Por Redacción
Procuraremos una explicación lo más completa posible de lo que pasó estas semanas. Le asignamos alta importancia pedagógica política a todo efecto.
Primera comprobación: jamás un gobierno puede dormirse en los laureles.
Segunda: algo que le cuesta mucho comprender a los economistas. Sobre todo a los de formación liberal: con el crecimiento no alcanza. Este es necesario pero no suficiente. El crecimiento de estos años fue espectacular pero no resuelve los problemas sociales profundos arraigadísimos. Allí hacen falta planes sociales específicos bien diseñados.
Tercero: la combinación de alta inflación en alimentos con villas miserias superpobladas, con hacinamiento, sin planes de viviendas para urbanizarlas más la demagogia política macrista prometedora irresponsablemente y alocada de títulos de propiedad a los villeros, más los pescadores políticos a río revuelto, que siempre están atentos, más los desestabilizadores varios de siempre, es explosiva. Es incubar un polvorín. Algún día podía estallar. Estalló.
Cuarto: la gestión liberal/neoliberal de Macri está enfocada en la gente linda. En los negocios inmobiliarios para las empresas amigas. No se piensa en la ciudad total. Para el macrismo/duhaldismo liberalismo argentino los pobres no existen.
Para el macrismo/duhaldismo, heredero del menemismo, los problemas sociales se resuelven a los palazos, los tiros, los tanques, los lanzallamas. No quieren aprender que por ese camino violento las cosas empeoran.
Quinto: considero interesantísimo meditar mucho sobre este dato riquísimo para dar elementos para entender el conflicto social ante el que estamos: la Capital Federal tiene 20 mil hectáreas. Y allí viven 3 millones de personas. Los magnates de los countries y barrios privados y todos esos inventos urbanísticos de los años liberales de los 90 ocupan 40 mil hectáreas. O sea: el doble que toda la Capital Federal. Y allí viven solamente 200 mil personas. Vaya desigualdad. Esto da mucha tela para cortar. Para pensar.
Sexto: previo a alguna política de vivienda hay/habrá que tener una decidida política de tierras. Accesible a los sectores populares. Luego, a diferencia de lo que ha hecho el macrismo, tener una política de viviendas populares. Y cumplirla. Menos que menos se puede reducir el presupuesto de vivienda: en 2009, de 519 a 120 millones. ¡Delante de ese panorama social!
Séptimo: menos que menos se puede ser tan cretino y tan torpe de, sobre esa brasa social ardiente, pronunciar un discurso xenofobo, racista, despreciador de pobres e inmigrantes. De tratar al pobre de delincuente. Ese discurso, lamentable, lamentablemente prende/prendió, en anchos sectores sociales a los que, irresponsablemente, les encanta la violencia y la xenofobia. Como si todos los que hoy están más o menos bien no hubiesen sido, un día, descendientes de los muertos de hambre de España, Italia, y demás. Esto incendió los ánimos en lo peor del conflicto. Para más y para peor el cretino Jaime Durán Barba le recomienda a Macri ser xenofobo. Dice que eso alega votos. Macri, sin ética, compra la inmunda idea.
Octavo: sobre todos esos elementos consideremos ahora los más estrictamente políticos. Dicen que la derecha liberal conservadora argentina está furibunda ante la arrogante marcha positiva de la Presidente en las encuestas y el favor popular. Que esa derecha ya hace rato que se dedica poco a la política y mucho a la conspiración. Que en discretísimos asados en Lomas de Zamora, entre asado y asado y copa y copa, se les llena la cabeza de ideas. Como la de que el lío coincida con el día en que el Gobierno tenía pensado festejar el día de los derechos humanos. Para ridiculizarlo. Entonces, “casualmente” por esos días, Duhalde dirá desde Estados Unidos que el país “está en el caos”. Que hace falta orden. Que él, claro, sería el que podría ordenar.
Noveno: Todo se termina sabiendo. La operación Villa Soldatti tiene un coordinador: el legislador Cristian Ritondo, de la confianza de Duhalde y Macri. Punteros del Pro que le responden a Ritondo como el “comandante” .Miguel Angel Rodríguez y Marcelo Mancalay anduvieron incitando a los habitantes de la Villa 20 a la toma del Parque Indoamericano.
Décimo: producida la toma, el siguiente paso de la “operación Villa Soldatti” es lograr que los “vecinos” ataquen a los ocupantes. Para ayudar, para colaborar a encender ese fuego ahí están también los soldados de Macri/Duhalde/Barrionuevo. Se reclutan por gente como Esther “Niti” Iglesias, Eva Ferraro, Eduardo “Manzana” Santoro, de la barra brava de Boca, a Julio Capella de la barrabrava Huracán, algunos de la de Nueva Chicago, matones del sindicato de los municipales de Macri, un contingente de barrabravas del Sacachispas y unos cuantos camiones con muchachos de “apoyo” de Luis Barrionuevo, unos doscientos en total, más o menos, que se “hacen los vecinos”, se mezclan entre ellos e instan e inducen “al ataque” a los “ocupas”.
Undécimo: como con la 125 los grandes medios hegemónicos azuzaron los ánimos. El estilo de cobertura televisivo hizo todo lo posible porque los enfrentamientos pareciesen “la segunda guerra mundial” (Aníbal Fernández dixit). Todo el tiempo se proponen generar la imagen de que el país está al borde del caos.
Duodécimo y final: según uno de las personas que más saben de seguridad, criminología y derecho penal en este país, el Dr. León Arslanián, también desde el Estado, desde los ministerios, desde la Policía y la intelectualidad hay un déficit de doctrina respecto de qué hacer y cómo proceder en casos semejantes. Hay que elaborar una doctrina de actuación intermedia eficiente entre los dos extremos de los palos y los tiros y el no hacer nada.
Pensamos que ahí están todos los elementos para comprender lo que pasó y las múltiples responsabilidades.
Horacio J. Garetto
hgaretto@wilnet.com.ar
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