Ni siquiera pudo llegar a la última fecha con una mínima ilusión. Ben Hur sufrió su tercera derrota consecutiva en la Reválida B frente a Sportivo Las Parejas y se despidió prematuramente del Federal A, la categoría por la que tanto luchó para llegar, lo cual hizo realidad en febrero tras 15 años y apenas siete meses después no pudo mantener.
Naturalmente, que ante todo fracaso deportivo, surgen responsables. En esto hablamos de fútbol y cuando se toman decisiones equivocadas, ya en un nivel profesional, el costo es demasiado caro. Y fue nada más y nada menos que con el descenso.
Que pueden haber existido algunas cuestiones que jugaron en contra, es cierto. Hubo partidos donde los arbitrajes lo perjudicaron, quizás más que a otros equipos, pero sabía que la categoría es asi. Por eso desde afuera no se entiende demasiado porqué tanta obsecuencia (no solo de Ben Hur, sino de la mayoría de los equipos de la categoría) en mostrar esas banderas de apoyo a Chiqui Tapia y Toviggino. Si al fin y al cabo los árbitros que te van a dirigir, y te van a seguir perjudicando, son siempre los mismos.
LA GRAN FALLA: EL CAMBIO DE DT
En la primera fase, Ben Hur alternaba buenas y malas producciones, pero mostraba un buen fútbol con el que logró el ascenso en el Regional. Si bien ya mostraba un déficit marcado como visitante, que fue el karma en la temporada, de local convencía y sumaba puntos.
Cuando el presidente Adrián Zenklusen resolvió luego de aquella derrota con El Linqueño cesar al técnico campeón porque entendía que el equipo se caía, la decisión podía entenderse, pero siempre y cuando quien lo reemplace esté capacitado para resolver el problema.
La dirigencia benhurense no hizo caso a los antecedentes, como el del descenso de 2010, pero sobre todo a algo más reciente, cuando su paso por Juventud Antoniana de Salta en 2023 también fue malo para Gorostidi.
El conjunto de a poco empezó a mostrar falencias que lo hicieron muy permeable, sobre todo en lo defensivo. Y en los últimos partidos se vio a un equipo que ante la primera cachetada prácticamente no tenía reacción, como viendo que no tenía respuestas para evitar el triste desenlace.
Y así la BH quedó con este ítem que debe ser uno de los pocos en el fútbol argentino, que estuvo el mismo entrenador en sus dos últimos descensos.
INCORPORACIONES SIN JERARQUIA
El otro error dirigencial, en este caso compartido con Barraza y Gorostidi, fue la elección de los jugadores que debían venir como refuerzos.
En el verano, llegaron futbolistas como Camilo Albornoz y Franco Caballero que no dieron la talla. Lo mismo el arquero Francisco Rivadeneira, que cuando tuvo su oportunidad en Corrientes ante Boca Unidos tampoco pudo dar soluciones.
Luego, a mitad de temporada, donde el margen de error tenía que achicarse al mínimo, arribaron cuatro jugadores que tampoco ofrecieron respuestas para darle un salto de calidad al equipo. Necesitaba goles, y solo Gabriel Jara pudo convertir ante Las Parejas. Francisco García insinuó algunas cosas al comienzo de su llegada, pero luego cayó en la mediocridad general. Laureano Doello pasó desapercibido y el defensor Huichulef también fue suplente.
TIEMPO PARA REFLEXIONAR
Ahora quedará cumplir con el fixture ante Gimnasia y asimilar la vuelta al amateurismo para la BH.
Recordemos que la reglamentación, salvo que se modifique (a ver si las banderas de apoyo pueden servir de algo) por el Consejo Federal, obliga al equipo descendido a esperar un año para afrontar el Regional. Es cierto que esto en anteriores ocasiones pasó porque el TRFA empezaba en octubre y este año podría estirarse a comienzos de noviembre. Pero hoy lo concreto es que Ben Hur después del domingo 14 ante Gimnasia, tendrá que enfocarse únicamente en la Liga Rafaelina.
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