Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Notas de Opinión Viernes 2 de Mayo de 2014

Ante el escenario tan temido

Leer mas ...

Roberto Actis

Por Roberto Actis

Esta semana acaba de celebrarse el día del trabajador, y tal cual como aconteció tantas otras veces, en realidad no tuvo muchas razones de festejo. Es que la situación laboral se encuentra enmarcada dentro de una perspectiva bastante complicada, teniendo en el sector automotriz -otrora emblema del relato del país de maravillas- al que atraviesa un momento donde sobran los inconvenientes, consecuencia de las trabas con Brasil y la merma de ventas en el mercado interno, traducidas en una fuerte baja de la producción con suspensión de trabajadores, medidas de recorte y con el comienzo de despidos encubiertos. 

Aunque no es una exclusividad del sector aludido, ya que el panorama está generalizado, existiendo un marcado temor en cuanto a la preservación de la fuente laboral. Hoy, detrás de la inseguridad y la inflación, ese debe ser el mayor motivo de preocupación, al igual como lo tienen los jubilados no sólo con el desvencijado 11% con el que deberán sostenerse hasta octubre -mes que se cobrará el nuevo ajuste-, sino con el vaciamiento de recursos de la ANSeS.

Este es sólo uno de los capítulos de la realidad, que además muestra el ocultamiento de los pobres -admite apenas 1,6 millón de personas según el INDEC, cuando todo el abanico de organizaciones que trabajan en el tema oscilan entre 12 y 15 millones de afectados-, por lo cual la presidenta Cristina Fernández fue denunciada ante la justicia. Es que, se preguntan los denunciantes ¿cómo se puede luchar contra la pobreza y asistir a los pobres si se niega su existencia?

La inflación continúa más viva y coleante que nunca, el mayor de los males, pues más tarde o más temprano, todos terminamos siendo sus víctimas. La respuesta de los "precios cuidados" es un paliativo, pero no la solución. Si bien debe admitirse que para ciertas cuestiones el gobierno deja de negar la inflación y la termina admitiendo con contundencia, como por ejemplo cuando debe actualizar los salarios de los funcionarios, las dietas de las legisladores u otras menudencias por el estilo. Ahí siempre se corta grueso. Esta semana acaban de ser aumentados un 50% los viáticos de los funcionarios políticos. Compare con el 11% que le dieron a los jubilados. O bien, con los aumentos del combustible, que sólo en lo que va del año tuvieron ajustes del 32%. Lo de siempre, los aumentos son justificados cuando me favorecen e inapropiados cuando van a los bolsillos de los demás. Vieja historia.

Todas estas cuestiones, que bien podrían definirse apenas como los trazos gruesos de la descripción, en medio de un marco de inseguridad, que junto al problema del narcotráfico y las drogas, han alcanzado una dimensión enorme. Flagelos que castigan diariamente desde los cuatro costados y del que absolutamente nadie queda exceptuado. Ni siquiera el inefable senador Aníbal Fernández, a quien le sustrajeron su lujoso BMW, el que seguramente podrá reponerlo sin demasiados problemas.

La muerte y la violencia se han enseñoreado en la Argentina, y desde hace tiempo. En tanto parte del tiempo se malgasta en la organización de nuevos campeonatos de fútbol, habiendo tomado a la AFA como bastión de entretenimiento, aunque a un costo de miles de millones de pesos. Y justo es allí donde la violencia la tienen ante sus ojos, sin resolver. ¿En qué país del mundo se ofrece un espectáculo de fútbol al que no pueden asistir los hinchas visitantes? Con criterio parecido podría disponerse el cierre de las carreteras como solución para evitar las muertes en accidentes, pero mejor no dar ideas.

Aunque con dificultades, que aunque más evidentes o disimuladas, vienen con arrastre desde 2008, el único sector que parece permanecer de pie sin que nadie le sirva de apoyo es el campo. En lugar de subsidios le aplicaron retenciones -aportó 69.000 millones de dólares para sostener la década ganada-, así y todo dio buenas respuestas. Sin tantas trabas, es probable le hubiese ido mucho mejor a la Argentina. 

Se trata de un escenario realmente temido, que contrasta fuertemente con el imaginado para arribar a un fin de ciclo con decoro. 

Seguí a Diario La Opinión de Rafaela en google newa

Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.

Te puede interesar

Teclas de acceso