“La Tigresa” Marcela Acuña, multicampeona de box, entró al recinto del Concejo Municipal de Rafaela pasadas las 9 para recibir un reconocimiento por su trayectoria deportiva. Muy sencilla, tomó asiento en la mesa central, escoltada a ambos lados por los ediles y por su esposo, Ramón Chaparro.
En sus palabras de bienvenida, el presidente del Concejo, Lisandro Mársico le agradeció a Marcela Acuña ya que no es habitual recibir visitas de trayectoria internacional ligadas al deporte. “Estamos emocionados de tener a una campeona no solo arriba del ring sino por lo que ha sido tu trayectoria. Creo que todos coincidimos en que sos una campeona de la vida”, le dijo Mársico, contando a los presentes que la boxeadora está atravesando un momento especial ya que en marzo se retirará oficialmente del boxeo con su última pelea en un evento deportivo a realizarse en Neuquén.
Seguidamente, Acuña tomó el micrófono y comenzó agradeciendo la invitación, la presencia de todos y en especial la de Mauro Lobos, del Club San Gabriel y promotor de la velada de esta noche: “Más que agradecida por poder estar acá con ustedes, esto me hace recordar mis pasos por la política de la que también me estoy retirando. Soy una mujer muy activa y trato de superarme día a día, no solo en la parte boxística a la que le estoy por poner un punto final, aunque me duela. Me cuesta mucho decir: hasta acá llegamos y colgamos los guantes y nos dedicamos a hacer otra cosa, pero sabemos que todo tiene un principio y un final, y que ya es momento de poder transmitir también todos estos años de experiencia desde otro lugar, esto que vengo realizando desde hace tantos años”, dijo quien, como si fuera poco, en noviembre del pasado año se recibió de periodista.
Luego los concejales efectuaron algunas preguntas, comenzando el concejal Juan Senn que le pidió que relate sus comienzos deportivos hasta llegar a ser campeona mundial. “Empecé a los siete años a hacer “full contact” (deporte derivado de las artes marciales tradicionales y el boxeo), ya desde chiquita me gustaban los golpes y hacía boxeo con patadas ya que en ese entonces no había boxeo femenino. Me gustaba mucho todo lo que era deporte de contacto. A diferencia de los que muchos pueden pensar, era una nena muy tranquila, es más, mis maestras no podían entender que por la mañana estaba en el colegio sentadita como una “lady” y por la tarde me calzaba unos guantes y empezaba a tirar piñas y patadas”, dijo generando risas en el ambiente.
Contó que siempre entrenaba en el gimnasio, y que la conducta que tuvo hacia esa disciplina la trasladó al boxeo femenino, que aún no existía en la Argentina. “Siempre fui muy competitiva y quise superarme a mí misma en todas las cosas que iba logrando y creo que eso también fue lo que me ayudó no solo a lograr que el boxeo femenino esté vigente en el país, sino también, todos los títulos de todas las entidades. En la categoría supergallo soy la única argentina que logró los cuatro títulos mundiales de las entidades más importantes que rige el boxeo, pudiendo pelear con las mejores del mundo de mi categoría” , dijo. “En el 2001, logramos que la Federación Argentina de Box pueda reglamentar el boxeo femenino no sin antes yo haber salido del país y enfrentar en 1997 a Christy Martin (en Florida), que para la gente del boxeo femenino era el ícono a nivel mundial. Fue la primera mujer que empezó a jugar en las grandes veladas, apareciendo en televisión en eventos internacionales de boxeo. Todas las que mirábamos boxeo mundial empezábamos a imitarla. Peleo nada más ni nada menos que con mi propia ídola y referente por quien había iniciado esta carrera. Pierdo por puntos, pero ella ya venía con treinta peleas y yo estaba haciendo mi debut. Para mí fue un gran logro. Algo que hice y no aconsejo, es que me salteé toda la parte del amateurismo. Directamente fui y peleé con la mejor del mundo en ese momento, lo que fue bastante polémico y en lo que los medios no ayudaron mucho”, contó.
Los medios de comunicación fue el sector que más le costó convencer cuando todavía el boxeo no era considerado apto para las mujeres, siendo las boxeadoras de ese entonces contadas con los dedos de las manos. “El que haya ido a Estados Unidos a pelear no se pudo tapar; si era solo una pelea interna, desde la Federación Argentina de Box no hubiese pasado a mayores, sin embargo, hice algo que no pudieron evitar”, aclaró la deportista, que nació en octubre de 1976 en Formosa.
Con respecto al primer título mundial obtenido, Acuña relató que “eso para la carrera de una deportista marca un antes y un después, pero también lo marca en la historia del deporte argentino”.
Un fallo polémico con una pelea por el título mundial en Córdoba en el 2002 y otras circunstancias, provocaron en ella una crisis que la llevó a pensar en dejar la carrera deportiva. “Gracias a Dios no lo hice, y gracias también a uno de los presidentes que tuvo la Federación por mucho tiempo, que fue Osvaldo Bisbal. Cuando le plantee la posibilidad de dejar me dijo: “Todos los grandes tienen una mala noche, y vos tuviste tu mala noche”. “Fíjense cuando a veces uno necesita una palabra de aliento que fuerte puede llegar a ser. Yo le dije que todavía no había comenzado a hacer nada y él me dijo “te equivocás, vos lograste el boxeo femenino acá en Argentina, ya sos una grande”, expresó.
“De ahí en adelante, eso me abrió la cabeza y dije: voy a salir adelante y acá estamos, con todos los títulos que gané y todas las peleas en las que participé. Después obtuve el título mundial en el 2003. Creo mucho en Dios y sé que el tenía reservado algo diferente para mí, por eso no gané en la ciudad de Córdoba, ni en Bolívar, porque tenía que ganar el título mundial nada más ni nada menos que en el Luna Park, el templo mayor para los boxeadores”, contó orgullosa.
El 6 de diciembre de 2003, La Tigresa se convirtió en la primera campeona mundial argentina al conquistar el título supergallo de la Asociación Internacional de Boxeo Femenino y además se transformó en la primera mujer en protagonizar una pelea en el mítico Luna Park.
Tras destacar el rol de Acuña en la revalorización de esta disciplina que antes era exclusivamente masculina, el concejal Martín Racca le preguntó a la campeona como ve a este deporte como motor de la reinserción social y canal de transmisión de valores en la juventud. “En los últimos años el boxeo cambió al incorporar a niños vulnerables. El boxeo encontró el camino para atraer a niños y a jóvenes a esta disciplina porque les dio un motivo diferente por el cual luchar. La vida es una lucha constante, así como el boxeo, y ellos encontraron su motivación a través de él, siendo esto beneficioso para batallar contra uno de los grandes flagelos que son las adicciones. He recorrido mucho el país y vi que a través del boxeo han salido de las adicciones, han encontrado su rumbo y el aprendizaje de valores, algo que hoy se deja muy de lado”, le respondió. “Eso es lo que he hecho yo y he tratado de transmitir constantemente a estas nuevas generaciones de deportistas: que lo que se logra con trabajo dura mucho más que lo que se logra por un regalo o por arte de magia”, agregó al respecto.
A nivel personal, contó que trata de superarse día a día. “Me miro al espejo y me digo: nena, ¿qué vamos a hacer hoy? A vos hoy te voy a ganar; a mí misma me lo digo, y así me supero. La única forma de poder llegar a los objetivos, es trabajando duro todos los días. Los sueños no se hacen realidad durmiendo sino trabajando. Eso es lo que a mí me transmitió el deporte”, dijo en base a su propia experiencia en la que encontró muchas trabas que supo superar.
También reconoció que gracias a muchos influencers boxeadores, el deporte hoy se está difundiendo a gran escala. “Están haciendo algo bueno y nosotros que estamos dentro del boxeo, en vez de criticar, debemos aprender. Aprendamos qué es lo bueno que están haciendo para tener tantos sponsors, logrando que los gimnasios se llenen de jóvenes con el sueño de estar en una gran pelea y ser famosos. Cuantos menos pibes haya en las equinas sin hacer nada, ya le estamos ganando una de las grandes batallas a las drogas. Creo que hay que seguir promocionando, aprendiendo y criticando menos”, recalcó.
El concejal Ceferino Mondino, quien junto a Senn tuvo la iniciativa de invitarla al Concejo, también se dirigió a ella, agradeciendo su presencia y coincidiendo en cuanto a la idea de incorporar al deporte como herramienta de prevención social juvenil. Al respecto, ella le contestó: “El único momento en que el Estado se haga cargo del deporte, es cuando se empiece a dar cuenta que es una necesidad que esté incorporado y no que sea solo algo recreativo o de hobby. Cuando el Estado pueda separar eso, recién ahí le va a dar la importancia, y ustedes tienen una herramienta muy importante acá dentro del Concejo, donde podrían hacer grandes proyectos para que el deporte sea incorporado como una necesidad, no recreativamente”.
Opinó también que hay que captar a los chicos desde temprana edad, y guiarlos en el deporte para que cuando lleguen a la adolescencia, ya estén focalizados en él y no inclinados hacia otras cosas. “Es primordial que el Estado está presente en una sociedad que considera que el deporte es fundamental para el bienestar social. Tiene que salir del Estado porque lamentablemente, para que un chico vaya a un club tienen que pagar. Hoy la sociedad está pasando por una etapa económica muy difícil, entonces la mamá o el papá, antes de mandar a su hijo a un club, va a elegir darle de comer, vestirlo, etc. pasando el deporte otra vez a ser secundario, recreativo, solo para el que puede pagar, etc. Desde el marco de una Municipalidad, por ejemplo, se puede tener un polideportivo donde se haga actividad deportiva gratis pagándole a los profesores”, dijo mencionando que así lo hacen en el club municipal de Tres de Febrero donde ella entrena.
“El deporte es una gran herramienta no solo social para que estos chicos se sientan identificados, sino también para bajar el stress y sentirse útil. Hablo de todas las edades; el deporte tiene que ser incorporado no solo en los jóvenes sino también en la tercera edad. Cuántos abuelos que no hacen nada, están encerrados en sus casas y terminan falleciendo porque no se sienten útiles para nada. Que vayan a hacer actividad física, que vayan a bailar, y que desde el Estado se les dé la oportunidad para que ellos puedan hacerlo de forma gratuita. Creo que sería un Estado presente con todos los brillos y colores, sinceramente. Hay que cambiar la mentalidad del Estado porque considera que el deporte solo es recreativo o para un pasatiempo”, dijo en los minutos finales del encuentro.
Luego, se le hizo entrega de una distinción y un obsequio, y los concejales se unieron a ella para inmortalizar el recuerdo de su grata visita en una foto.
Comentarios