Por Juan Carlos Fessia
DEMOCRACIA, UNA PALABRA PARA PENSAR
La democracia en buena parte de la sociedad es un concepto lírico, pensar que es una forma de vida donde el individuo debe someterse a cumplir con las reglas de juego que ella presenta es toda una ilusión.
El dinero y el individualismo son la primera faceta que atenta contra los ciudadanos para andar por el camino de la democracia.
La participación social en la vida política de un estado es una condición necesaria para su sostenimiento y de no ser así caeremos en la denominada “luchas de clases”, donde cada individuo arma su propio “iglú” para sostener sus intereses y sus prevenciones.
En una sociedad que conforma un país, no todo puede ser para beneficio de uno, esa realidad debería ser para todos y este concepto pasa a ser una utopía.
Valorar los buenos momentos no significa que estos sean una permanencia de nuestras vidas.
Debemos comprender al otro y preguntarnos del porqué de su existencia.
En un sistema de libertad social, los espacios se deben lograr a partir de las posibilidades que cada uno ha recibido, su linaje, su posible formación cultural, sus capacidades, su salud, su alimentación y toda la variable posible de situaciones que hacen a la condición humana.
Cuando uno logra un estándar de vida no debería transformarse en un “pequeño burgués”, dado que si se pone a observar tan solo la manzana donde vive, podrá darse cuenta de las necesidades de los otros y esto debe hacernos tomar una actitud de comprensión y de ayuda, en función de la posibilidad de cada uno.
La solidaridad hacia el prójimo, da comienzo con los pequeños hechos, dar es ayudar al que no tiene.
Nuestro país ha pasado por todos los precipicios políticos y sociales, sin embargo no hemos comprendido el tiempo de vida de nuestra primera existencia como tales.
La vida es más importante que la desidia, el egoísmo, el poder individual, el materialismo y el ferviente deseo de ser el número uno, los unos deben comprender a los otros.
Debemos analizar criteriosamente qué tenemos y qué nos falta para vivir una vida sana y durable, que el dinero sea lo primero y lo único, no nos permitirá vivir más, dado que estaremos toda una vida detrás de él y como es sabido no nos llevamos nada.
Nuestra sociedad hoy está sufriendo y pasando por situaciones impensadas, la rebelión que se genera está siendo orientada por un sector de la prensa, por un sector de la política y por la tecnología que brinda Internet.
No todo está bien, pero no todo está mal, hoy un acto eleccionario parece que para muchos ya no es valedero y se fogonea a las masas para que esta actúe en función de sus problemas individuales, sin poder tener la certeza del posible descontrol o derivación de las actitudes individuales negativas y luego lamentables que se pueden llegar a originar en un acto masivo, donde no todos piensan parecido.
Los otros están equivocados, nosotros tenemos la razón, esto no es el objetivo, la cuestión pasa por tratar de saber vivir en democracia y aceptar los tiempos que la constitución propone, el voto ha de ser el único camino para este sistema.
Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.