Por Néstor Clivati
Esta noche en el estadio Monumental de Lima, la Selección Argentina jugará por la 4ta fecha de las Eliminatorias para el Mundial 2026 a disputarse en el norte de nuestro continente; con puntaje ideal y un coro de elogios sobre la producción de La Scaloneta, el obstáculo serán los cruzados que dirige Juan Reynoso y que de momento, no ha podido ganar en sus anteriores presentaciones, ni tampoco marcar goles, lo que le impone estar cerrando las posiciones de la zona Sudamericana junto a los bolivianos.
El gran espectáculo que se vivió el último jueves en la cancha de River, predispone a la afición de nuestro país a esperar esta nueva presentación con expectativas poco antes conocidas; es un tiempo de gran fluidez en la relación de este equipo con los hinchas de la albiceleste, no es para menos, Scaloni le sigue poniendo la firma a un filosofía de trabajo y a un estilo que sigue recogiendo alabanzas en todo el planeta futbol donde pocos avizoran, esa meseta en la que muchos otros grandes equipos, han ingresado alguna vez, como consecuencia de un lógico desgaste en una disciplina tan competitiva en la elite mundial.
Argentina se sostiene en la cúpula hace casi 3 años a base de resultados, títulos internacionales y convincentes argumentos tanto de su cuerpo técnico como por los rendimientos individuales de los que, por momentos, parece subestimar, tal la prevalencia de su juego colectivo.
Algo así como la excelencia o el arquetipo al que todos aspiramos como propósito en nuestros oficios o profesiones, alcanzar alguna vez.
El entrenador nacido en nuestra provincia sigue comunicando prudencia frente a todo contacto con la prensa y aún con evidencias que rompen los ojos (su equipo perdió 1 solo partido de los últimos 50 en 4 competencias diferentes y encuentros amistosos); interrumpe una pregunta en la conferencia previa al viaje a Lima en Ezeiza, para ponerle énfasis a la palabra “sensación”, cuando el colega elaboraba con ella un elogio basado en estadísticas y en términos de un equipo invencible: “vos lo dijiste, es una sensación, solo una sensación”, haciendo gala no de una falsa modestia, en todo caso de un prudente escudo que Scaloni debe sostener ante la tentación humana, que puede provocar la jactancia, una de las tantas formas de la soberbia.
Este cuerpo técnico cuyo perfil no se ha modificado ante las loas y premios a nivel mundial, difunde con gestos y decisiones lo que acaso no termina de lograr con palabras, esa parquedad poco frecuente en tiempos donde el exitismo invita a las poses por todos los canales de comunicación disponibles, parece ser la clave que sostiene con armonía un sistema plagado de egos y probablemente esa porfía sea el principal logro de quienes tienen entre sus manos, la administración del ciclo más exitoso en la historia deportiva de nuestro país y con una concomitancia internacional que pocos se atreven a desmentir.
La prolongación de esta seguidilla interminable de victorias y méritos no es posible sostenerla en el tiempo, acaso no esté lejos una caiga, puede ocurrir ante cualquier rival y circunstancias, sin embargo, no parece que esté cerca el colapso de la base donde se apoya este ciclo que mixtura, el liderazgo de un par de próceres irrepetibles, con una veintena de jugadores gestados en tiempos de la play y el hedonismo, con otros tantos en lista de espera.
RAZONES MÁS OBJETIVAS
Jugar contra la selección argentina, hoy, implica perder la pelota, o arriesgarla muy pronto, apenas traspasando la mitad de la cancha, debido a la presión, y luego, tener que soportar que no menos de cinco jugadores, con mucha dinámica y a velocidad, administren el juego y lleguen con frecuencia a posición de gol.
Y por si esto fuera poco, el equipo de Lionel Scaloni ha conseguido ir mejorando el sistema cuando por muchos pasajes de los partidos no contó nada menos que con Lionel Messi, uno de los mejores de todos los tiempos y la gran figura del pasado Mundial, y otras veces sin Ángel Di María, otra de sus grandes estrellas.
Esta es, además, una buena señal para el futuro. Tanto Messi como Di María se encuentran, evidentemente, en el final de sus carreras, y es lógico que Scaloni piense en un futuro recambio, para lo cual debe ir pensando en fortalecerse desde lo colectivo y no sólo desde lo individual.
¿Qué le falta a esta selección? Desde ya que siempre hay un enorme margen para la mejora. Seguramente, cuando tome ritmo, Giovani Lo Celso podría reencontrarse con quien fue antes de la grave lesión que lo marginó del Mundial pasado, y en ese caso podría constituirse en una competencia importante con los titulares. Acaso también fuera necesario, para ciertos partidos, un “cinco” más clásico. El único que se acerca a esta función es Guido Rodríguez porque, como ya se escribió varias veces en esta columna, Leandro Paredes es, en verdad, un diez retrasado, que no es lo mismo.
También debe mejorar en la definición. En el último partido ante Paraguay, en Buenos Aires, la distancia con el rival fue muy grande pero no se notó tanto en el marcador. Al no jugar Messi, Scaloni optó por una fórmula interesante, la de Julián Álvarez por detrás de Lautaro Martínez, quien, si bien atraviesa un gran momento goleador con el Inter de Milán, no puede concretar las situaciones con la albiceleste desde el Mundial de Qatar, pero son rachas que delanteros de su calibre ya van a romper.
Para esta noche se espera que Lionel Messi siga acumulando minutos que el técnico decidirá si será desde el inicio del juego o como sucediera la semana pasada, besando el campo en el segundo tiempo; si Julián Álvarez volverá a mostrarse en dupla con el Toro Martínez o si habrá otra modificación debido a alguna fatiga, todo lo demás se recita de memoria, como el Padre Nuestro, como el catecismo, como el Ave María, en definitiva, esto también es una cuestión de Fe y esta grey todavía sigue sedienta de victorias.
OTROS PARTIDOS. 18hs Venezuela vs Chile, 19.30hs Paraguay vs Bolivia, 20.30hs Ecuador vs Colombia, 21hs Uruguay vs Brasil.
Las probables formaciones:
Perú: Pedro Gallese; Luis Advíncula, Ánderson Santamaría o Renato Tapia, Luis Abram y Miguel Trauco; Wilder Cartagena y Yoshimar Yotún; Joao Grimaldo, André Carrillo y Bryan Reyna; Paolo Guerrero. DT: Juan Reynoso.
Argentina: Emiliano Martínez; Nahuel Molina o Gonzalo Montiel, Cristian Romero, Nicolás Otamendi y Nicolás Tagliafico; Rodrigo De Paul, Alexis Mac Allister y Enzo Fernández; Julián Álvarez o Lionel Messi, Lautaro Martínez y Nicolás González o Lucas Ocampos. DT: Lionel Scaloni.
Hora de inicio: 23.00 TV: TV Pública - TyC Sports.
Árbitro: Jesús Valenzuela (Venezuela). VAR: Nicolás Gallo (Colombia).
Estadio: Nacional de Lima.
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