El Paseo Yrigoyen de Rafaela comenzó a transformarse en estos días en un escenario distinto, cálido y lleno de simbolismo. A lo largo del bulevar, vecinos y vecinas se encuentran con una intervención urbana poco habitual: pinos de Navidad realizados íntegramente en madera, que invitan a detenerse, observar y dejarse envolver por el clima de las fiestas.
La propuesta surge a partir de un trabajo articulado entre el municipio, el Paseo Yrigoyen y la firma local Holzranch, que impulsó una alternativa diferente a los adornos tradicionales para recrear el espíritu navideño en uno de los corredores más emblemáticos de la ciudad. Los arbolitos, de estética rústica y diseño artesanal, se distribuyen a lo largo del bulevar y acompañan el recorrido hasta el sector de la rotonda, donde se destaca un pesebre iluminado que ya se convirtió en punto obligado para fotografías y encuentros familiares.
Y en las redes sociales, Paseo Yrigoyen acompañó la publicación de un video sobre esta novedosa instalación con palabras estratégicamente intercaladas que le dan sentido a la propuesta.
"Entre pinos que parecen iguales, descubrimos algo esencial: ninguno lo es.
Cada forma, cada rama, cada diferencia suma.
Porque no se trata de ser iguales, sino de crecer juntos.
De compartir el mismo camino respetando lo que nos hace únicos."
Desde Holzranch explicaron que la idea fue “salir un poco de lo convencional” y apostar a una Navidad con contenido simbólico. “Cada uno de los árboles es distinto en su composición interna y eso representa lo que llamamos neurodiversidad. No hay dos iguales, como no hay dos personas iguales”, explicó Nadia Bosque, psicobióloga y terapeuta integrativa de la empresa. En ese sentido, remarcó que la propuesta invita a pensar la Navidad como nacimiento, no sólo desde lo religioso, sino también como una oportunidad de volver a lo esencial y valorar la diversidad que conforma a la sociedad.
La elección de la madera no es casual. Según plantean desde Holzranch, trabajar este material implica “quitar el exceso, respetar la dirección de sus fibras y revelar la forma interior que ya existe”, un proceso que simboliza la posibilidad de dejar de lado lo superficial para descubrir la esencia propia. “La madera transmite calidez y tranquilidad, y es el material que nos identifica desde siempre. Por eso pensamos esta intervención en el espacio público, para aportar esa sensación al bulevar en un momento tan especial del año”, señaló Gustavo Balbiano, propietario de la firma.
Los pinos de madera también dialogan con una mirada más amplia sobre la inclusión y el respeto. Desde la empresa destacan que la propuesta alude a la neurodiversidad como una variación natural entre los cerebros humanos, del mismo modo que la biodiversidad expresa la coexistencia de distintas especies. “Todos somos neurodiversos por el solo hecho de pertenecer a la especie humana. Pensarnos desde esa singularidad es un paso hacia una sociedad más justa, equilibrada y honesta”, indicaron en su declaración institucional.
Además de embellecer el Paseo Yrigoyen, los arbolitos serán parte del calendario de actividades previstas para diciembre. El próximo 20, el bulevar será escenario de la “Navidad Encantada”, un evento impulsado por el municipio que tendrá como marco esta intervención, con los pinos iluminados como protagonistas.
Con esta iniciativa, el Paseo Yrigoyen suma un atractivo que combina arte, diseño y mensaje social, y se consolida como un espacio de encuentro donde la Navidad se vive caminando, mirando y compartiendo. Los pinos de madera, sencillos y únicos, ya son testigos de ese espíritu festivo que empieza a sentirse en la ciudad.