Por Redacción
Es evidente que para salir de la crisis no basta con ser optimistas porque además, hace falta no desalentarse y tener valor. Hay un factor que me parece muy importante porque de él dependen muchas cosas, me refiero a la calidad en el trabajo.
Si queremos ser competitivos tanto a nivel nacional como internacional, el secreto está en lograr ser mejores que la competencia y para ello, es necesario formarse bien, mantener la mente con una actitud victoriosa, que nos lleve a trabajar con toda perfección aún en los más pequeños detalles.
Cuando uno compra algo, suele fijarse en esos pormenores pequeños, tanto si se trata de un vestido, unos zapatos o una casa para vivir; las cosas bien terminadas tienen salida porque reflejan que se ha puesto cuidado al hacerlas, y esto es lo que atrae las ventas. En cambio, las chapuzas, las trampas o los intentos de engaño, suelen dar malos resultados porque la gente acabará alejándose de nosotros.
El hacer las cosas bien, no supone más esfuerzo que hacerlas mal, sino todo lo contrario, porque cuando una hace una chapuza se da cuenta, y si es un buen profesional, tendrá que deshacer lo hecho y volverlo a repetir invirtiendo más tiempo.
No hace mucho, leyendo un libro de un autor americano escrito en 1915, me llamó la atención que al comentar una catástrofe que hubo en Madrid a principios de siglo, cuando se hundió un depósito mientras estaban en pleno trabajo y que costó la vida a numerosos operarios, dice que "el descuido de los técnicos no debe achacarse a una de tantas de las llamadas “cosas de España” con que los españoles, cortos en el pensar y perezosos en el discurrir zahieren a su propia patria".
Yo no creo que los españoles queramos estar en esta situación y mucho menos inmóviles ante la crisis que padecemos, porque como decía este mismo autor, “el engañoso hábito de hacer las cosas mal, no podrá por menos de provocar la misma deficiencia en nuestra conducta. Quien habitualmente descuida su labor y trabaja a la ligera, también descuidará la formación de su carácter y acabará por desmoralizarse”.
Concluyo por tanto, que una forma de salir de esta crisis es aprovechar los cursos de formación, buscar faena sin parar, trabajar todo lo que podamos cuando tengamos trabajo y cuidando al máximo su calidad, y más tarde, ya vendrán los beneficios que traerán de la mano el éxito duradero.
(*) Foro Independiente de Opinión. (España).
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