En primavera y verano aumenta la presencia de alacranes, especialmente del Tityus trivittatus, la especie más frecuente y peligrosa en nuestra región. Presenta una cola con aguijón y púa, pinzas alargadas y el dorso con tres rayas longitudinales oscuras
Es importante tener en cuenta que son animales de hábitos nocturnos que buscan refugio en grietas, desagües, escombros y objetos dentro del hogar. Con acciones simples es posible reducir el riesgo de contacto accidental, como por ejemplo, mantener la casa libre de escombros, ladrillos, tejas y leña ayuda a evitar lugares de refugio.
Otras de las acciones para prevenir su ingreso al hogar es sellar grietas u orificios en paredes y techos, colocar burletes en puertas y ventanas e instalar malla metálica en las rejillas de baños y cocinas. Se recomienda usar tapones en piletas y bidets.
Las picaduras ocurren con mayor frecuencia de noche y en los miembros inferiores. Para prevenirlas, se sugiere evitar caminar descalzo y revisar la ropa o calzado antes de usarlo, especialmente cuando estuvo en el piso. También se aconseja alejar camas y cunas de las paredes, revisarlas antes de acostarse y evitar que sábanas o cubrecamas toquen el suelo.
El síntoma principal ante una picadura es un dolor intenso en la zona. En niños pueden aparecer palidez, náuseas, vómitos, salivación excesiva, piel de gallina o palpitaciones. En todos los casos se debe concurrir rápidamente al efector de salud más cercano. Mientras se realiza el traslado, se puede colocar frío local para aliviar el dolor.
Se debe tener en cuenta que los envenenamientos provocados por estos animales pueden ser graves e inclusos letales, pero prevenibles y tratables.