El centro del país, y fundamentalmente en gran parte de la provincia de Santa Fe, y tal como lo había adelantado este medio en su sitio web el pasado miércoles, continúa en alerta amarillo por tormentas fuertes para este último fin de semana del mes de agosto, emitido durante la tarde de este viernes por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). El aviso rige desde la mañana de este sábado 30 y se extenderá durante todo el domingo 31 de agosto, con condiciones de mal tiempo que afectarán gran parte del territorio santafesino.
De acuerdo al reporte del SMN, el área será afectada por lluvias y tormentas embebidas de variada intensidad desde la hora 8 de mañana, algunas localmente fuertes. Se espera que las tormentas puedan estar acompañadas fundamentalmente por abundante caída de agua en cortos períodos, además de actividad eléctrica, ráfagas y ocasional caída de granizo. Y en esete sentido, se prevén valores de precipitación acumulada entre 30 y 50 mm, pudiendo ser superados de forma puntual.
En la zona centro y sur de Santa Fe, donde se encuentra nuestra ciudad, se esperan precipitaciones que podrían superar los 100 mm en todo el fin de semana.
En la zona norte de la provincia, las lluvias también estarán presentes, aunque con acumulados menores, en torno a 30 mm, extendiéndose incluso hasta el lunes 1° de septiembre.
Además, se anticipa que la humedad será muy elevada, con un ambiente propicio para tormentas fuertes. Los vientos del noreste, que inicialmente soplarán con ráfagas intensas, rotarán hacia el sur durante el domingo, marcando el final del episodio de inestabilidad.
EL MITO DE LA TORMENTA DE SANTA ROSA
A nivel popular, en fechas cercanas al 30 de agosto de cada año, se suele esperar la ocurrencia de una fuerte tormenta a la que se denomina: "Tormenta de Santa Rosa", en coincidencia con la festividad de Santa Rosa de Lima, patrona de la Iglesia Católica de Lima, de Hispanoamérica, de las Filipinas y de las Indias Orientales. Existe, además, la creencia popular de que se trata de una de las peores tormentas del año.
Las estadísticas del SMN aseguran que, desde 1906 y hasta 2024, muestra que en los 119 años de registros del Observatorio Central Buenos Aires, en 68 oportunidades (en el 57% de los casos) se produjeron tormentas en los días próximos al del santoral de Santa Rosa de Lima, si bien no siempre estuvieron asociadas a precipitaciones intensas y/o abundantes. Cabe destacar el aumento de la frecuencia de tormentas que se observa a partir de la década del 90: sólo en 1995, 2005, 2006, 2007 y 2013 no se observó este fenómeno durante los días considerados.
Las décadas con mayor frecuencia de este "episodio" son la del '90 y ‘10 (9 casos) y la del '50 (8 casos). Así mismo entre los días considerados pudieron haber tenido lugar episodios de lluvias sin tormentas, los cuales no fueron considerados en el análisis, como bien se aclara al principio de este informe. Tal es el caso, por ejemplo, del año 2010 que durante el día 2 de septiembre precipitaron más de 45 mm pero sin observarse tormentas. En cambio durante el día 31 de agosto del mismo año llovieron sólo 18 mm, pero con tormentas, por lo que es éste episodio el considerado para el análisis del informe ya que cumple con el criterio pedido. Es de resaltar la tormenta ocurrida entre el 30 y 31 de agosto de 2024 ya que hasta el momento fue la más intensa registrada. Esta tormenta fuerte afectó a una amplia zona del centro del país.
Vale la pena aclarar que la llamada “Tormenta de Santa Rosa” no se observa en todo el país. Excepto en el este y el centro del país, es difícil que se manifieste con actividad eléctrica. En el noroeste argentino, la extrema sequedad del aire en esta época del año hace muy poco probable la ocurrencia de actividad tormentosa.
LEYENDA
En 1615, ante el posible desembarco de naves de piratas holandeses en Lima, Perú, una mujer llamada Rosa rogó a Dios que proteja a la ciudad de los asaltantes. Sin aviso, se desató una tormenta feroz que impidió que las embarcaciones llegaran a tierra. Los creyentes le atribuyeron el poder místico a la religiosa.