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Notas de Opinión Domingo 29 de Abril de 2012

Desde la soja a YPF, pasando por Boudou

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Roberto Actis

Por Roberto Actis

El "yuyo" está en el precio más alto desde mediados de 2008. Más de 540 dólares la tonelada, lo cual convierte a la soja en una especie de salvavidas, al menos para el Gobierno. Que de tal modo aportará parte de los dólares que tanto escasean, consecuencia de las exorbitantes sumas que se deben destinar a la compra de energía, ya que la Argentina dejó de ser un país autoabastecido por los desaguisados que hubo en la política energética en estos últimos años, debido a la creación de una economía artificial en base a subsidios entrecruzados que generaron una trama tan compleja e intrincada, que hoy es muy difícil de solucionar sin tener que pagar el costo de un caos social. 

Se recuerda el reciente intento de la eliminación de los subsidios, aunque finalmente todo parece haber quedado a mitad de camino debido al impacto que iba a tener en los ya desequilibrados presupuestos familiares, donde mucho habría tenido que ver la permisiva ley para recurrir a fondos del Banco Central, a los que se agregan mensualmente del Banco Nación, de la ANSES y hasta del PAMI. Todo un conjunto de cajas que, a este paso, más temprano o más tarde, terminarán en serias dificultades. Ya sucedió otras veces.

Es que además, los gastos continúan creciendo a mayor velocidad que los ingresos. El balance oficial de las cuentas de marzo lo deja en claro: mientras los egresos subieron 39% los ingresos sólo 36%. Nada nuevo por otra parte, ya que así vino ocurriendo durante casi todo 2011, período que terminó con 30.000 millones de pesos en rojo. Hubo sin embargo un dato positivo, no todas son pálidas, pues el superávit comercial del primer trimestre fue de 2.969 millones de dólares, aunque consecuencia de la brusca caída de las importaciones por el cepo de Moreno. Aunque las consecuencias no hayan sido todavía debidamente valoradas: algunos rubros, como el automotor por caso que tiene el 80% de elementos importados, ya tienen serios problemas.

Además, la inflación lo sigue cubriendo todo. ¿Quieren un dato? Un relevamiento mundial entre 183 países, ubica a la Argentina en el puesto 178 en materia inflacionaria. ¿Saben quiénes están detrás nuestro? Bielorrusia, Etiopía, Venezuela, Uganda y Sudán, en ese orden.

No es intención agudizar los problemas desde la descripción -hay países de alto desarrollo en problemas muchísimo más serios (España 24,4% de desocupación), lo cual también debe ser dicho-, sino simplemente puntualizar algunos aspectos de este modelo que están haciendo agua y que requerirían corrección. La misma presidenta Cristina Fernández al inicio de este segundo mandato había prometido modificar todo aquello que fuese necesario, pero como desde la visión del Gobierno todo anda de maravillas, es que no se cambia nada. Ni siquiera lo evidente. 

Pero no sólo de economía vive el hombre. Todos los dichos de aquella conferencia de prensa sin preguntas que había ofrecido el vicepresidente Boudou, explicando poco -mejor dicho nada-, van cumpliéndose al pie de la letra. Le echaron flit al procurador Righi, luego lo borraron al molesto juez Rafecas -quien hizo su buen aporte para esa drástica medida con sus mensajes sobre la causa a un abogado amigo que terminó traicionándolo-, habiendo tenido además la osadía de autorizar un allanamiento sin previo aviso. Dentro de las condiciones actuales, casi una inmoralidad. Y en Ciccone ya deben estar por imprimir los billetes. ¿Queda alguna duda cómo será el final este caso? 

Aun cuando los cuatro poderes en una situación ideal deberían ser sin mácula, cuando hay flaquezas y la que resigna es la justicia, un futuro más que complicado nos aguarda. Y como da la sensación de andar  a los tumbos, quizás más de uno "debería irse a casa".

En una ocasión, el campechano presidente uruguayo Pepe Mujica dijo, "la mejor ley de medios es la que no existe". Es que, esa frase es la síntesis del oculto propósito que persiguen esta clase de leyes: controlar a los medios de comunicación. Así lo sostuvimos desde siempre, incluso anticipando el desenlace de lo que iba a suceder con Papel Prensa. Hoy, y luego de la compra por parte del multimillonario K Cristóbal López de los medios de Daniel Hadad en 40 millones de dólares, se despejan dudas. 

De acuerdo con esta operación y de todo el universo de medios de comunicación oficialistas, sostenido con una publicidad colosal -escandalosa en algunos casos, llegando a aportar 12 pesos por cada ejemplar de uno de los diarios emblema-, la ley es sólo de aplicación para los que no se pliegan a la legión de aduladores, pues mientras los "hegemónicos" deben ampararse en recursos judiciales para no desprenderse de apuro de alguno de sus medios, los oficialistas en cambio compran y suman medios sin problemas, como en este caso. Aunque esto de los medios, afortunadamente, no es sólo cuestión de tener muchos, después hay que resolver el problema que los lean, escuchen o los vean. Y es allí donde los tropezones suelen volverse insuperables.

La expropiación de YPF, una empresa que nunca debió ser cedida, despertó una fuerte sensibilidad -respaldo del 70% de la gente-, tendiendo una especie de manto sobre las demás situaciones conflictivas, aunque pronto todo volverá a la realidad, esa que siempre trata de disimularse. Queda por delante una cuestión de peso: hacer que YPF funcione. No sólo se necesita conducción, sino dólares, poco menos que una montaña. 

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