Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Notas de Opinión Domingo 30 de Noviembre de 2014

Para que nada cambie

Leer mas ...

Roberto Actis

Por Roberto Actis

Cristina es así y no hay razones para que cambie, menos cuando se encuentra transitando el tramo final de una gestión que se extiende durante los últimos 11 años, buena parte de ellos compartidos con su esposo Néstor. Siempre, en todas las circunstancias, tanto buenas como malas, sencillas o difíciles, su respuesta fue redoblar la apuesta de lo que estaba haciendo. Y como era de esperar, así volvió a hacerlo esta semana con su reaparición pública después de 26 días, en el acto en la Cámara de  la Construcción, ratificando el rumbo y desalentando cualquier expectativa que podría haber sido alimentada por sus propios dichos, como aquello de "quiero transitar tranquila este último tramo de mi mandato". 

Nada de cambios en el impuesto a las ganancias, ni bono para estatales y jubilados, mucho menos alguna referencia al gasto público que se encuentra en verdadero desmadre, ni tampoco alguna alusión favorable para la negociación con los fondos buitre a partir de enero, que es el umbral que habría que cruzar para concretar la posibilidad de buscar financiamiento en el exterior. Es decir, en otras palabras, conseguir los dólares que hoy no existen. Lo cual, significaría volver a endeudar al país luego de todo el bombo que se hizo con la política de desendeudamiento.

Además, en ese mismo acto del regreso, dedicó también varios minutos para un reto por cadena nacional al anfitrión Gustavo Weis, titular de la Cámara en cuestión, respondiendo y descalificando los planteos que había formulado poco antes en su discurso. Como para no perder la costumbre.

Lo que quedó claro es que todo está como siempre. Los únicos que salieron conformes fueron los integrantes del séquito de aplaudidores, mientras el resto con caras largas que ni siquiera pudieron disimular a pesar del esfuerzo. Entre estos los gremialistas afines al gobierno que esperaban un gesto de parte de la Presidenta quitando algo del impuesto a las ganancias, aunque más no fuese el que le toca al medio aguinaldo de diciembre. Pero no hubo nada, ni siquiera una moneda, tal como sucede cuando a Cristina tratan de acorralarla con exposiciones públicas. Tal vez si el tema no hubiese estado tan vapuleado, quien sabe...

La presidenta dijo "nos dicen que hay que eliminar o bajar Ganancias ¿Cómo hacemos para financiar la obra pública si no cobramos impuestos?", tras lo cual les pidió comprensión a los trabajadores. En realidad, tiene razón la jefa de Estado en que los impuestos deben cobrarse, pues es la única forma en que el país funcione. Claro, que la presidenta Cristina no puede quejarse precisamente de eso, pues nunca en toda la historia de la Argentina se cobraron tantos impuestos como ahora, teniendo la presión impositiva mayor del sector latinoamericano y a la par de muchos países de alto desarrollo. La cuestión es cómo se gasta, o qué clase de destino final tiene el dinero recolectado. 

Veamos el caso de la educación: nunca como ahora se le destina tantos recursos, pero los resultados están a la vista. La calidad educativa argentina está cada vez peor, de ser primeros en la región hemos sido superados por casi todos nuestros vecinos. 

Sin embargo, existen argumentaciones más que contundentes para responder al planteo de la Presidenta. Si tiene decidido sostener a ultranza este impuesto al salario que le proporciona a las arcas fiscales 58.000 millones de pesos anuales, sería más que interesante gravar la renta financiera que hoy está exenta, y con ese dinero reemplazar parte de Ganancias para darle un alivio. Que sepamos, existen grandes diferencias entre trabajo y especulación, sin embargo aquí se castiga al primero y se recompensa a esta última. Además, también quedan el juego y la minería que son sectores que aportan poco y nada a las arcas fiscales, incluso este último literalmente llevándose no sólo los minerales sino nuestro suelo. Quien más quien menos habrá visto pasar por Rafaela los trenes que vienen desde La Alumbrera con destino al puerto porteño.

Las perspectivas que asoman en el horizonte para este 2015 aparecen más que complicadas, nada nuevo por cierto. Estamos entre los países con mayor inflación del mundo, detrás de nuestro espejo Venezuela y codo a codo con Siria, Sudán, Malawi y Belarus. No nos quedamos atrás en cuanto al déficit fiscal, siendo el sexto país con peor calificación detrás de Libia, Venezuela, Egipto, Mozambique y Japón. Posicionamientos que no forman parte de ningún relato, simplemente de esta realidad globalizada.  

Y finalmente, por si hacía falta alguna comprobación más de que nada cambia, es este contraataque del gobierno y usando todo el aparato público, contra la investigación judicial de la familia Kirchner. Ojalá que sirva para sacar a la luz tantos trapos sucios de tanto tiempo y tantas personas, pero frente a circunstancia tal lo primero que corresponde es aclarar la propia situación, ya que lo contrario se convierte en una silenciosa admisión.

Seguí a Diario La Opinión de Rafaela en google newa

Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.

Te puede interesar

Teclas de acceso