Por Alberto Asseff
La geografía es inexorable. Para bien o para mal, signa el destino. Quizás, los dos pueblos europeos más marcados por el factor geográfico son Ucrania y Polonia. Por eso no es casual que el segundo haya sido literalmente testado del mapa dos veces en el S XX y el primero pugna desde el S X por afirmar su independencia.
Existe una inexorabilidad para todos los pueblos: los vecinos no se cambian, los países no se mudan.
La ubicación de un pueblo es crucial para comprender sus avatares. La lejanía del núcleo vital brasileño lo invitaba a expandirse hacia el oeste y el norte. Se hallaba en Salvador de Bahía. Su despliegue recién encontró oposición seria en Río Grande y básicamente en la Banda Oriental del Uruguay y más allá del río Amazonas. También por la presencia de Holanda, Gran Bretaña y Francia en las Guayanas.
El enclave de Ucrania, incrustada entre Rusia y el camino hacia Europa central y occidental, es un reto que la historia y la geografía le han puesto a ese pueblo. Hostigado por rusos y polacos e invadido por tártaros – de etnias turca y mogol -, Ucrania se sumergió y emergió al vaivén de esas rivalidades geopolíticas.
La paradoja de Ucrania es que pertenece a Europa y es pariente de sangre de Rusia. Es tan eslava que en rigor es el corazón de los rusos primigenios. Son los rus de Kiev del S IX. Enraizados en la identidad común, fue en Kiev donde Vladimir el Grande adoptó el cristianismo de Bizancio en el año 988. Empero, ese sólo fue el comienzo de una vida plagada de acechanzas.
Sufrió a los conquistadores. Sucesivamente, el Estado Polaco-Lituano, la Rusia zarista, el Imperio Austrohúngaro y el Imperio Tártaro, sin omitir la citada invasión de los tártaros. Cada invasión incorporaba identidades culturales y éstas iban mutando. Se mezclaron y terminaron estremeciendo a Ucrania, tironeada cual Tupac Amaru.
No es sencillo para la Unión Europea agregar a Ucrania a su vertebración. No es simple para Rusia mantenerla en su propia articulación. Esas dos complicaciones combinadas son la complejidad de Ucrania. Una parte, la del oeste, se vincula casi naturalmente con Europa central – son áreas que los soviéticos le arrebataron a Austria y a Polonia - y por esa vía llega a la Unión Europea y a engrosar el Occidente geopolítico y cultural. El otro lado, el este rusófono, se desliza étnica, cultural, económica y políticamente hacia Moscú, principalmente Crimea. Es parte de la cultura rusa desde antes de la Edad Media.
Tengo la impresión, primeramente, que Rusia no resignará su acceso a las aguas calientes del Mar Negro. También entiendo que para la Unión Europea es un desafío mayúsculo sostener a un país en franca bancarrota que requiere montones de recursos – que hoy escasean en Europa – para superar su agudísima crisis. Ucrania está más que quebrada, fuertemente empobrecida.
Tengo la sensación de que la situación ucraniana se encamina a lo que podría llamar un encuestador ‘empate técnico’, algo así como una neutralización.
Seguramente, en el largo plazo podría inclinarse por la UE, salvo que Rusia consolide su democracia – algo sumamente imprevisible en un país ancestralmente autocrático – y funcione su alianza con China e India.
La clave está en que se pueda consumar una dificilísima transición desde el estanilismo y maoísmo de mercado a un sistema político-económico de genuina libertad. El pronóstico de que ello pueda acaecer en la próxima centuria es reservado, pero no descartable.
En el ‘mientras tanto’, Ucrania seguirá siendo embestida y solicitada por fuerzas en pugna y por su propia puja interna. Lo deseable y esperable es que el bueno del pueblo ucraniano – que la Argentina reconoce como una de sus mejores inmigraciones – deje de sufrir.
En algo coinciden Europa y Rusia: ninguno de los dos apetece que Ucrania colapse.
Las milicias en Crimea, contrarias a la unión con Europa, operan amenazantemente. El descontento popular fogonea el conflicto.
Ojalá el dilema de Ucrania se zanje y se pueda consolidar la paz y la justicia, dos anhelos universales.
(*) Diputado nacional por Unir-Frente Renovador.
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