Por Roberto Actis
Domingo de elecciones, poco por agregar. Día clave en el sistema democrático, siendo realmente el instante cumbre de los ciudadanos, cuando en su decisión y en sus manos, con traslado al conjunto, dispone de la instancia máxima de elegir a sus representantes, quienes tendrán la responsabilidad de ejercer el control, de trabajar por Rafaela desde las leyes, desde el aporte de su creatividad para impulsar iniciativas surgidas de su propia imaginación, pero también y por sobre todas las cosas, para darle forma a las que provienen de la gente, de los vecinos, que no tienen otra manera más directa y posible de expresarse que a través de quienes ocupen las bancas del Concejo Municipal.
Los elegidos hoy serán 5, quienes se integrarán a los 4 concejales que aún tienen mandato hasta diciembre de 2015, Daniel Ricotti (oficialismo), Silvio Bonafede (peronismo parrista), Luis Telesco (radical, del Frente) y Hugo Menossi (macrista Unión PRO).
Junto a los mencionados los elegidos por la gente este domingo, conformarán el nuevo parlamento rafaelino que se avecina. Por cuestiones de la veda proselitista, no aludiremos a posibilidades, que por otra parte son muy conocidas, más allá de simpatías y deseos personales, que en realidad existen y son comprensibles y legítimos, pero que nada tienen que ver con los números, que son en definitiva los que resuelven al momento del escrutinio. Y esa será la última palabra, la inapelable, la que determinará los nombres de los elegidos para ese quinteto de bancas.
De darse un resultado como se presume, tomando como sustento de análisis los anteriores resultados de las primarias del 11 de agosto -aunque algunas circunstancias se hayan modificado-, además de encuestas que estuvieron circulando estos últimos días, la mayor posibilidad es que el Concejo que se viene tendrá características bastante diferentes del actual, tanto por lo personal, pues habrá mayoría de novatos en la tarea legislativa, como por la futura relación de fuerzas que habrá dentro del cuerpo.
Aun cuando haya sido una de las características de estos últimos tiempos, las negociaciones, las búsquedas de acuerdos y consensos, es muy posible que se intensifique mucho más en este período que se avecina. Lo que en realidad es positivo, pues aún cuando signifique el riesgo cierto de provocar mayor demora en la toma de decisiones, impactando en una ejecutividad que muchas veces con razón se reclama, casi siempre de la discusión, del diálogo y del debate, es de donde suelen surgir las mejores ideas. Aunque no siempre, también debemos decirlo, y ejemplos pueden mencionarse, sólo debe hurgarse un poco en la memoria y se los tendrá al alcance, que es lo que ocurre cuando se anteponen intereses partidarios, y muchas veces personales, por sobre los del conjunto. Es decir, aquellos que resultan los más provechosos para la ciudad, y por ende a sus habitantes, que son en realidad los verdaderos mandantes de los legisladores. O al menos, deberían serlo.
Muchos de estos dichos tienen doble validez, pues recordemos que la elección de hoy también es doble. Es que además de los 5 concejales, algo pura y exclusivamente de resolución rafaelina, también se deberá votar en la elección de diputados nacionales, seleccionando a los 9 legisladores que representarán a la provincia de Santa Fe en la Cámara baja de la nación, para ocupar las bancas que dejarán los peronistas Celia Arena y Agustín Rossi (Frente para la Victoria), Carlos Carranza y Daniel Germano (Frente Peronista), Juan Forconi (Santa Fe en Movimiento), Carlos Comi (Coalición Cívica), Carlos Favario (PDP), Jorge Alvarez (UCR) y Alicia Ciciliani (PS).
Dos elecciones en una, con diferentes formas, que fueron llevadas a cabo en las primarias. La de diputados nacionales pasando al cuarto oscuro, con la propuesta allí de 7 boletas de distintas agrupaciones. La elección provincial de concejales, con boleta única y fotografía de cada uno de los 11 candidatos, debiéndose marcar la que es seleccionada, sin ninguna clase de otro agregado pues de lo contrario el voto quedará anulado. En las anteriores PASO, por equivocaciones de esta clase, hubo nada menos que 3.635 sufragios, más que suficientes como para definir una banca. Esperemos que esta vez haya una sensible disminución.
Que como corresponde, el comicio transcurra con normalidad y una serena paz en todos los participantes, tanto los ansiosos candidatos, como los ciudadanos. No debería ser de otra manera, cuando estamos transitando tres décadas de práctica democrática, que aunque con altibajos, sigue afianzándose. De lo cual, el miércoles que viene será el aniversario.
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