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Notas de Opinión Domingo 26 de Octubre de 2014

La caja mágica

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Roberto Actis

Por Roberto Actis

En esta parte final del mes de octubre se comenzarán a cobrar las jubilaciones con el 17,2% de aumento, con lo cual el haber mínimo será ahora de 3.231 pesos, que es lo que cobran 7,5 de cada 10 pasivos. Tres de cada cuatro si lo prefiere más claro. Unos 108 pesos por día para sobrevivir en un tiempo de fuerte impacto inflacionario, lo que significa que con ese mismo dinero en unos pocos meses se podrá comprar bastante menos que ahora. Claro, que si se tiene en cuenta que según el INDEC se puede comer con 6 pesos por día, entonces hasta quedaría un buen margen para ahorrar para vacaciones y otros pequeños placeres. 

La mayoría de los jubilados están mal, eso es así por más vueltas discursivas que se intenten. Razones más que suficientes para no llevarles más intranquilidad todavía, que tienen de sobra.  De ninguna manera buscamos generar temor como lo hicieron estos días algunos voceros oficiales con la desaparición de remedios o de los planes por hijo si  llega al gobierno otro que no sea un kirchnerista. Sin embargo, existen datos de la realidad que van mucho más allá de las interpretaciones subjetivas, permitiendo visualizar una perspectiva más que delicada. Por otra parte, nadie puede suponer que en una etapa donde los recursos están escasos -es verdad que no para todos, pues el gobierno nacional sigue tan campante como siempre en materia de gastos, no anda con cosas chicas-, a los jubilados tendría que irles bien, en tanto la inflación le gana a los sueldos, el poder adquisitivo por lo tanto se reduce claramente, el empleo tambalea y la desocupación está otra vez al acecho, con producción en baja y deudas que abruman, incluso bastante más allá de buitres y otras aves de rapiña autóctonas.

La ANSeS tiene "graves problemas de sustentabilidad aún no dimensionados", dice un informe de la Auditoría General de la Nación, uno de los pocos organismos de control de las cuentas del Estado que ha quedado en funcionamiento. Los demás, directamente fueron desmantelados o bien reciben directivas de los propios funcionarios del gobierno.

La caja de los jubilados no es inagotable y tanto haber metido mano en la misma para no sólo financiar computadoras o viviendas, sino también automotrices y algunas otras actividades privadas,  y además financiar los desmadrados gastos del Estado, están terminando por conformar un panorama inquietante. En este momento las dos terceras parte del Fondo de Garantía de Sustentabilidad -que es el que garantiza el pago a los pasivos- lo componen títulos del gobierno nacional. En otras palabras, papeles que seguramente se convertirán en "pagadios", de los que deberá hacerse cargo el gobierno que venga, si es que alguna vez alguien decide pagarlos. En muy poco tiempo el gobierno emitió ocho letras del Tesoro por algo más de 23.000 millones de pesos que fueron tomados por el Fondo aludido.

Estamos hablando de cifras de dinero que espantan, y tal vez eso aleje un poco de la dimensión de todas estas cuestiones, aunque también existen otras que aunque respondan a movimientos de la "caja chica" -calificativo dicho con todo respeto- indignan tanto o más que las otras.

Veamos lo gastado en publicidad por la ANSeS en los últimos tres años, que ascendió a 1.600 millones de pesos, plata que sale del bolsillo de los jubilados. Cabe preguntarse ¿es necesaria esta propaganda cuyos montos asustan?, ¿qué se publicita?, ¿a quiénes se benefició? Lo que siempre debe tenerse presente en esta clase de planteos es que quienes están ocupando cargos allí es justamente para cuidar el dinero de los pasivos. Y si esta es la forma en que lo hacen...

Pero hay más. Activemos un poco la memoria, a principios de año solamente, cuando fueron puestos al frente del PAMI y lo primero que hicieron fue fijarse sueldos de 98.700 pesos. Del trabajo, después veremos. Y tanto como asustan todas estas cuestiones, tanto o más lo es que aún tomando estado público nadie interviene ni aclara, no hay marcha atrás que valga. Lo excluyente es la aparición de Capitanich, el vocero de la causa, para descalificar las versiones y acusar de destituyentes a quienes difunden estas noticias.

La situación de la ANSeS es preocupante, aunque sea sólo una perla más dentro de este collar de desaciertos. Hay que tomarla como corresponde, sin alarma extrema pero tampoco con liviandad. Para que no haya sorprendidos. Por ahora, la plata de los pasivos sigue siendo para todos y todas, siendo junto a las reservas del Banco Central las únicas cajas que el gobierno tiene a mano.

De paso, y ya que estamos en el tema de los jubilados, ¿se acuerdan de Víctor Alderete? Seguro que sí! Se trata de aquel pintoresco y llamativo hombrecito que en 1997 fue nombrado por el entonces presidente Carlos Menem al frente del PAMI, acumulando durante su gestión 20 causas por corrupción. Bueno, ahora 17 años después, la justicia dispuso llevarlo a afrontar un juicio oral. Una justicia-tortuga así se transforma en promotora del delito, por más que en su relato, que también lo tiene, digan todo lo contrario.

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