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Notas de Opinión Sábado 11 de Febrero de 2017

Del acueducto no se habla

Agrupación Agua Y Futuro

Redacción

Por Redacción

Las

inundaciones en el departamento permanecen, como nunca antes, en el

centro del conflicto que crearon. Objetivamente existen razones que

justifican los reclamos del sector de los directamente afectados. La

situación es por demás compleja y, como es de suponer, no habrá

respuestas mayores en cuanto a obras fundamentales. Más allá de las

medidas que la emergencia impuso, y de las que eventualmente se

adopten conforme los anuncios, las decisiones respecto de las

construcciones estructurales de un plan general y abarcador de la

problemática continuarán pendientes. Es lo previsible, no obstante

que pueda mediar una favorable disposición oficial. Lo que se le

opone se ubica en el plano de lo financiero como obstáculo

fundamental.

En

una nota anterior hicimos referencia a ese impedimento. Como es de

conocimiento, en el caso de Rafaela la construcción del esperado

acueducto responde en sustancia a la misma causa. El agua, en ambos

casos, es protagonista absoluta en un escenario que no promete

cambios trascendentes.

Todo está ligado a la ausencia de

protagonismo de los estados y a la pobreza conceptual de quienes

representan a la ciudadanía.

Un

economista español, Santiago Carbó, traza un cuadro general del que

no escapa su país, donde el agua potable es tema prioritario en la

agenda pública. Lo hace partiendo de la premisa de tres factores que

gravitarían en el proceso de transformación de la economía

mundial. Uno de ellos, una expansión monetaria coincidente con “una

expansión de la deuda pública y privada, ambas sin precedentes”,

dice. Un contexto en el que “el agua vive la tragedia de otras

inversiones tremendamente necesarias”, afirma.


Que

los países en desarrollo padecen, con matices diferentes, de los

mismos y básicos componentes del combo mencionado, no caben dudas; y

en lo que se refiere al agua, sobran problemas. Tales, el agua

potable y el saneamiento.

Carbó

añade que el agua es un problema “cuyas consecuencias se

experimentan a largo plazo, mientras que la política tiene tiempos

electorales mucho más cortos”. Si bien estos conceptos se refieren

a la realidad española, caben en un todo respecto de nuestro país.

Como lo dice el economista, ·”hay mucho por hacer en

infraestructuras, en co-responsabilidad e, incluso, en educación

respecto a los recursos hídricos”. Todo ello, resume, “en la

situación actual de deuda y déficit, es complicado”.

En

torno de esa definición –deuda y déficit- gira la realidad de

Argentina, que es también la de Santa Fe. Podemos preguntarnos

entonces, teniendo como fundamento las expuestas capacidades

productivas del país y las reiteradas muestras prácticas y

resultados económicos acordes, ¿qué cosa explica el atraso,

inmenso e incuestionable, y las falencias que sobrenadan en torno con

dedos acusadores?.

En

el amplio espectro del deficitario balance que afronta la ciudadanía,

en definitiva, un defraudado contribuyente, se inscribe el caso del

acueducto a Rafaela, obra clave para una ciudad donde, sin embargo,

el agua potable permaneció largo tiempo en el banco de suplentes.  

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