Un ciudadano exige a las autoridades que no se le rindan honores ni menciones póstumas a su persona.
Un extraño personaje desata un estado de represión inédita subido a la estatua de un angelito en la plaza.
Dos ancianos se extravían desde un asilo.
Una oscura organización que lucha por el ambiente administra espacios públicos inexplorados: la Inmobiliaria.
Su ideólogo y referente es un defensor de las tradiciones aborígenes, doctorado en las más prestigiosas universidades del mundo. Le dicen Lechuza.
La pandemia parece haberse ido.
El kiosco del hospital desaparece.
La vida sigue. Lo distópico es lo usual. (De la contratapa).
DESPUÉS DE TANTO TIEMPO
Se están cumpliendo cinco años del inicio de la pandemia de Covid 19 y el autor rafaelino aparece con una nueva novela. La misma juega con las palabras de la malvada “peste” y agrega un subtítulo afín a las correrías de sus personajes.
“La historia, mejor dicho, las historias, tienen un escenario común a mis anteriores trabajos, esos a quienes muchos confunden con el andar escenográfico de mi pueblo, pero eso es sólo ficción”, expone Peretti en un material divulgado a la prensa por su editora MAPP Contenidos.
“Aquí -continúa- se muestran personajes cuasi esotéricos mezclados con arquetipos sumamente especiales, que conviven referencialmente con nombres de personas y comercios que vienen a la memoria casi por obligación”.
“La obra literaria siempre supone poner algo de verdad entre tanta mentira, pero no deja de ser un espejo muy sincero, casi sin falencias en cuanto a las cosas que dice. Y el lector sabe orientarlas a su gusto o disgusto”.
Peretti ha puesto especial énfasis en difundir sus destinatarios, gente conocida en sus áreas y otros dedicados al servicio de la salud pública, “muchos de los cuales dejaron el cuero en la tarea”, destaca a modo de homenaje.
“No hemos querido poner tanto el énfasis en la muerte, porque más allá de lo que hizo, la vida sigue, renovándose y a la espera de ser superada a cada instante”.
En cuanto a sus proyectos futuros, deja en claro que “aún no hay nada, este año ya venimos con dos libros y estamos trabajando con la gente de ERA (Escritores Rafaelinos Agrupados) en una nueva Antología junto a otros autores de la región. De todos modos, hace varios años que quiero armar algo con aquella Redacción del diario, a la que llegué en 1980, con 22 años y de la mano de mi amigo Víctor Hugo Fux”.
¿Será tiempo literario de evocar el espacio donde compartía horas con Roberto Actis, Elda Massoni y Alberto Garmendia, además de Fux?
LA NOTICIA ALEMANA
La escritora rafaelina residente en Alemania, Esther Andrani, le informó a Edgardo Peretti que dos de sus obras (versión papel) se encuentran en el catálogo de la Biblioteca Iberoamericana de Berlín.
Se trata de “El velorio del tío Pedro”, editado por la Universidad Nacional del Litoral, y “La oscura existencia del Bayo Pellegrini”. En ambos casos el autor ignora como llegaron allí.