Minería y cianuro

Por Juan Carlos Perucca

Minería y cianuro

Juan Carlos Perucca

Hemos asistido con enorme asombro al ingreso en el Congreso de la Nación de un irresponsable proyecto de Ley intentando prohibir la explotación minera a cielo abierto en el país y el uso de cianuro en el proceso de recuperación de las partículas valiosas, impulsado por legisladores porteños o de provincias agro-ganaderas que de minería deben entender bastante poco (o nada), generando como réplica por parte de legisladores de provincias mineras la propuesta de que tal prohibición se extienda a toda la industria nacional. En medio de esta absurda discusión, más propia de aquella época llamada “del oscurantismo”, está la lógica preocupación de una sociedad para la que el tema tiene un nivel técnico totalmente novedoso. La verdad fundamental es que el cianuro se utiliza en la minería argentina desde hace más de un siglo, y San Juan fue la primer provincia argentina en hacerlo.
En el mundo, la primer planta de cianuración a escala comercial comenzó a funcionar en Nueva Zelanda en 1889 y hacia 1904 los procesos de cianuración también estaban en marcha en Sudáfrica, Australia, Estados Unidos, México y Francia. En nuestro caso particular de San Juan los primeros antecedentes remontan a 1903, en las minas de Castaño Nuevo, sobre el curso de agua segundo más importante afluente del Río San Juan. Fue la primer aplicación de cianuro en minería de la que existen registros en el país, representando un notable salto tecnológico para la época ya que permitió la extracción de minerales de baja ley (gramos por cada tonelada de roca) y también la re-utilización de los “relaves” (descartes) de los procesos en ese momento tradicionales, como la fundición en hornos o la amalgamación con mercurio (altamente tóxico),
Quien introdujo el cianuro en la Provincia fue un francés en la zona de Calingasta hacia 1910, un método que pronto comenzó a extenderse hacia otras partes de la provincia, instalándose en 1914 en Hualilán (Dpto. Ullum) una planta de cianuración en tanques para el tratamiento de los relaves generados por Compañías inglesas entre 1872 y 1875.  Luego se instaló El Salado (Dpto. Iglesia), donde en 1915 se procesó plata mediante cianuración y recuperación con virutas de zinc. Este establecimiento funcionó desde 1905 hasta 1917, quedando abandonado por motivos de la primera Guerra Mundial. Durante las prácticas que realizábamos en minas activas al promediar nuestra carrera universitaria, en 1950-51, era normal desarrollar tareas en minas que operaban con cianuro, como en Marayes, Hualilán o El Salado. Pese a nuestra inexperiencia, el trabajo diario o nocturno, según el turno que nos adjudicara el Superintendente, nunca nos produjo problema alguno.
El cianuro disuelve el oro que quedó sin ser recuperado en el proceso gravitacional primario y se lo precipita cambiando el pH (acidez) de la solución que sale de lavar las pilas de mineral molido. El método es sencillo y muy efectivo, y su aplicación viene siendo desde hace muchas décadas común y normal también en la minería de segunda mano, pues permite aprovechar los descartes (subtamaño) de la minería primaria que extrae el oro grueso.
Actualmente la lixiviación en pilas se aplica también al mineral primario, que es molido luego que sale de la mina, no importa si esta es a cielo abierto o subterránea, ya que ello no tiene nada que ver dado que el método de explotación es totalmente independiente del procesamiento industrial posterior. El mineral que sale de la mina es molido y extendido sobre una gran superficie impermeabilizada y se lo riega con soluciones diluidas de cianuro, las que extraen el oro de la roca y lo llevan hasta tanques de precipitación donde se hace depositar el oro contenido y la solución de cianuro se retorna para ser re-utilizada, siendo de este modo un circuito cerrado (absolutamente nada sale al exterior).
Nunca en la historia mundial de la minería se produjo accidente alguno por la utilización del cianuro. En San Juan podemos ser testigos de esta situación, y en Catamarca está Farallón Negro (a pocos cientos de metros de La Alumbrera) operando desde hace varias décadas con cianuro sin que se conozca incidente alguno. La campaña desatada en contra de la minería del oro a cielo abierto no encuentra explicación racional posible, máxime si tenemos en cuenta que esta existe desde hace un siglo en el norte de Chile, en el sur de Perú, en México, en Utah, Colorado, Arizona., Australia, etc., sin que se tenga memoria de incidente alguno con cianuro o sin cianuro.
Decir ¡No a la minería a cielo acierto con cianuro! un absurdo sin sentido alguno, por no decir directamente “una burrada”, porque el método de explotación es totalmente independiente del método de molienda y concentración. El proceso de cianuración es exactamente el mismo no importa cómo sea el método de explotación (“arranque”) en el cerro.
Mina subterránea, Mina a cielo abierto descartes o “colas” a fundición
Planta de Concentración molienda + tratamiento (eventualmente con cianuro o cualquier otro método físico y/o químico ).
Una pregunta que nos hacemos en las provincias mineras es si no convendría más al país que los señores legisladores porteños y litoraleños pusieran mayor énfasis en tratar temas de las provincias que representan, como el Riachuelo, o a mejorar métodos de siembra y cosecha, dejando los problemas cordilleranos a sus colegas representantes de la voluntad del pueblo respectivo. ¿Cuál sería la reacción en Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe, Capital Federal y Buenos Aires si los representantes de Salta, Jujuy, Catamarca, La Rioja, San Juan o Mendoza votaran leyes fijándoles pautas sobre sembrar soja o maíz, o criar Hereford o Aberdeen? ¿O es que existen intereses supranacionales que mueven sus hilos en las sombras para que Argentina sólo sea un país agro-ganadero, lugar que nos asignaron en el concierto mundial?
Por otra parte, corresponde tener confianza en los Ingenieros y Técnicos argentinos, pues si en aquellos países citados nunca se presentaron problemas sea por accidentes personales o por contaminación incontrolada, no tenemos por qué preocuparnos pues nuestros Profesionales ya han demostrado reiteradamente que están a la par de los mejores del mundo.
De ello puedo dar fe, 50 promociones ya han pasado por mis manos.