Entre elecciones y la fuerza de los medios

Por Roberto Actis

Más allá de la temperatura que fue elevándose estos últimos días en la columna mercurial de estas elecciones, otorgándole un matiz más cargado de interés y expectativa, lo cierto es que ni así se conseguirá evitar que algún nostalgioso apele a aquello tan rebuscado de "elecciones eran las de antes", como tantas veces suele ocurrir en el ámbito de las comparaciones incomprobables. Es que los roces, pullas, discusiones y otras altisonancias las hubo recién ahora sobre el final, incluso algunos fogonazos resplandecieron en el cielo santafesino, pero los verdaderos misiles aparecieron después del cruce de declaraciones entre la presidenta Cristina Kirchner y el gobernador Hermes Binner, lo que no hizo otra cosa que poner blanco sobre negro en cuanto a la nacionalización de estos comicios, que si bien era una cuestión que tácitamente estaba planteada, no había todavía alcanzado la dimensión que le dieron las diferencias surgidas respecto al crecimiento de la Provincia. Consecuencia tal vez, de estas mediciones truchas del INDEC, que todo lo termina confundiendo.

Es que nadie deja de pasar facturas, y así se ha visto en todas estas instancias previas a la gran final de octubre. Con lo de hace dos semanas en la ciudad de Buenos Aires, alcanza y sobra como muestra. Todavía retumban los ecos, cuando ya esta noche se conocerán los resultados de Santa Fe, otro de los grandes distritos electorales, con consecuencias a las que se buscará sacarle más jugo del que en realidad tiene.

Y para el 14 de agosto se vienen por primera vez las primarias obligatorias a nivel nacional, que aquí en la Provincia ya conocemos y estamos afianzando. En realidad, tienen muy poco sentido en las actuales circunstancias, ya que cada uno de los que competirá por la presidencia es exclusivo dentro de su nucleamiento, razón por la cual no habrá nada que seleccionar ni elegir, pero sí en cambio se convertirá en una enorme encuesta nacional, pues ahí cada uno tendrá el justo calibre de sus posibilidades. Será el fin de las encuestas, tanto las buenas como las truchas, pues ahí contarán los votos de la gente, que son los que le bajan el telón a todas las discusiones. Se acabaron los opinólogos, y se tendrá una perspectiva mucho más clara respecto a la segunda vuelta, que parece ser el tema por develar, habida cuenta de la generalizada coincidencia sobre la ventaja que tiene Cristina, pero ¿alcanza para evitar el balotaje?

Aunque además de esclarecer esa cuestión, este resultado anticipado de agosto es probable que provoque un revoltijo en la oposición, pues tanto como pueden quedar dos o tres en parecido nivel, también puede aparecer alguien que se despegue del resto, y ante esa circunstancia, no harán falta acuerdos, pactos, ni componendas para afianzar su posicionamiento para receptar los votos de la oposición.

Si algo nos dejó además esta semana, en realidad no porque nos haya sorprendido, pero sí gratificado, es el impacto mediático que tuvo la entrevista exclusiva a Carlos Reutemann que realizó nuestro corresponsal en Santa Fe desde hace 21 años, Darío Schueri, en la cual el senador fundamentó las razones por las cuales el día anterior había dicho a una emisora radial "siempre fui peronista, pero nunca kirchnerista". No abundaremos en el resto de sus expresiones, pues podrían ser interpretadas con alguna suerte de implicancia en estas horas de veda, pero más allá de eso, el haber sido reproducidas por la mayoría de los medios de comunicación de circulación nacional, como así también por casi todos los portales digitales, no sólo deja en claro la fluidez que existe en las comunicaciones de hoy en día, donde todos estamos conectados y relacionados con todo, sino también y especialmente para nuestra satisfacción, la presencia del Diario dentro de todo este entramado informativo. Partiendo por supuesto, del punto de partida de la trascendencia que tiene Reutemann en la política nacional, de quien unas pocas reflexiones, alcanzan para armar todo este revuelo, sirviendo para comprobar que su mayor fortaleza está en sus silencios, ya que después, cuando habla logra retumbar en todos los oídos.

Votemos entonces este domingo, ya que es la mejor forma de participar y de sostener la democracia, que aunque con algunas deficiencias -producto de los hombres y no del sistema- es lo mejor que pudo habernos pasado desde 1983 en adelante.

Y aunque no tenga barniz nacional, no podíamos cerrar la columna sin siquiera una mención a la tropelía del presidente ecuatoriano Correa contra la prensa, mediante el avance de su justicia, donde un fallo condenó al diario "El Universo" -segundo en importancia en Ecuador, y opositor por si hubiese alguna duda- a pagar 40 millones de dólares de multa, condenando a prisión a tres directivos y un periodista. Esa sanción económica y el cierre del diario, es más o menos lo mismo. ¡Viva la integración!