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Notas de Opinión Domingo 11 de Diciembre de 2016

Todavía no arranca

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Roberto Actis

Por Roberto Actis

Primero fueron los semestres, después los brotes verdes, más reciente la sensación, pero la verdad es que la economía sigue sin arrancar, y como aquello de la única verdad es la realidad -recurriendo al recuerdo del general, aunque el pensamiento no le haya sido propio-, pues los números así lo certifican, siendo además oficiales de un INDEC no manipulado, algo que debe contabilizarse dentro del avance, que por cierto también lo hubo. Tal vez no para el generoso 8 que se puso el mismo presidente Mauricio Macri, pero sí en cambio para un aprobado, especialmente en expectativas. Es que mientras el deseo es más fuerte que la realidad, esta nos muestra una caída de casi 20 puntos de la construcción y 8 en la industria en octubre, además de indicadores productivos en general que están en retroceso. La excepción es el campo, que como otras veces deberá cargarse el país al hombro, aunque debido a la explosiva generación del gasto público -tanto antes con Cristina como ahora con Macri-, es muy probable que no alcance. Dadas estas circunstancias, no nos salvamos más con una muy buena cosecha.

Un fenómeno que ocurre con todos nuestros políticos, al menos con la mayoría, es que apenas llegados a los cargos, sean ejecutivos o legislativos, empiezan a trabajar por su reelección. No es fácil digerir que habiendo encontrado un país prácticamente arrasado, Macri esté pensando en la reelección en 2019, para lo cual es poco menos que indispensable ganar las legislativas de medio término el año que viene, y para eso, se está tratando de conformar a todo el mundo, pero el dinero está lejísimo de alcanzar, un detalle que parece no ser tenido demasiado en cuenta. Hemos vuelto a la ruleta del endeudamiento, y lo hemos visto a través de estas últimas décadas, que el dinero que despilfarra uno otro lo tiene que pagar, mejor dicho, todos nosotros, los simples ciudadanos del llano, cada vez más cargados de impuestos, con hombros que van doblegándose pues ya no soportan el peso. Mientras que en cambio el Estado, tal vez habría que decir los gobiernos, de sacrificio y ahorro hacen poco y nada. Hace tiempo, seguramente demasiado, que en la Argentina no tenemos ejemplos.

Sin embargo, y aún dentro de esta perspectiva bastante oscura, aunque confiando que esclarezca, contradiciendo la postura de Beatriz Sarlo en cuanto a dejar de mirar hacia atrás, debemos decir que si bien ya pasó un año y el camino recorrido quedó sembrado con varios desaciertos -algunos bastante gruesos-, el sólo imaginar que Daniel Scioli hubiese sido presidente, Aníbal Fernández gobernador de Buenos Aires y Cristina Kirchner con todo el poder en sus manos, además del séquito integrado por Hebe, D´Elía, Mariotto, Boudou, Esteche, Moreno y tantos más ocupando la primera línea, es suficiente como para ampliar el crédito, confiar, rezar un poco, y seguir esperando. Lo de Scioli excedió todo lo pensado, pues además de la avalancha de causas judiciales por corrupción que lo acorralan, el saber que mientras aquí hacía campaña junto a Karina Rabolini viajaba al exterior con la modelo cordobesa, es como para preguntarse si esa misma doble vida la llevaría como presidente. Y no vengan con el cuento de la vida privada, las figuras públicas deben cuidarla, y más que eso, respetarla.

Igual de sorprendente es lo de Axel Kicillof, siendo ministro de Cristina en 2014-15 se negó rotundamente a considerar el impuesto a las ganancias, porque eso era "desfinanciar al Estado". Ahora como diputado no sólo modifica, sino que amplía generosamente la reducción del impuesto. Un problema que es viejo en la Argentina, se actúa con demagogia repartiendo lo que no se tiene y después el círculo se cierra con las enormes crisis que vamos teniendo. Y no es que defendamos el impuesto al trabajo, sobre el cual también Macri le erró feo al prometer en campaña que iba a ser eliminado, anuncio que también hicieron por entonces Scioli y Sergio Massa, aunque estos se salvaron de incumplir por haber perdido. En realidad, este impuesto debería ser borrado del mapa, como tantos otros, pero para eso que hay que achicar el gasto público, y de eso nadie habla. Menos todavía cuando se está pensando en cercanas elecciones, y aquí están siempre cerca.

El domingo anterior hablamos de justicia y cerramos con algo de economía. Hoy a la inversa, ya que esta semana tuvimos un dato muy claro de la justicia, conteniendo el intento por reabrir la causa Nisman, que si sumamos a lo escaso de las causas Hotesur y Los Sauces, es probable que la ex presidente no sólo salga indemne sino que hasta capaz le dan una distinción. Una justicia decadente, sobre la que no hay que hurgar demasiado para hallar explicaciones.

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