Por Roberto Actis
De todos los fogonazos de la semana, esos que cada vez nos sorprenden menos pues se han transformado en una costumbre, lo que es ciertamente muy negativo, el que tuvo como protagonista central y excluyente a la ministra Nilda Garré logró una amplísima ventaja sobre el resto, y no porque esto último haya sido un rejunte de intrascendencias, sino por la magnitud del desliz de la responsable de brindarnos seguridad. El peor de todos los males que afronta hoy la gente, pues así lo respaldan todas las encuestas, postergando a temas candentes como inflación, desempleo, educación y vivienda.
Es que después de haber dicho públicamente que la Policía Federal es algo así como un conjunto de coimeros, al ser conminada para que presente la denuncia que corresponde ante la Justicia, pegó una presta marcha atrás con sus afirmaciones, admitiendo que se basó "en dichos de vecinos". Más a menos como si fuera la doña Rosa del barrio, que se enteró cuando estaba barriendo la vereda, charlando con una vecina. Una escena que de ninguna manera cabe para Garré, pues parece estar olvidándose que ella es nada menos que la responsable de un área tan sensible y polémica como la seguridad, y que si sus comportamientos son de tanta liviandad y falta de compromiso, no extraña entonces que estemos inmersos en una situación de tanto conflicto, con soluciones cada vez más lejanas, a estar por los elementos de juicio que se ofrecen.
Quien no anduvo con medias tintas en sus expresiones fue el gobernador salteño Urtubey, ahora reelecto, mencionando al poderoso Hugo Moyano como "piantavotos", un calificativo en el que coincide gran parte del kirchnerismo, especialmente el sector de La Cámpora hoy más cercano a la presidenta Cristina, pero que nadie hace público por el "acuerdo estratégico", cuyo núcleo es tratar de mantener ordenado al movimiento obrero de aquí a las presidenciales, no desbocando los reclamos salariales. De todos modos, la preocupación tiene otros motivos para justificarla, como el avance del conductor cegetista por cargos electivos en octubre, tanto ejecutivos como legislativos. El solo decir en la Rosada que el compañero de fórmula de Cristina lo puede ubicar el dedo de Moyano, más que desvelo provoca urticaria.
No se quedó atrás Mauricio Macri en estos dislates, queriendo tomar tardíamente una iniciativa que en realidad nunca tuvo, y que lo dejó aún más descolocado que antes. La propuesta de un acuerdo programático de la oposición en una media docena de puntos que deben trasladarse a una plataforma y respetarse a rajatabla, de novedoso no tiene nada. Parece más un intento por tratar de reubicarse dentro de una oposición donde la mayoría lo rechaza. Fueron varios los que se frustraron tratando de atomizar la oposición y tomar la bandera antikirchnerista, camino que parece tratar de retomar Macri, aunque con tropiezos groseros.
Lo que es también un motivo de gran preocupación en el mundo empresario, pues se advierten avances e intenciones con claro perfil chavista, es esta iniciativa oficial implementada a través de un decreto de necesidad y urgencia que modificó la normativa vigente para la conformación de los directorios de las empresas. La ofensiva es contra 43 compañías en las cuales la ANSeS posee acciones, las cuales provienen del entonces traspaso de las AFJP, en las que se quiere ubicar a representantes públicos, especialmente de origen sindical, en los directorios. No es cuestión de ser malpensados, pero el tema justifica las sospechas, pues a este paso el Estado va siendo cada vez más grande y controlador, con una embestida fenomenal contra el sector privado que, no olvidemos, es el que provee los recursos para alimentarlo.
Y tengamos en cuenta en el raconto la presencia de la delegación "técnica" del FMI que vino al país, y que después de investigaciones y sesudas elucubraciones, llegó a la conclusión que hay diferencias entre las estadísticas del INDEC y las de los organismos privados. ¡No se anda con pequeñeces esta gente! Igual resultado hubiese tenido con sólo levantar el teléfono. Poquito menos que una mascarada.
Como cierre, algo bastante menor en magnitud, pero que nos permite comprobar como todos, o casi, los que vemos a diario haciendo declaraciones y preocupándose para que nosotros los que trabajamos tengamos un mejor pasar, viven de las arcas estatales, es decir, del dinero que aportamos entre todos. Es que Angel Rozas, el ahora a cargo de la presidencia del Comité Nacional de la UCR, fue incorporado como asesor en el Senado Nacional con 14.000 pesos de salario, desconociéndose si allí irán algunos adicionales de esos que siempre esconden en la Legislatura. Ah... ese mismo cargo de asesor lo tiene también Rodolfo Terragno, que siempre habla dando cátedra, pero que es igual sanguijuela que el resto. Legalmente todo en regla, pero ¿y la ética? Alguien conocerá el significado...?
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