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Notas de Opinión Jueves 6 de Septiembre de 2018

El desastre macrista

El macrismo monetarista puso los alimentos y los medicamentos más caros de toda la historia argentina. El gobierno es horrendo. Agréguese a eso las tarifas de los servicios públicos también más locas de la historia. Y entonces tenemos que el gobierno Macri clarinista monetarista es uno de los tres peores gobiernos de la historia argentina.

REDACCION

Por REDACCION

Por Horacio J. Garetto


Claramente el presidente, su vicepresidenta, sus ministros, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires... ninguno tiene nivel para el cargo que ocupa. De todas las ideas del macrismo ninguna sirve para nada. Todas las teorías, todos los diagnósticos, todas las suposiciones, todo está equivocado. La teoría de la inflación, la teoría del déficit fiscal, la teoría del consumo, la teoría de la moneda, la teoría de la inversión, la teoría de las relaciones entre consumo e inversión, ninguna tiene ningún sentido.

Por ejemplo, el esquema de “metas de inflación” que quiso instrumentar el trasnochado expresidente del Banco Central es un esquema inaplicable en un país con restricción externa profunda e inflación del 20 o 25 promedio de arrastre. Ese es un esquema que puede funcionar para bajar una inflación en un país con un sector externo en equilibrio y una inflación del 11% para llevarla al 3%. Pero no para pasar de 23 a 4%. Eso no iba a funcionar nunca.

Ahora desde el punto de vista de las normas contables bursátiles internacionales ya estamos en hiperinflación. Porque más de un cien por ciento en tres años clasifica a un país como hiperinflacionario. Es, somos, una vergüenza mundial. Desde el punto de vista del que va al supermercado la sensación es de vísperas de hiperinflación. He visto un kilo de lechuga a $ 80, un kilo de zapallitos a 90, un kilo de pimiento a 180. Tomate a 80. Todo es un delirio. Eso fue antes de esta semana de locos.

Devaluar y al mismo tiempo sacar retenciones como se hizo en diciembre de 2015 fue una locura. Ni Krieger Vasena, el ministro del dictador Onganía hizo eso. Cuando Macri hizo eso en cien días empujó un millón quinientos mil argentinos a la pobreza. El nivel de indigencia, que había desaparecido (palabras del presidente de Cáritas) volvió de la mano del deleznable neoliberalismo monetarista macrista.


El macrismo monetarista puso los alimentos y los medicamentos más caros de toda la historia argentina. El gobierno es horrendo. Agréguese a eso las tarifas de los servicios públicos también más locas de la historia. Y entonces tenemos que el gobierno Macri clarinista monetarista es uno de los tres peores gobiernos de la historia argentina. Los otros dos horribles que disputan la primacía por ver cual es el peor gobierno de todos los tiempos fue el de la dictadura con su atroz ministro de economía Martínez de Hoz que nos llevó a la crisis de la deuda de 1982 y luego el gobierno de Menem/Cavallo y los monetaristas del CEMA que nos condujeron a la crisis con default/ cesación de pagos del 2001/2. Y conste que a Martínez de Hoz por lo menos se lo podía escuchar. Sabía hablar. Exponía ideas. Macri es mucho peor. Macri es la nada. Habla pero no tiene decir. Es todo hueco.

Financiar déficit fiscal que se produce en pesos tomando dólares que luego hay que devolver con intereses pero que además obliga al Banco Central a emitir para darle pesos al Tesoro porque el Tesoro precisa pesos para pagar a sus empleados y proveedores y gastos es una de las locuras más grandes de la historia económica mundial. Decían que no querían emitir pero cuando ingresaban dólares por las deudas que tomaban sí que emitían, pero encima como razonaban que eso aumentaba el circulante y eso metería presión sobre la inflación entonces los “esterilizaban con LEBAC”. ¡Pero las Lebac pagan/pagaron intereses de locos! Y una Lebac es un bono con capital e interés que algún día hay que devolver. Y si se pagan intereses del 30 o 40 o 50% anual pues eso genera un monstruo monetario inflacionario y de presión sobre el dólar más inmanejable que un monstruo. Ahora, esta semana de locos la subieron al 60% anual. Es una auténtica locura. Es la tasa de interés mas alta y delirante del mundo.

Ahora están planeando otra locura. Desactivar la bomba en Lebac convirtiendo esos pasivos en pesos pero armando otra bomba peor en LETES. Peor porque las LETES son en dólares. Eso ¡para un país que genera menos dólares de los que necesita! Esta es la política monetaria cambiaria financiera más loca que vi en mi vida.

La otra, la tercera locura más grande de la historia económica mundial es, ¡en un país cuyas exportaciones dan lástima! y ¡que tiene déficit en su balanza de pagos con el mundo!, liberar a los exportadores de cereales de la obligación legal que siempre tuvieron de liquidar los dólares recibidos por los granos vendidos. Ahora liquidan cuando ellos quieren. Esto supera todo límite. Induce a uno a pensar si no es que quieren que el país se destruya. Los dólares son de todos. Los dólares que se generan en el territorio argentino son para todos los argentinos para las necesidades de los argentinos según las prioridades que defina el gobierno de cada momento.


¿Arreglar con los buitres? No arreglaron nada. Capitularon. ¿Y para qué? ¿Para conseguir qué? Eso costó quince mil millones. ¿Los teníamos? No. Entonces fue otra mala decisión. Decían que con eso “volvíamos al mundo”. No volvimos al mundo. Volvimos a endeudarnos -alocadamente- y ahora no podemos pagar y como no podemos cumplir con los compromisos, el Macri monetarismo clarinista se abrazaron desesperados al Fondo Monetario Internacional para que nos preste y evite el default. El default hacia el que se marchaba derecho. Y hacia el que trágicamente podríamos recaer. Dos veces en menos de veinte años. 2001 y ahora. En cualquier momento. El año que viene tal vez. Quién sabe cuando. No se puede saber el momento exacto. Se sabe que nadie más nos presta. Por eso el “riesgo país” es de más de 700 puntos.

Nadie más le presta a la Argentina. Porque Argentina es una vergüenza mundial. Eso fue el macrismo, con el apoyo del diario mitrista La Nación y el apoyo del escuadrón de exterminio mediático que es Clarín. Ahora Argentina es un paria. Un mendigo. El Macri clarinismo nos aisló del mundo. Volvimos a ser despreciables y parias. Somos el país que más tomó deuda en el mundo en los últimos dos años y medio.

Devaluaron devaluaron y devaluaron. Un verdadero desastre. Se pasó de 9,50 pesos a $ 38 o $ 40 en dos años y medio y ¿qué se logró? ¿Se logró algo? ¿Sirvió de algo? Guarda que las devaluaciones en sí mismas no son ni buenas ni malas. Pueden ser tanto una cosa como la otra. Depende de para qué se usan. Con que se combinan. Y si se las sabe hacer. Pero el Macri monetarismo gobernante lo único que logró fue una inflación galopante. Que constituye un martirio para las clases populares. El dinero no alcanza y no alcanza. Crece el malestar. Crece la bronca. El desgobierno no lo ve venir. Se incuba un posible estallido. No entienden lo social. En absoluto. Cero. Si el país no estalló fue porque el gobierno anterior dejó esa herramienta maravillosa que es la Asignación Universal por Hijo. Y con dos jubilaciones por hogar. Con esas herramienta las madres humildes hacen milagros. Pero hay un montón de gente que ya come una sola vez por día. Y ¡acá en Rafaela, eh!


Wall Mart da pérdidas. Carrefour da pérdidas. Volkswagen dice que vende autos a pérdida. ¿Cuánto más puede durar esto? La morosidad se duplicó. La economía está paralizada. Nadie sabe que precio ponerle a las cosas. Los empresarios se pelean con los proveedores. Es un todos contra todos. Empieza a haber noticias de saqueos a supermercados. Hay hambre. Es un caos.

¿Pretenderá Macri que el capitalismo argentino marche sin consumo y sin inversión? Yo no vi nunca ningún capitalismo que funcione sin esas dos cosas. ¿Querrá que venga un comunismo? ¿Estará loco? El comentario unánime de todos los comerciantes, viajantes, etc, es: “no se vende nada”. “Lluvia de inversiones” nos había prometido el Macri clarinismo. Lo único que vino es una lluvia de dinero golondrina a aprovechar la fenomenal tasa de interés de las Lebac para rajar luego de un tiempo prudencial. Lo que sí vino, y muy fuerte, es una lluvia de comedores populares. La situación social es dramática. En las grandes ciudades industriales que no son al mismo tiempo capitales de provincia como Rosario, Mar del Plata, Bahía Blanca, etc., la desocupación ya toca el 13%.

Todo anda mal. Todo da déficit. Da déficit la balanza comercial. Da déficit la balanza de pagos. El déficit fiscal aumentó. Nos quieren convencer que bajó el que ellos llaman “déficit primario” ¿pero que importancia tiene esto? Ninguna. Porque por un ratito baja el déficit primario pero en simultáneo sube el déficit financiero porque se gasta un montón de dinero en intereses. Con lo cual el déficit fiscal de siempre sube y sube y sube. Y va a empeorar porque la bruta recesión, si es que no es ya una bruta y dura depresión económica, les va a tumbar la recaudación fiscal. Como ya sucedió el último mes.


Menos dinero para la gente pero más gasto de dinero en pagar intereses de una deuda que no sirve para nada. Entonces ¿para qué? Deuda que sirve es por ejemplo para producir gas y petróleo en Vaca Muerta. Porque se sustituyen importaciones y también en algún momento se puede exportar. Pero la deuda macrista casi toda no sirve absolutamente para nada. Preciso el concepto: para nada productivo. Pero sí que sirve para algo: sirve para que un sector muy rico minoritario y que tiene muchos excedentes no le falten dólares para poderlos comprar y fugarlos. Se sabe que el 80% de las operaciones de compra de dólares son compradores de más de dos millones cada uno.

El mes pasado el Producto Bruto cayó 5,8% en mayo. Luego 7,3% en junio. La producción industrial cayó en junio un aberrante, escandaloso 8,1%. La producción de autos cayó 30%. En algún lugar leí que antes había quince mil empresas que exportaban. Ahora son miles menos. Son cifras de vértigo. Que espantan. Los próximos meses veremos desastres. Casi como si estuviéramos en 2001. Yo estimo para este año una caída por lo menos del seis por ciento. Real. Sin piruetas del mentiroso Indec macrista. Hace treinta años que leo estadísticas. Me doy cuenta al toque de cuales están “masajeadas”.

A un inversor en Bolsa tampoco le sirve el macrismo. El Merval es otro desastre. El Merval pasó de tener 35 mil puntos el 22 de enero al desastre actual del miércoles de 25 mil. O sea que se desplomó un treinta por ciento. ¡Pero eso es un treinta por ciento en pesos! ¿Cuánto cayó entonces en dólares? Con una suba del tipo de cambio del 70 por ciento la cifra marea. Y acá no tiene la culpa nadie del mundo. El mundo ayer lunes 27 por ejemplo, todo, todo, estaba en verde. Desde París hasta Shangai, Tokio, Nueva York, todo. Menos, claro, la Argentina macrista/clarinista/mitrista. Todo en rojo. El viernes pasado el Merval cayó más de un 5%. El Banco Supervielle se desplomó atroz un 31%. Nunca visto. En un solo día. Nivel de Estados Unidos del martes negro de 1929. La acción de Agrometal se desplomó de $ 30 el 15 de mayo de 2017 a 10,75 el martes 28. La acción del banco Macro pasó de 232 en octubre 23 de 2017 a $ 135. Todo es así (el viernes pasado repuntó, los mercados otorgaron una tregua).


Todo lo que andaba bien lo destruyeron. Lo que andaba más o menos lo empeoraron. Aportar... no aportaron nada. Todo el bla bla bla sobre como se recibió el país es falso. Ellos mismos lo decían de que las cosas estaban bien pero lo decían afuera del país. Para manguear dinero. Por ejemplo andaba muy bien el Plan Nuclear. Ahora el macrismo repelente lo destruye. Acá en Rafaela íbamos a tener una autopista. ¿Y ahora? Parar la obra pública es la enésima locura macrista.

“Estamos peor que en el 2001” dijo el expresidente Eduardo Duhalde. “El gobierno está como groggy, sin reacción”, comentó Guillermo Nielsen, exsecretario de Finanzas con Lavagna.

No tenemos más un Estado de Derecho digno de tal nombre. Ahora las causas las arman loquitos de servicios de inteligencia corruptos y los que pronuncian las condenan no son más los jueces sino los diarios y los panelistas de la televisión de la tarde. La honra, la trayectoria, el buen nombre de las personas está en manos de ¡los panelistas de la televisión! ¡Sin leer el expediente ni conocimientos de derecho, menos de derecho penal, ni de procedimiento penal ni de la existencia de operaciones de inteligencia ni de operaciones de prensa ni de las maniobras de los batallones despreciables de trolls que infectan las redes sociales ni de las técnicas de manipulación de la opinión pública y de las redes sociales estilo la corrupta empresa británica Cambridge Analytica! ¡Sin saber nada, pero conociendo bien que a la gente mediocre le apasiona lo morboso le dan con todo a esa veta! Todo está desnaturalizado. Todo se ha distorsionado.

“Esto es un delirio”, dijo el rockero Ricardo Mollo, guitarrista de Divididos, en medio de un recital. “Otra vez nos quieren convertir en un país agroimportador”, completó. Charlie García, el líder del inmortal Sui Generis invitó a todo el personal del recital a cantar contra el presidente. El “Indio” Solari, líder de la mítica banda “Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota”, la más importante de todos los tiempos del rock en la Argentina y Sudamérica y uno de las más importantes de la historia mundial declaró, en un reportaje de Marcelo Figueras: “este gobierno es horrible. Pésimo”. Los rockeros la ven clara. El macrismo es un gigantesco delirio.


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