Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Notas de Opinión Domingo 28 de Julio de 2013

De drogas y otras preocupaciones

Leer mas ...

Roberto Actis

Por Roberto Actis

El país es cierto que preocupa, aunque más que eso, sean algunos asuntos que no terminan de definirse de la mejor manera, o que son desoídos en los reclamos, o directamente ignorados. La inflación por ejemplo, donde un intento tras otro van acumulándose en el cesto de los fracasos; la falta de seguridad, que no perdona, sea en los grandes centros urbanos, en los más pequeños o en las zonas rurales, alcanzando la delincuencia una propagación enorme, y además cada vez con mayor violencia. Se trata de los aspectos centrales, enquistados desde hace tiempo, aunque se deben sumar los circunstanciales, los que ocurren casi todos los días, manteniéndose un contrapunto preocupante entre la narradora de hechos en que se ha convertido la presidenta Cristina Fernández y quienes desde otra visión se ocupan de puntualizarle deslices que, en algunos casos, son realmente notables. Como la cercana comparación que hizo de dichos del Papa con los de su fallecido esposo, como mucho antes lo había hecho con expresiones de Obama.

El caso Milani vale como ejemplo, ahora dejado para diciembre junto al tratamiento de los ascensos de todas las fuerzas armadas. Es que de aquí a diciembre, considerando la vorágine de los acontecimientos, es muy probable que del general no se acuerde nadie. Además, y eso es lo principal, aunque se logre sólo en pequeña parte, el objetivo es despegar el tema de las elecciones. Es que haber puesto al frente del Ejército a un militar que es muy probable se encuentre pegado a la represión durante la dictadura, para un gobierno que enarboló la bandera de los derechos humanos, más que una equivocación es un verdadero papelón. 

La Presidenta dijo que iba a impedir que Milani fuese "linchado mediáticamente", algo sobre lo cual sabe bastante, ya que ella misma tuvo a su cargo reiterados episodios de esas características, y además, utilizando la cadena nacional. Enumerarlos sería una amplia lista. Pero además, durante la defensa del militar cuestionado -quien insólitamente dijo que "por azar" se vio involucrado en el expediente de la desaparición del soldado Ledo en 1976- incluyó en la misma bolsa a los que considera enemigos y a quienes calificó como los que aprobaron las leyes de obediencia debida y punto final, aunque entre los que cargaron contra Milani también figuren el CELS de Horacio Verbitsky, el Nobel Pérez Esquivel y la mayoría de organizaciones de derechos humanos, salvo algunas de las que están incondicionales con el gobierno.

En realidad, y debería ser mirado de esta manera, quienes pusieron en descubierto estos funestos antecedentes del militar -de ser veraces, lo que pocos dudan- le hicieron un grandísimo favor a la presidenta Fernández, evitándole cometer un tremendo error. Pero claro, ella no admite errores en sus decisiones y las mantiene a ultranza, incluso poniendo al frente del Ejército a un represor.

Y no olvidemos también esta semana, la tarjeta roja que la Presidenta le sacó "a esos tipos apasionados que están en los paravalanchas alentando a sus equipos", como alguna vez definió a los barrabravas, esos mismos que manejan negocios criminales de muchísimo dinero, y además llevan contabilizadas cerca de 20 muertos en sus enfrentamientos, sólo de los últimos años. Sorprendida porque en el diario Clarín un periodista había anticipado ese mismo domingo la posibilidad del choque de los barra, con saldo de dos víctimas fatales. Lo que en realidad debería sorprenderle es la ineficiencia de su equipo de seguridad, carente del conocimiento del terreno en el cual se mueve.

Muchas veces, quizás demasiadas, se apunta en la dirección equivocada. Así que vean si hay temas, la provisión es inagotable, pero sin embargo, y como lo hacemos cada tanto, no podemos dejar de mencionar un tema recurrente, que es nuestro, aquí de Rafaela. El de la droga, cuyo avance y a pesar de todas las advertencias que se vienen haciendo, que no fueron pocas, y además en algunos casos bastante precisas y detalladas, todo sigue tal cual, casi, como si nada pasara.

El consumo aumenta de manera sostenida, y con sólo escuchar a alguno de esos trabajadores sociales que realizan tareas de contención, e incluso de rehabilitación, tanto con menores como con sus grupos familiares, se puede tener una perspectiva bastante cercana en cuanto a los niveles de expansión que está alcanzando el flagelo, generador de acciones de muy fuerte impacto emocional. Y para recurrir a un elemento de mayor precisión, tenemos algunos relevamientos realizados en la Provincia, más exactamente en 16 ciudades, dando cuenta que 4 de cada 10 estudiantes de nivel secundario consume o ha probado drogas, y mucho peor aún, que el mayor problema se da en la franja etaria de 13 y 18 años, donde el 47% (casi cinco de cada 10) es consumidor de drogas en diferentes niveles.

Otras veces lo dijimos y vale reiterarlo cuantas sean necesario, hasta el cansancio. La droga es un enemigo fuerte, letal,  traicionero, y de ese modo se lo debe enfrentar, desde todos los escalones que conforman la comunidad. Autoridades, justicia, policía, docentes, trabajadores sociales, religiosos, y por sobre todas las cosas los padres, los grupos familiares. Pero claro, tal vez sea el momento de menos palabras y más acción.

Seguí a Diario La Opinión de Rafaela en google newa

Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.

Te puede interesar

Teclas de acceso