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Locales Viernes 15 de Agosto de 2025

Morir o vivir en el camino

Desde hace años, la estadística indica que cada 24 segundos muere una persona en el mundo por un accidente de tránsito. La importancia de nuestras acciones y decisiones en las calles o en las rutas para nuestra vida.

Agrandar imagen PROBLEMÁTICA. La (mala) conducta al volante puede generar consecuencias irreversibles.
PROBLEMÁTICA. La (mala) conducta al volante puede generar consecuencias irreversibles. Crédito: FOTO ARCHIVO

Por Antonela Cerutti *

Las reglas no funcionan cuando no existe responsabilidad de acción. Los objetivos de los decenios, las propuestas, los documentos, las resoluciones, las leyes, ordenanzas y demás mensajes solo son palabras bien escritas si no son llevadas a la práctica. Incluso este texto, no va a dejar de ser uno más de tantos otros si no te convence a vos de poder cambiar una mínima tradición en tu vida diaria.

Es que cuando salimos de casa nos exponemos al riesgo. ¿Cuál riesgo? El que hoy, y desde hace decenas de años atrás, es la principal causa de muerte en los jóvenes y la tercera, en todas las edades: los accidentes de tránsito. Léase bien: la primera causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años, según datos de la Organización Mundial de la Salud.

Abrimos la puerta de casa para ir a trabajar, a hacer las compras, a cumplir con las obligaciones familiares, a recrearnos, ¡a lo que nos dé la gana! Y es allí, donde al desplazarnos en la vía pública, comenzamos a convivir -o quizás deba decir a “sobrevivir”-, con otros actores que también se movilizan para llegar a sus destinos.

La primera decisión comienza puertas adentro: ¿en qué me muevo y cómo lo voy hacer? “¿Cómo está el día? ¿Está garuando? ¿Saco la moto igual?”; “me voy a una joda, le digo a mi viejo que me lleve y después me vuelvo en remís así puedo tomar alcohol”; “me preocupan mis deudas, mientras conduzco voy a pensar cómo generar nuevos ingresos”; “mi mamá no anda bien, voy a pasar a visitarla”; “no pude descansar bien, mi vecino hizo ruido toda la noche, pero tengo un viaje programado”. Cada día no es igual a ningún otro, traemos cargas emocionales que nos acompañan y cambian continuamente.

Es por eso que es de suma importancia la primera decisión que tomemos: salir con las medidas de seguridad viales. ¿Sabemos cuáles son? ¿Las reconocemos? ¿Somos conscientes del riesgo que implica circular sin éstas?

En un accidente de tránsito participan tres factores: el entorno, el vehicular y el humano. El entorno es lo referido al diseño y al estado de la calzada, el clima y los obstáculos. El vehicular es el medio en el que nos movemos, su estado y mantenimiento. El factor humano incluye las conductas y las decisiones de las personas.

En más del 90% de los siniestros, los responsables de las causas son las personas. El famoso “error humano”. Si bien existe una combinación de los tres factores, en cualquier parte del mundo donde vos quieras situarte más del 90% de los siniestros viales es por causa de las personas. Pensarás: ¡lo repetiste! Sí, lo repetí porque las personas somos nosotros. Sos vos que estás leyendo, soy yo que escribo, es tu familia, son tus vecinos y los míos, tus amigos, los cientos de desconocidos que nos cruzamos en nuestra vida diaria. Somos todos nosotros quienes podemos cambiar estas situaciones de inseguridad vial.

En la vía pública la responsabilidad es compartida, cada conducta que optemos asumir no solo afecta la seguridad propia sino la de los demás. Es determinante lo que hacemos y lo que vamos a hacer para cuidar la vida: la nuestra y la del prójimo.

Desde hace años, la estadística indica que cada 24 segundos muere una persona en el mundo por un accidente de tránsito. Un accidente que se puede prevenir. ¿Cuánto has tardado en leer este artículo? Allí, en ese tiempo, hubo alguien que salió sin casco, que no se ató el cinturón, que llevó a su hijo upa para dar un paseo en auto o en moto, que atendió el teléfono mientras conducía, que no frenó en el semáforo cuando estaba en rojo, que fue más rápido que la velocidad indicada en el cartel, que bebió una botella de vino antes de volver a casa.

He aquí la segunda ola de decisiones que deberemos tomar, basadas en la responsabilidad ciudadana en la vía pública. Estas son las decisiones que nos van a alejar o acercar realmente de morir o vivir en el camino.

(*) Ingeniera Civil – UTN Rafaela. Ex directora de la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV) de Santa Fe. Directora de la Diplomatura en Gestión de la Seguridad Vial, UTN Rafaela, de septiembre a diciembre de 2024.

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