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Notas de Opinión Domingo 15 de Septiembre de 2013

Inconsistencias entre la realidad y el relato

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Pedro Ulman

Por Pedro Ulman

Si la Argentina estaría tan bien como insisten en remarcar los funcionarios del Gobierno nacional, ¿por qué el 11 de agosto el kirchnerismo sufrió la pérdida de un enorme caudal de votos que, repentinamente, dejó en evidencia la fragilidad del modelo y de la propia estructura de poder del oficialismo?

El cambio en el humor social que se había deslizado a través de las masivas movilizaciones de septiembre y noviembre del año pasado como abril de este 2013 no hicieron más que prolongarse en el 11-A. Este resultado adverso en las urnas fue suficiente para que, en forma instantánea, se aumenten los mínimos no imponibles del impuesto a las Ganancias, un reclamo que se había convertido en un enorme “molino de viento” para los quijotes sindicales, tanto los considerados opositores como los más cercanos y funcionales al poder.

Precisamente el sostenido incremento del índice de precios al consumidor, junto con la inseguridad, representan dos problemas tan nacionales como populares que parecen haber esmerilado los cimientos otrora sólidos de la Presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.

La apurada decisión de desplazar miles de gendarmes desde destacamentos del interior del país, entre ellos el que está instalado en Rafaela, hacia el Conurbano fue otra medida destinada a dar respuestas a una antigua demanda de todos y todas. Así, las urgencias electorales signan la nueva agenda de la gestión que procura recuperar la forma tras el revés de las primarias. Se trata de una reacción con la que se pretende enviar gestos complacientes al electorado, como la conformación de la mesa de diálogo social, y de esa manera reducir la sangría de votantes y hasta, desde una perspectiva más optimista, reconquistar adhesiones.

Paralelamente, el aparente cambio también es un mensaje hacia el núcleo del poder kirchnerista. La premisa es apaciguar las turbulencias lógicas que se liberan cuando un proyecto soporta el desgaste de los años y de la confrontación constante. Entre otras consecuencias se advierte que algunos marineros se fueron del barco y otros están listos para hacerlo. La cercana figura del diputado nacional Oscar “Cachi” Martínez es un caso práctico. Se alejó del Frente para la Victoria y ahora es un jerárquico del massismo, toda vez que es vicepresidente del flamante bloque que responde al ascendente -en términos de poder- intendente de Tigre. El objetivo del oficialismo es recargar las armas para la batalla electoral mostrando en el espejo las fortalezas y ocultando las debilidades. Busca convencer de que todo está bajo control y de que conserva la iniciativa política a pesar de la irrupción de Sergio Massa.

Quizás un golpe de timón a tiempo evite el naufragio, es la consigna al menos hasta octubre. Sin embargo, este cambio de actitud no es suficiente para volver a enamorar o al menos para evitar el divorcio al que parece encaminarse. Porque esta semana nuevamente se cometen los mismos pecados: echar mano de un relato del que cada vez más argentinos y argentinas descreen. La desconfianza ya no se cierne solamente sobre el INDEC y sus manipuladas estadísticas sino también sobre el mismo relato que luce cada vez más alejado de la realidad.

El camporista Recalde asistió al Congreso para defender su gestión al frente de Aerolíneas, un auténtico agujero negro en el que se vuela la plata para cubrir el déficit. Admitió que el rojo de este año serán 250 millones de pesos pero, optimista, prometió equilibrio entre ingresos y egresos a partir del 2017.

Después, el equipo económico presentó el proyecto de Presupuesto 2014 donde se estima una inflación apenas por encima del 10 por ciento. Si todos los años los precios aumentarían esta proporción y los salarios se actualizan un 25 por ciento, entonces los trabajadores ya deberían ser los nuevos ricos del sistema.

Con cierta exageración, el diputado jujeño Giubergia lanzó una ocurrente reflexión al sostener que el Congreso "no es el escenario para presentar el proyecto de Presupuesto, Lorenzino debería ir a una escuela de arte, porque acaban de dar a conocer un manual del dibujo".

Con respecto a las obras para la región, el Gobierno nacional definió una partida de 13,8 millones de pesos para la autovía de la Ruta 34, una cifra que representa un 1,15 por ciento del costo total. A este ritmo, en poco menos de 100 años estará terminada siempre y cuando se inicie porque, en realidad, hace ya varios años que figura en el Presupuesto.

En el marco de la ruptura entre realidad y relato, más aún sorprendió Kicillof, el viceministro de Economía, al proyectar que la economía argentina terminará creciendo un 7 por ciento en este 2013. ¿De qué galera obtuvo tamaño pronóstico?

Así las cosas, de aquí al 27 de octubre el relato aún puede sorprender. Y la realidad también.

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