Por Bryan J. Mayer
Las noticias nacionales volvieron a hacerse eco de un
ciberataque, esta vez uno que supuestamente se originó desde ISIS y
que -según las primeras informaciones- habría puesto en jaque
al Ejército Argentino, hecho desmentido sobre el cierre de la jornada.
Nuevamente una Fuerza estatal se vio como blanco de los recurrentes
hackers que circulan en nuestro país, por lo menos así lo afirman
desde el interior del Ministerio de Defensa. Es que en horas del
mediodía del último lunes una imagen con supuestos terroristas
caminando en las calles de una ciudad, acompañada por la frase “Alá
es grande” en árabe, apareció en el sitio web oficial del
Ejército Argentino. En dicha cuenta también se hacía mención que
prontamente se tendrán novedades del ISIS en nuestro país.
Rápidamente, los administradores de la cuenta, colocaron a la web en
situación de “mantenimiento” para imposibilitar el acceso al
público al sitio. Pero diferentes capturas de la publicación ya
recorrían las redes sociales.
El asombro de todos, la ironía de muchos y la preocupación de
otros, generó una lluvia de repercusiones en los medios nacionales
durante toda la primera jornada de la semana. Twiter también fue un
espacio de alta interacción en este sentido, ya que incluso a
últimas horas del día los términos “ISIS” y “Ejército”
aparecían entre los temas más nombrados en dicha red social. La
mayoría de los usuarios apostaban a la poca credibilidad sobre la
autoría del ataque, siendo escépticos de que el Estado Islámico
tenga que ver con la polémica publicación.
En la misma sintonía respondieron, en exclusiva al autor de esta
nota, integrantes del Ejército Argentino, del Estado Mayor Conjunto
(organismo coordinador ante el Ministerio de Defensa de las tres
Fuerzas Armadas que lo componen) y del propio Comando Conjunto de
Ciberdefensa. Un integrante del equipo técnico que se encargó de
los primeros pasos ante la advertencia del ciberataque, precisó que
la hipótesis principal que sostienen como la forma en que se llevó
adelante el hackeo fue “la común, explotando alguna
vulnerabilidad que lograron detectar en el código del sitio o en el
del servidor” destacando que el servidor que contiene a la
página del Ejército Argentino es ajena a dicha institución y de
carácter privado, imposibilitando tener acceso rápido y directo a
los datos que facilitarían la investigación. Fuentes de
Ciberdefensa pudieron detallar que la empresa prestadora del servidor
es “Towebs”, un webhosting que brinda sus servicios a nivel
mundial: incluso importantes empresas rafaelinas se encuentran entre
sus clientes.
Los
técnicos del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas y los de
Ciberfensa coinciden en que normalmente este tipo de advertencias
tienen que ver con cuestiones políticas llevadas a cabo por hackers
de sobrero blanco, es decir aquellos hackers que buscan
simplemente demostrar el grado de vulnerabilidad que posee un sitio
web del Estado Nacional con el mero objetivo de dejar en ridículo a
sus integrantes. Descartan, extraoficialmente, que se trate de un
acto terrorista ya que “estamos acostumbrados a ver hechos
consumados: asesinatos en masa, explosiones o inmolaciones por parte
de terroristas y no una imagen burda en la web”. Explicaban,
además, que este caso nada tiene que ver con el hackeo que sufrió
tiempo atrás el Ministerio de Seguridad, donde sí se robó y filtró
información sensible de la Seguridad Nacional. En lo sucedido el lunes,
explicaron desde el Ejército que “ingresando a nuestra web, no
pueden ver ni tomar nada más que lo ya público, debido a que la
información confidencial se encuentra en otros servidores”.
Respecto a lograr
dar con el origen del ataque, desde el Ministerio de Defensa
indicaron que es difícil ya que “el costo para la entidad
pública ha sido muy bajo y quizá por eso no genere el esfuerzo
necesario para llegar al fondo de la cuestión” además de las
dificultades técnicas que se encuentran en este tipo de cuestiones.
Si bien las tres
fuentes de los distintos organismos resumieron sus posturas en:
descartar un ataque de inteligencia de un Estado extranjero o grupo
terrorista, negar relación con la amenaza de bomba del mismo día en
el Congreso de la Nación, asegurar la preservación de datos
sensibles de la seguridad nacional, objetivo político contra el
gobierno de turno y que el acto vandálico, en definitiva, sirvió de
ayuda para mejorar la seguridad del sitio; una postura más
precavida fue la del encargado de llevar adelante la pertinente
investigación judicial.
El Dr. Horacio
Azzolin, titular de la Unidad Fiscal Especializada en
Ciberdelincuencia, en comunicación telefónica con el autor de esta
nota aseguró que “no se descarta ninguna hipótesis” sino
que, por el contrario, “se está trabajando, incluso, con la de
mayor gravedad, que sería un ataque terrorista para no dejar nada
suelto al azar”. Azzolin acepta que en lo personal no descarta
“ni una posibilidad ni la otra” respecto a si se trata de
una acción de origen extremista o de carácter “doméstico”.
Dicha investigación está bajo su órbita con personal de la
Policía Federal Argentina que, en las próximas horas, llevarán
adelante las pericias correspondientes y esperan recibir más datos
por parte del Ejército para descartar o seguir las distintas
hipótesis que barajan. El Fiscal admitió que aún no está en
posición de “asegurar o desmentir vínculo alguno con la
amenaza de bomba de horas atrás en el Congreso de la Nación”.
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