Ginebra del 15 de mayo de 2011, con 239.095 ciudadanos empadronados, votaron por correspondencia 69.686; por Internet 21.057 y en los locales de votación concurrieron a sufragar sólo 4.797 electores.

La República báltica de Estonia es pionera del sufragio por Internet, al incluir esta modalidad de votación anticipada desde las elecciones municipales del año 2005 en las que 9.000 electores, 3% del padrón electoral, votó sin salir de su casa por Internet. En las parlamentarias de 2007 esa cifra aumentó a 30 mil; en las locales de octubre de 2010 los votantes internautas fueron 104 mil, y en las recientes elecciones de marzo de 2011 votaron por la Red 140.846 estonios (15%).

También se votó por Internet en Estados Unidos, en las elecciones primarias de los partidos en Alaska y en Arizona y cuando tuvieron que votar 200 militares ausentes del país (año 2000); en los referéndum de 52 provincias de España cuando se votó la Constitución Europea (2005); y en comicios municipales en Francia (2001) y en el Reino Unido (2002).

Sería deseable que los argentinos nos pongamos a tono con la tecnología de nuestra época y podamos también, alguna vez, sufragar sin salir de casa, mediante la computadora o con el celular.


(*) Es profesor de las UNC y UCC y fue diputado de la Nación.

Autor: Jorge Horacio Gentile

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