Por Rosendo Fraga
A menos de tres semanas de las PASO, la elección en la provincia de Buenos Aires concentra la atención político-electoral. Tanto Cristina Kirchner como Daniel Scioli han participado en actos de campaña del primer candidato a diputado del FPV (Insaurralde). Al mismo tiempo, el oficialismo ha iniciado la campaña contra Sergio Massa. El secretario de Seguridad (Berni) ha dicho que en Tigre viven los narcotraficantes más grandes del mundo. También se difundieron informes sobre la situación social de Tigre, buscando demostrar que la gestión de Massa sólo se ha ocupado de los countries y del centro de la localidad de Tigre. Por su parte, el primer candidato a diputado nacional del Frente Renovador encabezó junto a sus candidatos la firma del compromiso para impedir la reforma de la Constitución Nacional y un nuevo mandato de la Presidenta, para así afianzar su rol opositor, puesto en duda tanto por Francisco de Narváez como por Margarita Stolbizer. La campaña del kirchnerismo contra Massa se va a intensificar en los próximos días, buscando al mismo tiempo evitar que siga captando votos desencantados del kirchnerismo y desacreditarlo ante los votantes opositores para impedir que los polarice.
Mientras avanza la campaña electoral, el proyecto de reforma y reelección no se detiene. Scioli ha dicho que un nuevo mandato de la Presidenta no está en la agenda del gobierno, pero un vocero habitual del oficialismo, como es el senador nacional Aníbal Fernández, ha dicho lo contrario, manifestando que si se dan las condiciones se buscará un nuevo mandato. Pero la semana pasada fue promulgada la ley 14.523 de la provincia de Buenos Aires, que convoca un plebiscito para que los bonaerenses opinen si están de acuerdo o no con modificar el inciso 3 del artículo 191 de la Constitución Provincial que cambia el mínimo de 25 años para ser concejal a 21 años. Se trata de una iniciativa de La Cámpora que ha tenido así aval de la legislatura provincial. La primera provincia del país da un paso para avanzar hacia el proyecto de reformar la Constitución Nacional, al convalidar el plebiscito para poner en marcha el proceso político-institucional para hacerlo cuando no se tienen las mayorías calificadas para ello. Cabe recordar que en Santa Cruz, Néstor Kirchner impuso la reelección indefinida cuando terminaba el segundo mandato al convocar primero un plebiscito e introduciendo después una enmienda constitucional por interpretación de la Suprema Corte provincial. El gobierno bonaerense aclaró que este plebiscito no se realizará junto con la elección legislativa del 27 de octubre. La promulgación de esta norma se da en momentos en que se ha reestablecido la alianza política entre la Presidente y el gobernador bonaerense, que realizó el 17 de julio una nueva colocación de letras por 459 millones de pesos a partir de la autorización del Banco Central.
La controversia en torno al ascenso del nuevo jefe del Ejército se da cuando el acuerdo con Chevron agrega otra contradicción para el kirchnerismo. La cerrada defensa del General Milani que realizó el gobierno y las organizaciones de derechos humanos alineados con él, frente a las acusaciones de la oposición y militantes de derechos humanos que no responden al oficialismo por su actuación en la Rioja y Tucumán a comienzos del último gobierno militar, implica una fuerte contradicción con la política del gobierno en este campo. No son pocos los militares detenidos desde hace años por situaciones similares o incluso de menor entidad. El Kirchnerismo se vio obligado a retroceder, dado el cuestionamiento que surgió de las organizaciones de derechos humanos que antes lo respaldaban y la evidencia que el Senado no aprobaría su pliego. Pero Cristina sólo busca ganar tiempo hasta después de las elecciones, postergando el tratamiento del caso hasta diciembre y manteniendo a Milani al frente del Ejército mientras tanto. El acuerdo con Chevron, al someterlo a la legislación extranjera, implica una contradicción con la política del Kirchnerismo, que durante diez años cuestionó este tipo de jurisdicción y acusó al menemismo de haber entregado el país con este tipo de acuerdos. Pero se trata de contradicciones que no implican cambio de políticas ni en lo militar ni en lo económico.
En la política exterior, las supuestas gestiones internacionales a favor de Argentina en el tema de la deuda no implican un cambio en la política internacional del kirchnerismo. La gestión que podría realizar el FMI -asumido como un enemigo por el gobierno argentino desde 2003- definirá su alcance en una reunión informal de su Directorio que tiene lugar el martes 23. Por su parte, EE.UU. ha negado que vaya a realizar alguna gestión a favor de la posición argentina. Es que el acuerdo argentino con Irán ha dado a los llamados fondos buitres apoyos para su posición. Legisladores republicanos y demócratas han pedido a la Casa Blanca que no intervenga por dicha razón. A su vez, la Presidenta eludió el acto realizado en Buenos Aires por el 19 aniversario del atentado de la AMIA, en el que se reiteraron las críticas al gobierno argentino por dicho acuerdo y el gobierno, por primera vez en diez años, no envió ningún ministro. Profundizando la posición crítica respecto a los EE.UU., el Canciller argentino denunció ante la justicia a la administración Obama por el espionaje electrónico que habrían sufrido un centenar de argentinos. Lo mismo ha hecho el Presidente de Bolivia, Evo Morales. En la semana que se inicia Cristina Kirchner, junto con la mayoría de los presidentes sudamericanos, asistirá en Brasil a una de las misas que oficia el Papa durante su visita. La imagen de Francisco sigue siendo muy favorable en el mundo, América Latina y Argentina, por lo que la Casa Rosada piensa que este nuevo encuentro con el Sumo Pontífice puede ser favorable a poco tiempo de las PASO.
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