Por Redacción
"Les pido que me ayuden, que me sigan acompañando", fueron palabras de Cristina Kirchner durante su participación esta semana, en un acto en Catamarca, donde fue para respaldar a los candidatos del kirchnerismo en las elecciones de gobernador que tendrán lugar el 13 de marzo, las primeras del calendario. Pero además, la Presidenta se dirigió especialmente a la juventud, uno de los sectores de mayor penetración del kirchnerismo, debiéndose considerar que la mitad de los votantes en la actualidad son menores de 35 años. Y también recordó que el modelo debe todavía afianzarse y que los ocho años transcurridos son insuficientes.
Si todos estos dichos no son una postulación para su reelección en las presidenciales de octubre, pues entonces le pega en el palo. La falta de confirmación, parece nada más que una estrategia electoral, dejando que la oposición continúe haciéndose añicos, y de paso manteniendo en ascuas a Daniel Scioli, quien en realidad por estas horas no sabe hacia dónde ir. Colectoras por aquí, Moyano manejándole el PJ bonaerense. En fin, un pago que no parece corresponder a quien fue una muestra de absoluta fidelidad, pero al que lo desconfían en cada uno de sus movimientos, especialmente desde la izquierda peronista.
Fue una de las noticias de la semana, no demasiado novedosa, pero sí fuerte pues despeja dudas hacia octubre. Cristina seguro será candidata, y de mantenerse las condiciones actuales, aventando el acecho de la inflación que aparece como el inconveniente más grave por resolver, con contras muy deshilachadas. Queda la incógnita por la segunda vuelta, si la hay.
La detención del gremialista ferroviario Pedraza fue otro hecho saliente. ¿Qué dijo la CGT? Pues que aclare su situación ante la justicia, no moviendo un dedo tal como había sucedido antes con Zanola, que lleva bastante tras las rejas. Todo muy diferente que con "Momo" Venegas, aún no siendo del mismo palo, pues políticamente es aliado de Duhalde, pero el tema de los medicamentos truchos infunde temores cruzados, y según dicen no es cuestión que comience a ventilarse más todavía.
¿Cuál es uno de los aspectos que deja en la superficie estas detenciones de sindicalistas que están apoltronados en sus gremios desde hace décadas? Pues que viven como jeques árabes, mientras dicen luchar por los sueldos de los trabajadores, que suelen ser miserables. Como casi todos, sus patrimonios espantan. Pedraza fue detenido en su departamento de un millón de dólares en Puerto Madero. ¿Cómo hacen para justificarlo? Y después tantas vueltas para un trabajador que apenas levanta un poco el copete debe pagar impuestos a las ganancias.
No olvidemos a los dos aviones, siguen estando en los titulares. Uno, el de los hermanos Juliá que cargó en el aeropuerto de Morón -así lo confirmó la justicia española a pesar de la furiosa desmentida de Aníbal Fernández cuando apenas se conoció la noticia, y de la liviandad del ministro Randazzo- los 944 kilos de cocaína, que continuará dando dolores de cabeza. El otro, el de los EE.UU. detenido en Ezeiza con material no declarado, donde por el exceso de protagonismo del canciller Timerman, lo que tal vez debió ser un inconveniente menor se transformó en una disputa diplomática muy fuerte y aún irresuelta. ¿Soberanía?, es cierto, tal como lo son los chicos wichí que mueren por desnutrición en Salta. De paso, ¿qué tal estaría destinar para atender a esos pueblos originarios el dinero que se gasta en televisar el fútbol? O bien una parte, que igual alcanzaría.
Y como broche de oro del temario, la detención en San Juan de la ecologista de Greenpeace Eugenia Testa, integrando un piquete que llegó al corte de una ruta al reclamar por la reglamentación de la ley de glaciares, que la canadiense Barrick Gold no respeta. Está bien, no se pueden cortar rutas pues se vulnera el derecho de los demás, y está bien que la justicia actúe de esa manera. Hay otros cientos de formas de protesta. Pero claro, queda un pequeño detalle por dilucidar ¿y con los piquetes que tienen la venia del Gobierno qué hacemos? Esos entonces pueden seguir adelante. Casi ni sería necesario recordarlo por la obviedad que significa, pero cuando la ley no es pareja deja de ser ley, y se están observando demasiados desaciertos como para que pasen inadvertidos.
Pero lo último, y bajando el telón semanal, fue la inesperada eliminación del organismo con el cual se controló al campo durante el conflicto -que aunque haya precios que le permitan un buen pasar en este momento- sigue latente. Hay coincidencia que con el traspaso a la esfera de Boudou y Moreno, más que eliminar esa gran caja de corrupción, se busca la manera de obtener más recursos del campo, ante el vacío de las arcas fiscales.
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