El próximo lunes, los trabajadores de la industria del vestido celebrarán su día en un contexto económico y laboral marcado por la incertidumbre y la caída de la actividad. En Rafaela, el Sindicato Obrero de la Industria del Vestido y Afines (SOIVA) organizará un almuerzo de camaradería en su predio recreativo, donde los afiliados podrán compartir un momento de encuentro y reflexión.
En realidad, el Día del Trabajador de la Industrial del Vestido se conmemora cada 14 de octubre, pero por un acuerdo entre organizaciones sindicales y empresarias se fijó para el tercer lunes de octubre.
Marcelo Lombardo, secretario General de la seccional Rafaela y dirigente de la Federación Nacional, describió la situación actual del sector como “una de las más difíciles de los últimos años”. Según datos de la Fundación ProTejer, en el país han cerrado más de 380 empresas textiles, de indumentaria y calzado, con la pérdida de 11.500 puestos de trabajo registrados. Además, seis de cada diez empresas redujeron su personal o suspendieron trabajadores, mientras la capacidad instalada se encuentra “en niveles mínimos”.
“Estamos frente a un escenario muy complejo -advirtió Lombardo- producto de la apertura indiscriminada de importaciones, la caída del consumo interno y la falta de políticas de protección a la industria nacional. No se puede competir con productos importados que provienen de países donde no existen derechos laborales ni, en muchos casos, derechos humanos”.
El dirigente remarcó que la crisis “no debe descargarse sobre las espaldas de los trabajadores”. En ese sentido, señaló las dificultades que enfrenta el gremio en las negociaciones paritarias, en medio de una inflación que sigue deteriorando el poder adquisitivo. “Es prácticamente imposible llegar a acuerdos. No se sale adelante ajustando salarios ni debilitando derechos. El salario no puede verse solo como un costo, sino como un motor de consumo, de desarrollo y de dignidad”, enfatizó.
Para Lombardo "es imprescindible recomponer los ingresos de los trabajadores que vienen perdiendo poder adquisitivo frente a la inflación que aún en sus registros oficiales no refleja la verdadera realidad de la vida cotidiana, porque los alquileres, los alimentos, los transportes, los servicios, todas las obligaciones del día a día que deben enfrentar las familias trabajadoras están siempre por encima de los registros oficiales que miden la evolución de los precios".
En Rafaela, el sector aún logra sostener los puestos de trabajo, aunque Lombardo admitió que “hay una caída muy importante en la producción”. A su vez, destacó la actitud de los industriales locales que “han hecho un esfuerzo por mantener las fuentes laborales”, aunque reconoció que “más tarde o más temprano, la crisis nacional también impacta en nuestra ciudad”.
Otro de los temas que preocupa al sindicato es la sostenibilidad de los servicios de salud que brinda la obra social del gremio. “Cuando el salario pierde, no solo pierde el trabajador: pierde la familia, la industria y también se debilitan los servicios solidarios como la obra social. Sostener las prestaciones se hace cada vez más difícil”, señaló.
En la actualidad, SOIVA Rafaela cuenta con 650 trabajadores afiliados, mientras que a nivel nacional el convenio colectivo de la actividad representa a unos 25.000 empleados, aunque con una pérdida progresiva en los últimos años.
El Día del Trabajador del Vestido se celebra cada tercer lunes de octubre, según lo establece el convenio colectivo, con el objetivo de no superponerse con el feriado del 12 de octubre. “Vamos a compartir un almuerzo entre compañeros, un momento necesario para reafirmar el valor del trabajo y la solidaridad en tiempos difíciles”, destacó Lombardo.
Finalmente, anticipó que el sindicato ya se encuentra preparando su predio recreativo para la temporada de verano, con tareas de mantenimiento y mejoras en las instalaciones. “No incorporamos nuevas estructuras, pero hacemos todo el esfuerzo por mantener el lugar en condiciones para que las familias puedan disfrutarlo con dignidad”, concluyó.