Como Penélope

Por Roberto Actis

Seguramente no todos, pues nunca la corporativización es tan amplia, pero al menos una buena parte de los jueces y fiscales que intervienen en las causas que tienen como procesada o imputada a la ex presidenta Cristina Kirchner, tienen un comportamiento bastante parecido al de Penélope, la famosa tejedora de la leyenda griega de la Odisea, que lo que tejía de día lo destejía de noche, logrando de esa manera postergar durante 20 años sin cumplir las órdenes que le había dado su padre.

Tal vez no sea exactamente de esa manera, pero debemos convenir que se le parece bastante, y lo que es peor, si se llegase a dar el mismo plazo que la tejedora mitológica, entonces toda esperanza de justicia quedaría desvanecida en el tiempo, tal como da la sensación de estar obrándose. Hagamos un repaso sencillo, de cuestiones que permanecen bien en la superficie, como por ejemplo el siempre vigente interrogante ¿por qué razón jueces que protegieron durante tantos años a los Kirchner deberían sancionarlos ahora? Que cambió el gobierno, es cierto y puede ser una razón valedera, pero si nos atenemos a la no injerencia de un poder sobre otro, tal como parece estar sucediendo, habría que descartarlo, aunque claro, hay algunos que parecen haber despertado de un larguísimo sueño, pero siempre existen asuntos oscuros que vienen de atrás, y que sirvieron para amasar grandes fortunas, que por todos los medios se trata de mantener bien cuidados. Lo cual supone, en sencillo lenguaje, una devolución de favores.

Como curiosidad puede decirse, por ejemplo, que la única causa que avanza con cierta celeridad es la del dólar futuro, donde los aspectos jurídicos y judiciales están tan mezclados, que algunos arriesgan que en un juicio oral y público la ex presidenta Kirchner puede llegar a hacerse un picnic, dicho en un sentido figurado por su verborragia y dramaticidad oratoria. Y aun cuando queden bajo cierta oscuridad de sospecha las razones por las que le hizo perder a la Argentina 62.000 millones de dólares, saliendo no sólo indemne sino triunfante en lo político, además de ser un paraguas protector para las otras causas, le serviría como plataforma de lanzamiento de su candidatura política para 2017. Todo parece venir servido en bandeja.

Pero además, aunque el juez Bonadío fue vapuleado por Cristina y sus abogados defensores, no debe olvidarse que en otros tiempos fue bastante servicial con el kirchnerismo.

En cuanto a las causas Hotesur y Los Sauces, donde hay suficientes e irrebatibles pruebas en contra de la ex Presidenta, siguen un avance más que lento. El juez Casanello en lugar de probar cómo hizo Lázaro Báez para comprar tantas propiedades, tal como le ordenó la Cámara hace casi tres meses y no avanzó un paso, continúa en cambio haciendo un inventario que si bien será de cierta utilidad, en definitiva da igual que sea más o menos abultado. Por otra parte, podría avanzar en ambos frentes, lo que no hace, dando la sensación que se está tratando de dormir la causa. Otro tanto sucede con el juez Ercolini, quien también hasta hace poco hizo muy buenas migas con el kirchnerismo. Y ni hablemos de Rafecas, el que mandó al archivo en un santiamén la causa de la muerte del fiscal Nisman.

Justamente, la justicia legítima kirchnerista está haciendo tremendos esfuerzos para evitar que se reabra la investigación sobre la causa Nisman, por la cual se esperan novedades de aquí a dos semanas. De todas maneras, habrá que superar el intento del kirchnerista Slokar. ¿Si todo estaba tan claro por qué tratar de ocultarlo?

Y unas líneas para la destartalada economía, que cercana a concluir el segundo semestre no dé señales de alivio. Es más, sigue empeorando y las perspectivas no son las mejores, ni siquiera en el mediano plazo. La industria volvió a caer 8% y en el año lleva retroceso de 4,9%; la construcción en octubre se desplomó 19,2% y en el año acumula 13,5%. El respiro se espera con una buena cosecha.