Por Roberto F. Bertossi
Conforme las Cartas Orgánicas Municipales , todos los vecinos tienen derecho operativo para acceder equitativamente a los servicios públicos, como asimismo de participar en su control y gestión.
Cuando los vecinos de uno u otro barrio se ven indefensos, privados injusta, recurrente y frecuentemente de la contraprestación de los servicios públicos municipales esenciales: (cloacas y saneamiento, recolección de la basura, alumbrado público, etcétera) podrían aparecer legítimos planteos de desmembramiento o "secesion local", de centralización e integración administrativas y hasta de fusión de comunas y/o municipios; todo en ello en categoría de "nuevas opciones municipales".
Ahora bien, en ninguno de estos "cismas" se debe ignorar lo atingente a: 1) Aspectos demográficos que consisten básicamente en enormes éxodos rurales que vienen expandiendo con significativos crecimientos exponenciales ejidos municipales tradicionales, pauperizando las grandes urbes; 2) Planificación-geográficos-urbanísticos-estratégicos (uso de suelos, prefactibilidad de servicios esenciales, etc.), 3) Marco jurídico-político e institucional (autonomías locales); 4) Desarrollos y asimilaciones tecnológicos; 5) Novedades y estrategias comunicacionales adecuadas y veraces; 6) Reestructuración de recursos y coparticipaciones tributarias ; 7) Posiciones y disposiciones gremiales (solidaridad y coresponsabilidad vecinal), 8) Estudios sociológicos; 9) Realidades y tendencias ecológicas; 10) Fundamental y especialmente, la protección de la salud, seguridad e intereses económicos vecinales.
Esto supone que cualquier alternativa o reinstitucionalización futura no será la misma en todos los casos, en todos los barrios ni en todas las comunas institucionalmente preexistentes.
De tal manera, las políticas, los gobiernos y los desarrollos locales municipales pueden implicar según el caso, más coordinación, más participación, más descentralización de la gestión u otros, como instrumentos para propender a lograr en cada caso una administración más eficiente, más apropiada, más satisfactoria sin perjuicio de reafirmar el principio de unidad municipal aún mediante eventuales micromunicipios convergentes, atendiendo a circunstancias de personas, tiempos, modo o lugar para asegurar, mejorar e incrementar la puesta en valor de la dignidad humana vecinal, todo lo posible.
Ni la autonomía plena de un barrio ni la fusión institucional-administrativa de comunas y/o municipios de pueblos pequeños, empequeñecidos o expandidos (erguidos contiguos, legal e históricamente en un mismo espacio territorial exiguo; comunas que han pasado a ser pueblos o pequeñas ciudades y pueblos que ahora apenas serian comunas) parecen ser la solución aún cuando las razones, novedades e importancia de servicios, operatividad, economías de escala, celeridad, inmediatez, conectividad u otras vayan de menor a mayor o viceversa y, sin perjuicio de advertirse en ocasiones, postergantes oportunismos políticos clientelares, o caciquismos barriales, paradójicamente en vísperas de procesos electorales para renovar autoridades locales.
Así pues, atomizar no es conveniente como lo seria ir complementando e integrando por agregación –ya lo propuso Rousseau-, descentralizaciones políticas, desconcentraciones e, incluso, integraciones administrativas para que, con legitimidad y los recursos necesarios (aplicando asignaciones con más justicia distributiva, menos conmutativa) ponerlas en juego con un solo buen propósito, haciéndolas obrar en armonía para poder atender mejor y más cabalmente las múltiples y diversas expresiones demográficas según sus demandas –viejas y nuevas- vecinales genuinas asegurando para todas las personas en todos los municipios y comunas la obtención de prestaciones y servicios públicos de calidad, efectivos para satisfacer sus necesidades y en plazos adecuados, sin prescindir de métodos y tecnologías modernos, centrados en la satisfacción del vecino brindando ayudas y tarifas solidarias equitativas para quienes más así lo necesiten porque al fin y al cabo, de eso se trata, ¿o no?
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