

En Los Ángeles, los Lakers derrotaron 124-117 a los Indiana Pacers sin LeBron James, reservado por molestias en el tobillo izquierdo, que siguió el juego sentado en el banco junto a Luka Doncic.
El esloveno, lesionado en los gemelos el día de Navidad, podría tener su esperado debut con el uniforme oro y púrpura el lunes frente a los Utah Jazz (00.30 del martes para Argentina).
Austin Reaves, la tercera espada de los Lakers, se hizo con el mando de las operaciones hasta lograr la mejor actuación de su carrera, con 45 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias.
Pocas horas después, el equipo angelino sorprendió de nuevo a la NBA al cancelar el anunciado fichaje del joven Mark Williams, el pívot que debía sustituir a Davis.
Los Lakers se limitaron a decir que el intercambio, por el que enviaban a los Charlotte Hornets al novato Dalton Knecht y una elección de primera ronda del Draft, fue "rescindido por no haberse cumplido una condición del traspaso".
Poco después la cadena ESPN reportó que esta inusual medida se debió a que Williams no superó los exámenes médicos.
Fue el mismo JJ Redick, entrenador en jefe de los Lakers, quien se encargó de dar el parte oficial sobre el estado de Doncic: "Creo que su primer juego será probablemente el lunes. Nuevamente, no asumí ningún compromiso ni nada, pero probablemente tendiendo más hacia el lunes. Esperamos que en algún momento de los próximos días nos digan que va a jugar. Todos queremos verlo con el uniforme de los Lakers".