Por REDACCION
Por Juan Carlos Fessia
La historia no se debería repetir de acuerdo a los dichos populares, toda experiencia vivida sería un mensaje para comprender, pero no ha de ser así dado el canibalismo materialista de las grandes naciones. La primera y segunda guerra mundial fue un ejemplo de la codicia y ambición humana. Estos tremendos dolores y miserias, no han sido considerados, en todas sus magnitudes.
A favor de las democracias se rompieron las barreras de los totalitarismos, pero hoy un pretendido poder hegemónico está imponiendo sus designios de un nuevo colonialismo. Las materias primas que la naturaleza nos brinda se están agotando por el descontrolado uso de las mismas, producto de un consumismo abusivo que afecta a todos y principalmente a los países emergentes.
Europa, EE.UU. e Inglaterra, están sufriendo un deterioro en sus economías que no estaba previsto en los diagramas preestablecidos por corporaciones y gobiernos. Por esta misma situación el “nuevo colonialismo”, adelanta sus guerras de dominación.
Bloquear democracias con golpes de estados encubiertos, generados por parlamentos de derecha, motivando al descontento social, fogoneado desde afuera por aquellos que conocen la debilidad de los pueblos y saben como manejar a sus dirigentes, con prebendas, que no respetarán.
Se ayuda a los rebeldes cívicos con dólares, euros y armas, hasta quebrar las democracias, para que surjan otras afines a sus intereses corporativos.
¿Usted lector sabe que Irak, Afganistán, Libia, Egipto, Malí, Venezuela, Corea del Norte, Croacia (por Crimea) y varios países de Africa, han sido una estrategia predeterminada por EE.UU., Inglaterra, Israel y Francia, para proteger sus intereses y apoderarse del petróleo, gas, uranio, diamantes, carbón y todo tipo de material estratégico que están en manos de países que no tienen voz, ni voto en la geopolítica bélica mundial como para defender sus propios intereses nacionales?
Los países del tercer mundo, deben ser pobres y sumergidos, los países de América latina, no deben conseguir la unidad territorial, es necesario que sigan una dependencia implacable y para estos casos usan la prensa internacional, motor primordial para debilitar pensamientos de masas.
Los partidos políticos por su cantidad y decadencia ideológica, pierden el criterio de la nacionalidad y se dejan sobornar por el glamour anglo-americano.
El mundo cambió y porqué toda esta movida anticipada, la gran verdad es que ante el deterioro económico y social de los principales países capitalistas, surgen China, India, Rusia y Brasil, acompañados por los países de América, Asia y Africa.
Estos comprendieron que el deterioro de sus sociedades, durante tanto tiempo es producto del “canibalismo capitalista”, que sólo piensan en el poder y el control de todos.
El comercio internacional, se diversifica, hay nuevos clientes y nuevos proveedores, se achican los mercados y aumentan las necesidades de los países líderes y necesitan nuevos territorios y nuevas colonias.
La población mundial crece y exponencialmente los territorios se achican, producto del deterioro de las tierras productivas y la explotación de los materiales estratégicos no renovables. (Hoy las Islas Malvinas son un ejemplo, petróleo, gas y pesca, en manos de Inglaterra).
Rusia con Crimea, le ha puesto un freno al avasallamiento irracional de los poderosos de siempre y China está expectante, sabe que Rusia, es el más amigo, de sus posibles enemigos circunstanciales.
Harry Truman, cuando hizo tirar las bombas atómicas sobre Japón, tenía previsto un objetivo similar sobre Moscú, dado que China tenía una sociedad muy atrasada (1945). La cordura y la prudencia liberaron a EE.UU. de una herida imperdonable, que el tiempo no sanaría.
Se avecina la intención de un nuevo colonialismo, los pueblos conscientes de sus propias realidades, creo no lo permitirán.
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