Por Silvina Frana (*)
Administrar bien las
cuentas públicas
Silvina Frana (*)
La provincia de Santa Fe no es ajena al escenario favorable, que destacados economistas plantean a nivel nacional, con un importante incremento de recaudación (se estima un promedio mayor a un 32%), y un correlativo aumento en las transferencias automáticas a provincias por encima del 35%. A su vez, la Provincia contiene la ventaja adicional de haber sido entregada al Frente Progresista con cuentas ordenadas, sin endeudamiento y con ahorros –más de 1.600 millones de pesos en caja al 31/12/2007-, (todo esto certificado por una auditoría encargada por el propio Gobierno entrante, y con un poder adquisitivo muy superior al actual). Digo ventaja porque es un piso importante a diferencia de otras provincias que hoy mismo tienen necesidad de endeudarse.
Si tenemos en cuenta lo sucedido en 2010, este desarrollo tiene su causa en tres pilares fundamentales: crecimiento económico, inflación y exportaciones (en particular las de soja).
La provincia recibió en el año 2010 la suma de 2.693 millones de pesos más de coparticipación nacional que en el año 2009, un 38,9% adicional incluido el Fondo Solidario, porcentaje cercano a un 20% por encima de lo presupuestado. A su vez la reforma tributaria aprobada, le permitió recaudar a noviembre del año 2010, $ 300 millones más en concepto de Impuesto Inmobiliario (116% adicional) y Patente (41,8%), y $ 965,6 millones adicionales de Ingresos Brutos, en los que incidió no sólo la reforma tributaria, sino la inflación y la actividad económica.
Volviendo a los análisis nacionales de destacados economistas, ya analizando el comportamiento del mes de enero 2.011, se estima en base a la recaudación proyectada, que las transferencias por coparticipación ascenderían a $ 9.310 millones durante Enero (+42.3% i.a.), superando la tasa alcanzada en diciembre último (40.9%). A lo que si le adicionamos el Fondo Federal Solidario podría estimarse que el incremento de transferencia automática a las provincias para el primer mes del año podría alcanzar el 45%.
¿Qué va a hacer el gobierno de Binner con este incremento de recaudación, que de cumplirse, va a estar por encima de lo presupuestado con parámetros de un 15% de inflación y un 5% de crecimiento económico?
El gobierno de Binner, va a contar en el próximo año, con recursos financieros altamente superiores a los que administró la última gestión justicialista en el 2007, cuando el total de gastos ascendía sólo a $ 8.200 millones, mientras que para el 2011 se prevén $ 25.000 millones. Es decir, más de un 200% de incremento. Esta cifra puede ser puesta en perspectiva señalando que ningún índice de precios -de consultoras privadas, no del Indec- aplicados a fin de hacer comparaciones en términos reales, estiman un incremento superior al 100% desde el 2007, lo que llevaría a situar los mayores recursos financieros de la actual gestión en cerca del doble de los fondos del año 2007.
Pero un análisis minucioso de lo acontecido hasta la actualidad durante esta gestión genera pocas esperanzas de estar frente a un salto de calidad en la forma de gastar, ya que comparando el acumulado a los meses de noviembre 2007- 2010 (último dato publicado), podemos afirmar que:
1) Mientras los recursos corrientes (en términos nominales) crecieron un 111,05%, las erogaciones lo hicieron en un 124,83%.
a) Analizado de otro modo, si consideramos la inflación real y la estimada para los cuatro años de gestión del socialismo, la misma rondaría el 88,4% en tanto que los gastos de funcionamiento del Estado han crecido- sin considerar las remuneraciones- el 207%, pasando de $ 1.088, 5 millones para el año 2007 a un presupuesto para el 2011 de $ 3.343,5 millones. Las causas de este significativo incremento carecen de justificación aparente, y no fueron fundamentados ya que hubo pocos pedidos de informe que se contestaron.
b) Por otra parte el costo acumulado en el periodo diciembre 2007 - julio 2010 de las políticas salariales ha sido de un 73%, el aumento del costo de la masa salarial de los funcionarios políticos fue del 150%, por lo que sería una necedad intentar justificar el déficit responsabilizando a los trabajadores públicos.
2) Mientras los recursos de capital crecieron un 273,72%, las erogaciones también de capital solo lo hicieron un 43,35%, ya que en noviembre del año 2007 el total de recursos de capital era de 197,10 millones, y las erogaciones de capital eran de 889,5 millones. A noviembre del año 2010, los recursos de capital eran de 736,60 millones, las erogaciones de capital fueron de 1.275,10 millones. Esto significa que el esfuerzo de la gestión anterior se traducía en una inversión con recursos propios de 4 veces y media los recursos de capital, mientras que en 2010 los aportes propios de la Provincia no alcanzaron a duplicar los aportes nacionales para obras, implica un claro proceso de desinversión, que permitió compensar el déficit de las cuentas públicas, e intentar un discurso que exponga un superávit para el 2010.
Estas afirmaciones pueden demostrarse con distintos tipos de análisis que no hacen más que confirmarlas.
En el ejercicio 2010, al mes de noviembre, que es el último publicado a la fecha, solo se llevaba ejecutado menos de un 50% de lo previsto para todo el año para “gastos de capital”. Y esto no es peor gracias al aporte de fondos nacionales. Así los recursos afectados de orden nacional y el denominado Fondo Soja –distribuidos de forma ilegal a Municipios y Comunas en el ejercicio 2010- son lo que permitieron a este Gobierno mantener algunas obras en ejecución, las que sin estos fondos hubieran quedado paralizadas totalmente. Como dato, en el año 2010 la provincia de Santa Fe recibió por Fondo Solidario la suma de 643 millones, 254 millones más que el 2009.
A esta afirmación se debe agregar que otra forma de financiar el déficit fue la subejecución del Fondo de Obras Menores, que para el trienio 2008-2010 tenía un presupuesto de $ 283,88 millones de los cuales sólo se pagó una cifra cercana a los $ 160 millones.
En consecuencia, solo se pagaron el 58% del total presupuestado. Dicho en otras palabras, la Provincia se quedó con fondos que son de los Municipios y Comunas por un total cercano a los $ 120 millones.
Por otra parte es necesario recordar que el promedio de la participación porcentual de las Erogaciones de Capital (cuyo principal componente es la Obra Pública) en el Total de Gastos para el periodo 2003-2007 fue de un 12,8%, la cual ha descendido al 9,4% para el año 2008; 7,3% para el año 2009 y solamente al 7% al 31 de noviembre del año 2010, tendencia que difícilmente cambie en el año 2.011.
¿Pero cómo compensa este Gobierno la falta de obras de infraestructura que potencien la inversión productiva y la competitividad de la Provincia? Simplemente a través de obras de gran impacto visual y mediático, como por ejemplo las obras del Molino Franchino o la Redonda, el Puerto de la Música, centros culturales de escaso impacto económico, y grandes proyectos como los hospitales nodales (aún sin terminar), el Cemafe, los acueductos, el Puerto, etc., pero que se han quedado en proyectos.
Podríamos abundar en otros ejemplos, pero es necesario citar, entre otras cosas que el presupuesto para el Ministerio de la Producción para este año sólo se incrementó un 8%, muy por debajo de la inflación, lo que significa que el Gobierno socialista redujo fuertemente en valores reales el presupuesto destinado a producción, siendo las políticas de este Ministerio las que generan un mecanismo de inclusión genuino como es la generación de empleo. No olvidemos que nuestra Provincia figura entre los primeros puestos en los índices de desempleo.
Todo lo expuesto demuestra que la gestión es deficitaria, que ese déficit se financia con la desinversión en obra pública y que los buenos augurios económicos, no se verán reflejados como merecería nuestra Provincia.
(*) Diputada provincial justicialista.
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