Después de que la concejal María Paz Caruso izara la bandera en el recinto, se dio comienzo a la sesión que duró, como hacía mucho no sucedía, media hora. La primera minuta de la agenda legislativa matinal fue la que requiere información sobre el estado actual del Anfiteatro Alfredo Williner, ubicado en barrio Ilolay.
Según los fundamentos, “desde hace varios meses no hay eventos públicos ni privados en el lugar, por lo que se presupone que el espacio esta subvaluado y desaprovechado”. Se pide conocer el estado de sus instalaciones, tareas de control y mantenimiento, y si el mismo será tenido en cuenta en la organización de los espectáculos programados por el Municipio para la Agenda de Verano u otros eventos.
En nombre de su bloque habló Caruso, quien puso en valor el espacio donado por una importante familia de la ciudad. “Fue un aporte a la cultura local en tiempos donde aún no se hablaba de responsabilidad social empresaria. Esta familia, a través de la Fundación Alfredo Williner hizo esta donación en el barrio Ilolay, y consideramos que es importante que la Municipalidad pueda honrar esa donación, hacerse responsable, y pensar que es uno de los pocos espacios descentralizados para la cultura en nuestra ciudad y el segundo con mayor capacidad, pudiendo albergar alrededor de 700 personas”, dijo resaltando la ubicación estratégica donde fue emplazado -entre Sacripanti y Av. Williner- y que permite hacer eventos al aire libre.
La concejal Mabel Fossatti, al pedir la palabra, adelantó la respuesta oficialista a la minuta. “Después de que las áreas técnicas correspondientes hayan hecho un recorrido a las instalaciones, evaluaron que los trabajos de recuperación que deben hacerse son numerosos y variados, los que ya comenzaron el año pasado. El lugar se encontraba en un estado muy deteriorado, prácticamente de abandono, y se comenzaron a hacer trabajos de manera paulatina”, dijo mencionando tareas de hidrolavado, plomería, impermeabilización de techos y arreglo en camarines.
“Hay una columna que está muy dañada y va a necesitar a futuro una submuración. El lugar se usó poco porque el estado de los camarines tenía riesgo de caída del cielo raso; a pesar de eso, nunca se rechazó algún pedido que se haya hecho. Cuando se cedió el lugar, se hizo bajo la premisa de que no se usaran los camarines para evitar cualquier tipo de problemas”, dijo mencionando los eventos realizados este año y los que se planean antes de que el mismo finalice.
“Creo que no está ni subvaluado ni desaprovechado, sino que estaba arruinado y habrá que tener un poco de paciencia para volver a recuperar lo que fue en su momento”, dijo para finalizar su discurso.
La segunda minuta solicita al Departamento Ejecutivo “proceda a hacer cumplir la ordenanza sancionada en marzo de este año referida a la actualización y agilización del procedimiento vigente para la disposición de los bienes inanimados que permanecen en sitios pertenecientes al dominio público privado municipal”. Según los fundamentos, “la ordenanza expresaba su utilidad para dar respuesta a la creciente cantidad de automotores abandonados, que generan inconvenientes en distintos sectores de la ciudad”.
Para defenderla, pidió la palabra la concejal Valeria Soltermam, recordando la modificación realizada a principios de año. “Hoy queremos conocer detalles de cómo está resultando y como se están llevando a cabo estas remociones porque nos parece fundamental seguir sumando herramientas que puedan colaborar con la seguridad vial. Nuevamente nos ponemos a disposición para seguir trabajando en ese sentido. Es difícil y complejo abordar este tipo de problemáticas, pero aquí estamos para seguir trabajando y tener un tránsito más seguro en Rafaela”.
Seguidamente habló el concejal Augusto Rolando recordando también el proyecto votado con unanimidad por todos los concejales gestado con el objetivo de brindar espacios seguros y limpios en la vía pública. “Nace también por un pedido concreto de Protección Vial y Comunitaria, encargado de emplazar y sobre todo de agilizar el proceso lento que tenía el retiro los vehículos abandonados. En cuanto a esta minuta, parte de una situación concreta en el barrio Jardín, que por un trabajo conjunto que hicimos con Vale (Soltermam) lo logramos solucionar estos días. Se está trabajando, hay intención de poner la ordenanza en funcionamiento y de tener espacios seguros en Rafaela, libre de obstáculos”, dijo compartiendo datos de un relevamiento de autos abandonados y trabajos realizados al respecto.
Por último, se trató la minuta impulsada por el concejal Juan Senn, que solicita evalúe la posibilidad de dejar de manera permanente las cajas de toma de corriente en aquellos lugares públicos donde se celebren eventos públicos. Al defenderla el edil, sostuvo que “se necesita un Estado más ágil y más moderno, y para eso se deben desburocratizar los procesos que lleva adelante el Ejecutivo”.
“¿Qué ocurre en este caso? El sector privado, en este caso los emprendedores, presentan ante el Ejecutivo un pedido para utilizar el espacio público y, naturalmente, que se cuente en esos sectores con cajas de tomas de luz para poder conectar los artefactos. Una vez que se presenta esa nota, la secretaría que la recibe empieza a darle curso por otras áreas, lo que lleva tiempo, papel y más decisiones. Autorizada la instalación de la toma de luz, tiene que ir una cuadrilla especializada a instalar ese tablero en forma transitoria. Estamos pidiendo que, en determinados lugares, la misma quede de forma permanente -obviamente cuidando la integridad de las personas que circulan en el sector-, para que cuando se autorice el uso del espacio público para llevar adelante un evento, directamente puedan conectarse. De esta forma acortamos la burocracia interna, evitando también la etapa posterior de instalación provisoria de un tablero por parte de un empleado municipal”, explicó el funcionario minutos antes de que se de por finalizada la sesión.