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Notas de Opinión Domingo 19 de Agosto de 2018

Cierra el círculo

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Roberto Actis

Por Roberto Actis

La economía va realmente mal, ni hace falta decirlo, se advierte a cada paso, más aún en los bolsillos, los presupuestos familiares están destrozados. Eso por un lado, pero ¿es suficiente para tratar de tapar el súper escándalo de la corrupción? De ninguna manera, aunque la relación existe pues es muy probable que de no haber habido ese  tremendo saqueo a las arcas del Estado durante la gestión del kirchnerismo la situación no sería tan mala, en definitiva son cosas distintas al momento de las explicaciones. Es que buscar el rol de víctimas cuando en realidad son victimarios, asumirse como perseguidos políticos-judiciales, o bien acudir a la deficiente gestión económica y la afiebrada situación social para tratar de eludir la responsabilidad que les corresponde es de un infantilismo absoluto.  Hasta podría decirse que en la intimidad ni ellos mismos deben creerlo.

Es que con pruebas a la vista, confesiones a granel y que tal van las cosas seguirán sumándose, tanto de aquellos que pagaron las coimas como también de funcionarios que directamente participaron del saqueo, es decir coimeadores y coimeros -estimaciones de investigadores del CONICET establecen en 36.000 millones de dólares y un perjuicio todavía mayor para el país por el estancamiento que significó para la economía-, la victimización que otras veces les dio resultado, es tan ridícula como patética. Los más recientes agregados a la lista de parlanchines son José (Bolso) López y Ernesto Clarens, financista de los Kirchner.

Escuchar la justificación del titular del justicialismo, Luis Gioja, da vergüenza ajena. Un poco menos la de Daniel Scioli, pero por ahí anda. Ni que decir de los directamente responsables de la organización, como la ex presidenta Cristina Kirchner -que siguió al frente luego de la muerte de su esposo Néstor- y su hijo Máximo, el jefe de La Cámpora sobre la cual ahora están apareciendo pruebas que participaba en forma directa de la corrupción. Queda bastante claro el concepto de "para todos y todas", ya que el dinero saqueado era tanto que la repartija resultaba más que amplia y generosa, habiendo quedado millonarios por doquier, no sólo jerarcas y segundones, sino también familiares, amigos y el círculo cercano compuesto por jardineros, choferes y mandaderos. Claro que a costa de castigar más que a nadie a los más pobres,  justo aquellos que se decía defender, con terminologías encendidas y atractivas como la inclusión, una mejor distribución de la riqueza y otras por el estilo. Cuando en realidad las acciones iban en sentido absolutamente contrario.

¿Hacen falta más pruebas y testimonios? Parece que sí, ni siquiera alcanza saber que hasta un decreto presidencial con la firma de CFK fue pagado 600.000 dólares. El colmo de los colmos. Así lo confesó el empresario Romero que tenía la concesión de la hidrovía. Fue el costo de la prórroga. En todo ese ciclo perverso, todo era negocio para embolsar dinero. Lo que antes se sospechaba, ahora está a la vista de todos, y aún así se insiste en la persecución y toda esa argumentación insostenible frente a la cruda realidad.

Tan increíble como que un decreto presidencial era firmado tras recibir la correspondiente coima, es que luego de esta avalancha que se agiganta día a día como bola de nieve, quien aparece como la jefa de esta organización, aparezca hoy como una opción electoral para las presidenciales del año que viene, y además ocupando una banca del Senado, donde recibe al menos por ahora el apañamiento de buena parte del peronismo. La negación a los allanamientos -en realidad con efecto político más que judicial-, el sostenimiento de los fueros merced a la teoría no escrita de Miguel Pichetto de esperar condenas firmes donde vemos el lamentable desenlace que hubo con Menem, y muy especialmente la demora y aparente intento de proteger los bienes y valores malhabidos en poder de los corruptos, postergando la ley de extinción de dominio.

Claro que para que la ex presidenta pueda seguir sosteniéndose como opción electoral a esta altura de los hechos, quien contribuye mucho más que ella misma y su núcleo duro, es el propio gobierno de Macri con sus desaciertos. Que recibió un país arrasado es cierto, pero que en lugar de mejorarlo lo fue empeorando, también. El orden que se debió poner desde un comienzo, comenzó  ahora monitoreado por el FMI. En cualquier otra circunstancia, estaríamos hablando de un pasado irretornable.

Transparencia Internacional, una organización que hace relevamientos sobre corrupción ubicó a la Argentina en el techo: no hubo en el mundo a través de la historia nadie que robara tanto como el kirchnerismo. ¿Qué más decir?


 

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