Iván Delfino tenía claro cuando llegó a Estudiantes de Río Cuarto que el objetivo de máxima era conseguir lo que finalmente se obtuvo en Puerto Madryn el último domingo.
Sin recetas mágicas, solo apostando por su trabajo y el de su cuerpo técnico, el DT de 54 años tomó la conducción del León del Imperio cordobés en esta temporada 2025 y la única certeza consistía en que el equipo se armó para ser protagonista.
Luego de una etapa regular en la que clasificó segundo en la zona B llegaron los play offs del Reducido, donde con mucha solvencia fue superando etapas.
En la primera fase venció a Patronato de Paraná (2-1) y luego sorteó la serie de cuartos frente a Gimnasia y Tiro de Salta (0-0 y 2-0). Más tarde tuvo que enfrentar a un durísimo Estudiantes de Caseros (0-1 y 1-0) al que doblegó por ventaja deportiva y en la final con Deportivo Madryn prevaleció en un marcador global por 3-1.
“Nunca le tuvimos miedo a la palabra ascenso. Nosotros trabajamos desde los primeros partidos para tratar de conseguir este objetivo”, destacó el DT que inició su trayectoria en el banco allá por la temporada 2008-2009 con Libertad de Sunchales, en el Argentino A.
“No es fácil ganar y hay que transitar este momento con felicidad, con alegría”, agregó Delfino, que anteriormente había logrado el ascenso a Primera con Patronato de Paraná en la temporada 2015, al superar en la final a Santamarina de Tandil.
“No tomo como una revancha volver a dirigir en Primera. Sí como una nueva oportunidad que me da el fútbol. Pero ahora es momento de disfrutar, de regresar a Río Cuarto y celebrar”, consideró
Al ser consultado respecto de las claves que tuvo Estudiantes para llegar a cumplir el objetivo, el entrenador no dudó y apeló a la “fortaleza mental”.
“El grupo supo reponerse a golpes futbolísticos y otros como lo que representó que el presidente (Alicio Dagatti) estuviera preso unos meses. Nos acomodamos, sacamos adelante las distintas series y se consiguió el objetivo”, concluyó.
Delfino había tenido un ascenso con Patronato de Paraná. En el 2015 llegó a la final del Reducido, venció a Santamarina de Tandil por penales y subió a la Liga Profesional.
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Después no pudo saborear esas mieles del logro mayor cuando dispuso de varias oportunidades. Con Sarmiento de Junín, le tocó perder tres definiciones por el ascenso al círculo privilegiado del fútbol argentino.
En la edición 2018 perdió la final del Reducido ante San Martín de Tucumán, por un marcador global 2-5.
Al año siguiente, el Verde cayó en un partido desempate ante Arsenal de Sarandí (0-1) y dos meses más tarde, también en 2019, Central Córdoba de Santiago del Estero también postergó las ilusiones de los juninenses en el Reducido, al ganar 5-3 por penales, después de sendas finales que terminaron 0-0 y 1-1, respectivamente. Pero el fútbol le dio revancha este domingo en el estadio Abel Sastre, de Puerto Madryn.