POR GIMENA BESSONE
Este jueves 11 de diciembre el Centro de Formación Profesional N° 5 de Rafaela llevó adelante la muestra de fin de año de los talleres de "Indumentaria textil" y "reparación de calzado". Ambas se realizaron en las instalaciones del Centro, ubicado en calle Arenales al 987 y estuvieron abiertas al público durante toda la tarde.
El área de formación en Industria textil se conforma por tres talleres: Modista, Blanco Hogar y Corte y Confección, todos a cargo de la profesora Noemí Acevedo. En ellos las alumnas se pasan el año aprendiendo a confección diversas prendas. Por tal motivo, desde las 14 horas el pasillo central de la institución le daba la bienvenida a los visitantes con una colorida muestra de ropa.
Distribuidas en percheros, similares a los de las tiendas de indumentaria, las creaciones de los talleres de Modista y Corte y Confección destacaban por su originalidad y variedad. Comenzando el recorrido con un deslumbrante vestido color bordó, las prendas iban desde remeras y pantalones básicos en todos los colores, hasta polleras y vestidos con brillos y estampados florales, cada uno con contaba además con un cartel que indicaba el nombre de la creadora y el taller en el fueron llevados a cabo.
Noemí, estudiante del taller de Modista, expresó que su experiencia a lo largo de todo el año fue excelente. "De mi parte no tengo más que agradecimiento, porque fue un grupo humano hermoso y con mucho compañerismo". También informó que este fue uno de los talleres más solicitados, ya que en un principio eran más de 70 las inscriptas, pero por cuestiones de disponibilidad se sortearon los lugares para 18 alumnas.
"La primera parte fue toda teórica, aprender a sacar medidas, a hacer pinzas, hacer y acomodar los moldes. Después de las vacaciones de invierno empezamos a confeccionar", explicó. Y finalizó diciendo que "la satisfacción de plasmar el molde y ver después la prenda terminada, es enorme".
Mientras tanto, en las salas ubicadas a los costados la atención se la robaron los colores blancos y pasteles, pertenecientes a los diseños del taller de Blanco Hogar. Allí María Silvia comentó que "en este curso se hace todo lo que es almohadones, toallas, cortinas, caminos de mesa, equipos para mate o lo que más guste. Con telas nuevas o recicladas a las que después se les agrega las terminaciones, que se pueden pintar o bordar". También siendo un taller anual, no se plantea un limite de edad, pero el grupo estuvo conformado enteramente por mujeres. Además, tanto las alumnas como su profesora destacaron que este taller, al ser tan variado en lo que se puede crear, le permitió a varias crear su propio emprendimiento.
Por otro lado, a partir de las 18 horas en el segundo piso comenzó la muestra del curso de Reparación de calzado, a cargo de la profesora Rocío Toledo. Ella informó que si bien es uno de los talleres con menos estudiantes en comparación con otros, es un oficio muy demandado en Rafaela: "Es un oficio muy demandado, hay muy pocos zapateros en la ciudad y de generaciones muy grandes que se quedaron con un trabajo del oficio que estaba ligado a otras materialidades, como el calzado de cuero, la suela de caucho y hoy en día hay mucha variedad de calzado, con materiales que a veces los zapateros grandes no saben como tratar. Acá vemos técnicas para reparar esos materiales".
"Es un taller anual enfocado en la restauración de calzados, no solo en la reparación, sino también en el trabajo estético del calzado, en la renovación, el cambio de estilo, la actualización según la moda. Los alumnos acá en la escuela aprenden las técnicas básicas de la reparación, el oficio y también técnicas que tienen que ver más con la creatividad y el diseño. Tenemos un modulo de trabajo donde practican mucho el dibujo para hacer los moldes". "Es un curso bastante amplio, se trabaja mucho porque hay mucho para aprender".
Sin embargo y pese al esfuerzo, es un oficio muy apreciado por sus alumnos. Daniel, integrante del taller y Veterano de la Guerra de Malvinas, expresó el cariño que siente por la profesión: "Soy Veterano de Guerra de Malvinas y me interesó siempre la zapatería. En el año 85 me buscaba un zapatero, pero como estuve 3 años internado y no estaba bien de los nervios, yo estaba buscando mi vida y buscándome yo, así que no le presté mucha atención. Después pasó el tiempo y cuando el año pasado mi hija se anotó en costura y me dijo de probar con zapatería, empecé. Mi objetivo es reciclar, porque en esto de zapatería y restauración se recicla mucho, hay mucho material. Los tres modelos que hice son reciclados, por eso lo hago, para aportar un poco a la ecología con el oficio".
Dispersos en varias mesas, los visitantes podían ver los diseños expuestos por los alumnos, desde zapatillas reparadas, hasta sandalias completamente renovadas. Ambas muestras resaltaban la originalidad y creatividad.
El Centro de Formación Profesional de Rafaela lleva adelante más de 30 cursos a cargo de 20 docentes e instructores, los cuales se desarrollan en 12 entornos formativos actualizados acorde a la demanda socioproductiva actual. Funciona en los turnos mañana, tarde y noche y egresan más de 500 alumnos por año, los cuales logran su rápida inserción en el mercado laboral local y regional. Las inscripciones son en febrero y comienzan en marzo.