Por Alejandro Pérez Benedicto (*)
Una cantante española, con el nombre artístico de Russian Red, con cara de Virgen de Murillo y con una voz especial, que suele actuar acompañada solo por su guitarra y en inglés; acaba de confesar que se siente “de derechas”. La chica ya lleva cantando algunos años, pero ahora, aquellos mismos que alababan sus indudables méritos artísticos, la ponen a caer de un burro, solo por decir que se siente “de derechas”.
Ignoro si será vetada a partir de ahora, en los 40 Principales, o en los Ayuntamientos gobernados por la izquierda dejará de actuar (por suerte para ella son muchísimos menos desde el 22 de Mayo), o sencillamente venderá menos discos. De todo puede que le pase. También que, como a Juan Manuel de Prada, escritor y contertulio de medios de prensa “de derechas”, le insulten por la calle, o que, ya sería el colmo, sea agredida como a Hermann Terchst; sobre todo porque a pesar de su nombre artístico tan siniestro y de izquierdas (este sí, Russian Red = Rusia Roja), tiene un aspecto angelical de no haber roto un plato en su vida.
Para mí la derecha y la izquierda son cuestiones más de geometría que de otra cosa. Y mucho menos de lo que podríamos llamar arte. No hay literatura, ni pintura, ni cine de derechas y otro de izquierdas. Solo hay escritores o directores o pintores de izquierdas o de derechas. También habrá médicos de derechas o de izquierdas y eso no influirá en su medicina. Gracias a Dios nunca he tenido prejuicios de nadie por ser de derechas o de izquierdas. Las personas valen por lo que son, no por sus ideas políticas. Pero esto, ya se ve con Russian Red, no sucede entre mucha gente de izquierdas, que consideran la cultura y el arte como algo propio y prohibido a los “de derechas”. Yo por si acaso, y aunque Russian Red cante en inglés, compraré sus discos, pero no porque sea de derechas, sino porque me gusta.
(*) Foro Independiente de Opinión. (España).
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