Por Roberto Actis
Al tope de todas las encuestas, y desde hace años, figura la inseguridad como principal problema de la gente. Para superar el problema en serio, no simplemente para exponerlo en la vidriera marketinera, será cuestión de años y de un trabajo coordinado entre todos los poderes del Estado y la participación conjunta entre Nación, Provincias y Municipios. Con paciencia, ingenio y excluyendo las cuestiones políticas. No existe otra alternativa, y algo de esa naturaleza nunca se ha intentado, prevaleciendo casi siempre la negación del problema -¿se acuerdan de la sensación?-, el falseado de las estadísticas o simple y llanamente, el despilfarro de esfuerzos en el sentido equivocado. Los resultados están a la vista.
La raíz del problema de la inseguridad tiene en la droga un enorme aliado, que ha transformado a una delincuencia extralimitada en la violencia, donde la vida, al decir de la presidenta Cristina Fernández "vale dos pesos". Pero además, y por sobre todas las cosas, simultáneamente al avance en todos estos frentes, debe solucionarse el debilitado entramado social, con la consolidación del núcleo familiar, la recomposición de los valores, trabajo digno en lugar de dádivas, y por sobre todas las cosas, mucha educación. Tanto la que proporciona la escuela como la que se adquiere con el ejemplo dentro de la familia, donde los padres deben ser espejos libres de mácula.
Es cierto que no todo se hace sólo con dinero, con el fracaso que hubo todos estos años en materia educativa a pesar de destinarse más recursos que nunca en la historia tenemos la más contundente e irrefutable muestra. Se destina más del 6% del PBI y sin embargo la educación está peor que nunca, así lo reflejan todas las estadísticas y cada una de las evaluaciones. Chicos de secundaria que no comprenden lo que leen, es apenas un dato. Pero sin dinero, tampoco se puede recomponer la situación social, y es allí donde aparece en escena la inflación, la que corroe absolutamente todo y lleva al fracaso cualquier intento.
Todo tiene que ver con todo y más que nada girando en torno de la inflación. El comenzar a admitir su existencia con estas nuevas mediciones que se hacen desde enero, fue un paso adelante, aunque no todo lo contundente que se pensó desde un principio, pues ya han comenzado las sospechas, hoy renovadas, también sobre esta nueva forma de medición, que admite para los primeros tres meses del año 10% mientras que el índice Congreso registra 12,7%. Pero hagamos un esfuerzo desprendiéndonos de la duda, que venía con largos justificativos desde 2007 cuando Moreno comenzó la manipulación con el 0,8% mensual que estableció como norma, cualquiera hubiesen sido los índices. ¿Qué se ha hecho para intentar una solución del problema? Eso es lo que realmente importa. Poco y nada, pues lo único a la vista es el sistema de "precios cuidados", que como arma para enfrentarlo, parecido a tener que ir a la selva a cazar leones con una honda.
No es la intención desvalorizar el intento, podría llegar a servir dentro de un amplio marco de medidas conjuntas, que no han sido tomadas. Toda esta batería de disposiciones recientes, desde la devaluación de enero, la quita de subsidios en marcha, las restricciones de las importaciones, la búsqueda de empréstitos en el exterior, no es otra cosa que tratar de financiar a un Estado que, por otra parte, continuó aumentando sus gastos hasta llegar al 45%, hasta fines de 2015, cuando Cristina Fernández concluya su mandato.
Pero contra la inflación, que está pendiendo como espada de Damocles, casi nada. Con entusiasmo Kicillof, Capitanich, Costa y quienes suelen batir el parche, dicen que está bajando, que se encuentra en retirada. Para eso mostraron un índice de 2,6% en marzo, que para casi todo el resto fue superior a 3,3%. Pero, supongamos que en realidad fue verdadero. Estuvo por sobre Venezuela, Grecia y Ucrania en ese mismo lapso. Ni qué decir que muchos países, tanto algunos ricos pero también otros con mucho menores recursos que la Argentina, esa inflación de 2,6% mensual que aquí casi llegamos a jactarnos que está en retirada, es el nivel que tienen para todo el año.
El hoy responsable de la economía, el ministro Kicillof, está haciendo muchas de las cosas que antes desde su labor académica negaba a ultranza. Sin dudas, los tiempos cambian...
Aunque más allá de todo, lo importante de este domingo es que tengamos ¡felices Pascuas! Y reforcemos la esperanza.
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