En una iniciativa inédita para el sistema público de salud de la ciudad de Rosario, el Hospital de Niños Víctor J. Vilela comenzará a implementar un programa de acompañamiento emocional con perros para pacientes internados. El proyecto se enmarca en el decreto Nº 66.780 del Concejo Municipal, que habilita la presencia de animales de compañía en espacios de atención sanitaria bajo protocolos específicos.
La propuesta surgió del trabajo conjunto de un equipo interdisciplinario e interinstitucional, que incluye al personal del hospital y a profesionales del Instituto Municipal de Salud Animal (Imusa), quienes participaron en la confección del protocolo que regula el ingreso y las condiciones sanitarias de los animales.
“Estamos todos muy emocionados, muy contentos con esta propuesta. Es algo nuevo pero con antecedentes exitosos en otras instituciones y en el mundo. Está comprobado que el acompañamiento de los perros tiene un alto impacto positivo en la recuperación emocional de los pacientes”, destacó a Conclusión Nelly Guaimas, subdirectora del Hospital de Niños Víctor J. Vilela e integrante del equipo coordinador del proyecto.
Según explicó, los efectos de la presencia de perros en contextos hospitalarios son múltiples: reducen el estrés, mejoran el ánimo y favorecen la adherencia a los tratamientos médicos.
“En el Sanatorio de Niños nos contaron una experiencia que nos conmovió mucho: un niño que se alimentaba con sonda pudo comenzar a comer por sus propios medios gracias a la compañía del perro durante su recuperación. Son resultados que nos motivan a seguir adelante”, relató Nelly.
EL PROTOCOLO ELABORADO CONTEMPLA TRES EJES FUNDAMENTALES
- Salud del niño: el médico pediatra evaluará cada caso y autorizará la presencia del perro, garantizando que el paciente no esté inmunocomprometido.
- Salud del animal: el perro deberá contar con todas las vacunas al día, estar desparasitado y mantener condiciones adecuadas de higiene.
- Supervisión técnica: el programa contará con la participación de Elisa Martino, coordinadora de Imusa y médica veterinaria, junto al adiestrador canino Juan, quienes acompañarán la implementación durante los seis meses de prueba piloto.
Por el momento, el decreto solo autoriza la presencia de perros -no de otros animales- y el hospital ya cuenta con varios candidatos, uno de los cuales sería seleccionado en los próximos 15 días para comenzar con las primeras experiencias.
“Este paso nos tiene muy conmovidos y felices. Es una forma de humanizar aún más la atención y acompañar a nuestros niños en su proceso de recuperación”, concluyó Nelly entusiasmada.