Por Juan Carlos Fessia
Después de un siglo y medio de materialismo científico y darwinismo, el concepto de comunidad ha quedado por el camino y en la actualidad una serie de individuos competitivos que buscaban la “riqueza no común”, ocupan su lugar.
Las antinaturales políticas económicas humanas están contaminadas por la errónea idea darviniana de que la vida es una eterna lucha por la existencia.
Las políticas económicas actuales fomentan el egoísmo individual a expensas del resto de la sociedad, por ejemplo Lakshmi Mihal, industrial indio y el magnate de las comunicaciones mexicanas Carlos Slim Helu, por nombrar a tan sólo dos, cada uno ha logrado una fortuna personal de 50.000 millones de dólares, mientras que el 80% de la población mundial lucha por sobrevivir con menos de 10 dólares diarios.
Las sociedades deben luchar por el objetivo de asegurar la salud y el bienestar social de sus ciudadanos. La riqueza no hace a la felicidad.
Una encuesta realizada por la revista británica New Scientis, en 65 países, revelaron que Puerto Rico y México a pesar de sus dificultades económicas, eran los países más felices y satisfechos y los orgullosos y prósperos norteamericanos quedaron en el décimo sexto lugar de la lista.
Sin lugar a dudas la prosperidad económica solamente no se traduce en bienestar.
El consumismo aleja cada vez más al individuo de la felicidad y de la naturaleza.
Toda la riqueza entra en una economía como materia prima proporcionada por la naturaleza, si descuidamos a esta por la economía, estamos destruyendo lentamente a la humanidad toda.
Sin la elaboración de productos provenientes del suelo, la vida no prosperaría, el sol es la mayor fuente que alimenta a todo el planeta, sin el la vida no existiría, tal cual la conocemos hoy.
Somos ignorantes de la frágil red vital de nuestro planeta y no tomamos conciencia del profundo daño que le estamos generando al destruir los recursos del medio ambiente, el consumismo capitalista es una máquina permanente de contaminación y generación de todo tipo de desechos domésticos e industriales.
La economía rige el mundo, el trueque se convirtió en lo que hoy conocemos como “la moneda de cambio”, para bienes y servicios.
En la actualidad el dólar, como la mayoría de las monedas, es dinero fiduciario, que es una forma de papel o moneda cuyo valor está determinado por una orden gubernamental o decreto, lo que determina que debe ser aceptado como medio de pago. El oro y la plata ya no lo respaldan más a las monedas.
Thomas Jefferson dijo: “el papel es la pobreza, es sólo el fantasma del dinero y no el dinero en si mismo”.
La pregunta es: ¿de dónde proviene el dinero?
Dólares del banco de la Reserva Federal, Libras esterlinas, del Banco de Inglaterra, Euros, del Banco Nacional de Suiza y del Banco Central Europeo.
Estas entidades emisoras de dinero se presupone que tienen la intención de preservar el bienestar de la comunidad, pero no es así, cada uno de estos bancos es una empresa de gestión privada, cuya emisión corporativa es obtener ganancias para sus afortunados accionistas. Esta emisión de monedas por parte de estos bancos privados produce una economía basada en la deuda, en la que nunca hay suficiente dinero en circulación para pagar el capital principal y los intereses, los préstamos terminan engendrando más préstamos.
Richard Kotlarz economista, reconoció que: “poner dinero en circulación a través de créditos y después retirar una cantidad superior hace imposible pagar la deuda”.
Esta prácticas se utilizaron en la era del colonialismo y el imperio, y hoy la vemos en las políticas del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Sus sicarios económicos de la globalización atacan a los países sub desarrollados, prometiéndole democracia y libertad y otorgándoles créditos para el desarrollo, en realidad le ofrecen “la esclavitud” por intermedio de la deuda contraída, e imposible de poder pagar.
La naturaleza y el trabajo generan alimentos y bienestar social para todo el planeta, pero es la economía y quienes la manejan los que generan por una ambición desmedida y corporativa el agotamiento de los elementos principales que hacen al bienestar general.
El carácter variable del valor del dinero, socavan todas las economías, se le ha dado un nuevo término al préstamo de dinero “apalancamiento”.La empresa americana Lehmann Brother, tuvo un apalancamiento para evitar su quiebra de 35 U$S por cada dólar de su patrimonio, no obstante quebró y causó a sus acreedores sin garantía pérdidas por más de 200.000 millones de dólares, este hecho fue la mecha de la burbuja inmobiliaria.
Hoy todos los países capitalistas están sumergidos en una deuda casi descontrolada, su propio accionar se volvió en contra ellos, dado que por dar predominio a las finanzas perjudicaron la naturaleza y el bienestar general de todos los pueblos.
Decía un libre pensador: “Al capitalismo no se lo puede derrotar con las armas, sólo hay que esperar que sus propias y desmedidas ambiciones, deterioren sus monedas al grado de perder sus identidades cono naciones”
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