Por Roberto Actis
Como estamos de veda, seremos cautos en nuestros dichos, no sea cuestión que se malinterprete, pues de esos lectores entre líneas que suelen interpretar negro lo que en realidad es blanco, sobran en estos tiempos. De todas maneras, este domingo de elecciones es uno de esos días clave que tenemos los ciudadanos, algunos suelen decir que es casi como empuñar un arma, pero nos parece una exageración. Preferimos aquello de compararlo con la gota de agua, pues muchas juntándose forman el mar. Una posibilidad que nadie nos quita la nota editorial de al lado, se hacen algunas reflexiones y se ofrece un panorama con intenciones aclaratorias respecto a lo que se vota, que para muchos es una eliminatoria y para otros en cambio sólo una cuestión formal, al uso de boleta única, que es un acto obligatorio, y que por primera vez estaremos mezclados en un solo local mujeres y hombres, para votar se entiende. En fin, decimos hasta donde se puede decir, sin identificaciones, ni subjetivismos, ni nada fuera de lugar. Todo absolutamente dentro de lo que establecen las disposiciones.
¿Encuestas? Menos todavía, pues entonces sí estaríamos incurriendo en un error tremendo. Aún más grave que los propios sondeos que estuvieron circulando todo este tiempo, como verdadero bastardeo para un sistema que fue muy útil para conocer tendencias, pero que ahora fue absolutamente desvirtuado. De todos modos, hubo dos clases de encuestas, las verdaderas que sirvieron para delinear estrategias y llamar a la realidad a más de uno, y las truchas para inundar el mercado.
Pero entonces, ¿de qué hablar este domingo? No crea, como siempre, temas sobran. Uno de ellos tiene que ver con la Justicia, sobre la que formulamos algunas apreciaciones un par de domingos atrás, calificándola de pendular, pues va tanto hacia un lado como al otro, en situaciones similares. Repasamos aquella vez algunos casos que son los que le mellan la credibilidad, tal como ahora la causa del asesinato de Marta García Belsunce, que después de casi diez años y aún estando el marido preso bajo el cargo de homicidio, permanece dentro de la confusión generada por todo el entorno familiar desde un primer momento. ¿Recién ahora se dan cuenta que puede haber otros implicados? Justicia lenta no es justicia, para tenerlo en cuenta.
De todas maneras, el mayor ruido de la semana lo generó el viceministro de Economía Roberto Feletti, con su proclama de la "radicalización del populismo", que según él sería el objetivo del gobierno kirchnerista luego de "ganar la batalla cultural contra los medios" y "estar en ciernes el triunfo electoral". Para esa profundización del populismo, según sostuvo, se "contará con la apropiación de la renta de las empresas". Como en este momento el Gobierno tiene una fuerte disputa con los empresarios, y además trata de congraciarse con la gente que justamente rechaza estas cuestiones populistas, además del agregado de la fuerte confrontación con el gremialismo, es que esta arremetida de Feletti -que varios trataron de suavizar- resulta desafortunada para los objetivos inmediatos del kirchnerismo. Bastante parecido al "Cristina eterna" de Diana Conti.
Es probable, que mientras la presidenta Cristina Kirchner no confirme su postulación para octubre -aunque sea un hecho, pues incluso ya tiene el vehículo para la campaña, construido en Rosario- estos desaguisados continúen deslizándose en forma permanente, pues existe una disputa tal por la obsecuencia, que no reconoce límites. Excepción hecha de Hugo Moyano, que es el único que al parecer no obedece directivas. Y así de tirantes están las relaciones, ya que una situación de esa naturaleza no es de ninguna manera admitida dentro de un verticalismo a ultranza, donde absolutamente todo cae en la decisión de la Presidenta. Pruebas al canto con lo ocurrido para definir la situación de las candidaturas kirchneristas en el ámbito porteño, siendo Daniel Filmus el elegido y Carlos Tomada completando la fórmula afianzándose de tal modo la posibilidad que Amado Boudou sea finalmente quien acompañe a Cristina en la fórmula para octubre.
No podemos dejar de mencionar lo sucedido con Strauss-Khan, el ya alejado gerente general del FMI -con salario de 400.000 dólares anuales-, donde más allá de las intrigas y entretelones, deja como evidencia que en algunos sistemas judiciales el poder y el dinero no alcanza para excepciones. Si lo sabrá Nixon.
Pero lo más saliente, al menos para dejarnos preocupados, vino de varios economistas -opositores es cierto- que tuvieron calcada coincidencia en sus diagnósticos, avizorando un horizonte muy complicado de no producirse algunas medidas que modifiquen el actual esquema de casi absoluta dependencia de las buenas cosechas. Tanto Lousteau, Rappaport, como Melconian y Broda, desembocaron en una total coincidencia. Se gasta más de lo posible, se emite demasiado, el sistema de subsidios al consumo que era de 1.000 millones en 2003, pasando a 36.000 millones en 2007 y ahora de 75.000 millones se encuentra exhausto. La falta de confianza, según datos de Melconian, queda expuesta en que la fuga de dólares del sistema viene desde hace 43 meses consecutivos, siendo de pequeños ahorristas y que lograron sumar 65.000 millones de dólares. ¿Si los propios argentinos se refugian en el dólar, cómo pedirles a los extranjeros que vengan a invertir? Se insistió además en ver lo que hacen Brasil, Chile y Uruguay para combatir la inflación, tomando distancia de Venezuela. Lo curioso, que es totalmente opuesto a lo que dijo Feletti que es lo que se viene.
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